Publicado
en El Confidencial
10
de Julio de 2014
El
candidato a presidir la Comisión Europea Jean-Claude Juncker acude mañana a la Moncloa,
según ha sabido El Confidencial, a
confirmar apoyos y a recoger las peticiones del jefe del Ejecutivo español:
de entrada, una comisaría de peso para Miguel Arias Cañete. Para aspirar al cargo, el ex
primer ministro luxemburgués tiene el aval de populares, liberales y
socialistas del Parlamento Europeo con una excepción: el PSOE.
Juncker se
sometió ayer su candidatura a un primer examen en la Eurocámara. Ahora le toca entrevistarse
con los jefes de Estado y de Gobierno que le apoyan, siendo Mariano Rajoy el segundo
después de la canciller alemana,Angela
Merkel.
Dentro del gran pacto suscrito entre los grupos popular y socialista (al
que luego se sumaron los liberales) para formar una mayoría estable en la UE,
el socialdemócrata alemán Martin
Schulz ya ha sido elegido presidente del Parlamento Europeo con
los votos de los dos principales grupos. Quedó segundo en los comicios del
pasado mayo y compitió luego por la presidencia con el aspirante de los
conservadores británicos, con el los Verdes y con el de la extrema izquierda:
el español Pablo Iglesias.
La segunda
parte del acuerdo de la mayoría de las fuerzas políticas de la Eurocámara es
que el candidato más votado en las
elecciones, el socialcristiano Juncker, sea el futuro presidente de
la Comisión y confeccione un equipo de comisarios con dirigentes populares y
socialistas. En ese contexto se enmarca la visita del candidato al Palacio de
la Moncloa. Rajoy fue uno de los principales apoyos del ex primer ministro
luxemburgués y exresponsable del Eurogrupo a la hora de nombrarlo cabeza de
cartel del Partido Popular Europeo.
Juncker
necesita todos los respaldos comprometidos para la votación del próximo día 15 en Bruselas, incluidos
los de los socialistas españoles, muy renuentes a cumplir con el pacto general
de su grupo en Europa. Los tres aspirantes a suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba al
frente de la Secretaría General del PSOE, Eduardo Madina, Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias, se han pronunciado en contra
de la candidatura de Juncker. También lo ha hecho la portavoz socialista en la
Cámara, Elena Valenciano.
El
desmarque de los socialistas ha obligado a Rajoy a emplazar a sus dirigentes en
el Congreso a que voten la investidura del luxemburgués la próxima semana por
ser el candidato más votado en las elecciones, por contar con el aval de los
jefes de Gobierno y porque es “una persona de gran experiencia, un europeísta convencido y un gran amigo de
España”.
La portavoz
del grupo socialista, Soraya Rodríguez, se
tuvo que poner de perfil ante la
invitación del jefe del Ejecutivo y prometer que los
eurodiputados del PSOE serán “coherentes”. No aclaró si respetarán el acuerdo
alcanzado en Bruselas.
Rajoy tiene
claras sus contrapartidas al apoyo que ha prestado a Juncker desde el principio
(congreso del PPE en marzo) y de la mano de Angela Merkel: recuperar peso e influencia para los
representantes españoles en las instituciones europeas. En
fuentes del PP recuerdan que, de entrada, la primera aspiración del presidente
del Gobierno es situar como comisario a su exministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Y en un puesto
de influencia económica y, a ser posible, con rango de vicepresidente.
En los
mismos medios apuntan que las presiones para colocar a Luis de Guindos al frente de
Eurogrupo se plantean en paralelo, pero teniendo en cuenta que lo primero es
conformar el equipo de la nueva Comisión que debe ponerse en marcha a partir
de septiembre. Será después cuando se pueda abordar la reforma del cargo
de presidente del Eurogrupo para convertirlo en institución con jefe de dedicación plena y funciones de tutela
efectiva sobre los ministros de economía de la UE. Es el papel
que quiere Guindos. De seguir el cargo como está, tendría que compatibilizarlo
con el desempeño de su actual cartera en el gabinete de Rajoy.
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