jueves, 31 de marzo de 2016

Del Fracking y otros demonios


Silvia Guadalupe Garza Galván es senadora de la república de México por el PAN y Presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático, además de participar en otras comisiones ambientales y climáticas. Perfil






Publicado en Zócalo
Por Silvia Guadalupe Garza
27 de marzo de 2016



Hace aproximadamente 15 años, la idea del fracking o fracturación hidráulica, se promocionó en México y en el mundo como una fórmula mágica para disminuir las emisiones de dióxido de carbono, ya que el gas natural es el hidrocarburo que emite menos emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático.
Por otro lado, también se promocionaba la idea de que era más barato que hacer excavaciones profundas en el mar. De esta manera, a nivel mundial parecía ser una opción idónea para reducir emisiones y alternar los suministros de energía sin tener que cambiar el sistema energético a nivel mundial.
Parecía que el mundo podría evitar el cambio climático y solucionar la escasez de yacimientos de petróleo sin el menor esfuerzo. Así, la visión del fracking como la panacea del cambio sin esfuerzo así fue adoptada por numerosos países en el mundo, incluyendo a México. ¿Cuál es el problema de utilizar esta técnica de extracción de gas shale?
La realidad rápidamente demostró que la técnica del fracking viene acompañada de un precio muy alto. El fracking requiere de la inyección de químicos y de cantidades exorbitantes de agua en el subsuelo, lo que lleva a la contaminación de mantos freáticos y del subsuelo e incluso se ha comprobado que dicha técnica puede provocar sismos. Por el otro lado, la gran promesa de emplear fuentes que emiten menos gases de efecto invernadero se ve socavada por el grave hecho que inevitablemente los pozos tienen fugas de gas, particularmente del gas metano. Dicho gas es 21 veces más potente que el dióxido de carbono, lo que significa un peligro aún más grave para enfrentar el cambio climático.
Mucho tiempo se le restó importancia a las fugas de metano en los pozos que utilizan la técnica del fracking. Sin embargo, recientemente científicos de Harvard publicaron un estudio en la revista científica Geophysical Research Letters en el que demuestran que Estados Unidos tiene un problema serio de fuga de metano que no había sido calculado hasta este estudio. Los resultados son alarmantes.
Los investigadores demuestran que hubo un aumento de emisiones de metano entre 2002 y 2014 de 30%, que coincide exactamente con el periodo donde el fracking tuvo mayor auge en el país. Sumado, da un total de un aumento de emisiones de metano del 60% a nivel mundial En pocas palabras, resultó que la alternativa mágica al carbón no resultó tan mágica y las emisiones de metano ahora van en un serio aumento a nivel mundial. El tratado internacional firmado en París a final del año pasado está centrado en la reducción de dióxido de carbono, desestimando el poder y el aumento de emisiones del metano. Ahora el mundo deberá poner más atención a este otro gas que calienta la Tierra de forma mucho más eficiente.
Debido a las serias consecuencias ambientales que tiene la técnica del fracking, hay países que prohíben el uso de la técnica en su totalidad, como Francia y Bulgaria. También se ha regulado o prohibido a nivel estatal o local. Sin embargo, no sólo es cuestión de prohibir la técnica y punto. Ahora las empresas de extracción han adquirido gran poder con el que se pueden defender de la prohibición, como en el caso de la provincia de Quebec, en Canadá. Quebec consideró que la técnica era un peligro ambiental para sus ciudadanos y prohibió su uso. La industria del fracking contraatacó invocando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, argumentando específicamente que se trataba de un caso de competencia desleal. Las cortes favorecieron a la industria y el Gobierno de la provincia tuvo que pagar millones de dólares en compensación por pérdidas económicas. Eso es sólo una pequeña probada de un problema que puede ser mucho mayor, cuando entre en vigor el Acuerdo de Asociación Transpacífico, TPP.
Recientemente se dio a conocer el texto del TPP, y lo que contiene ha generado un gran revuelo entre grupos de conservación y protección del medio ambiente. Dicho acuerdo está dirigido a promover el crecimiento económico entre los países miembros; sin embargo, el TPP también tiene implicaciones ambientales significativas. Entre ellos se encuentran disposiciones que acelerar el ritmo de la exploración de gas natural, la extracción y el consumo”, alentando una mayor extracción de combustibles fósiles a través del fracking. Dicha disposición contrapone lo pactado durante la COP21 en París que busca mitigar el cambio climático e impulsar el uso de energías renovables. Parte de la controversia que rodea el Capítulo Ambiental del TPP es el ISDS (Solución de Controversias Inversionista-Estado). Esta disposición es muy controvertida, ya que ofrece a los inversionistas y las empresas el poder para demandar a los gobiernos si alguno de sus leyes o reglamentos dirigidos a la mitigación del cambio climático podría perjudicar sus inversiones corporativas. Con esta disposición, algunos países podrían incluso reconsiderar pasar leyes de protecciones ambiental, otros ecosistemas perjudiciales y la vida silvestre.
En este punto es donde se muestra uno de los grandes peligros que esconde el TPP, recién firmado por el presidente Peña Nieto. El caso del Gobierno de la provincia de Quebec es ilustrativo del peligroso poder que se les otorga a las empresas de extracción que ahora contarán con una gran protección de los tratados internacionales para continuar su actividad. Esto es un grave problema que debemos considerar ya que puede llegar un punto donde sea imposible frenar su actividad.
En fechas recientes la Alianza Mexicana contra el Fracking realizó una solicitud de información a Pemex para que proporcionara la información sobre el número de pozos que existen en la actualidad en México que utilizan la técnica del fracking. La respuesta de Pemex fue que actualmente existen 934 pozos que utilizan esta técnica en todo el territorio nacional. Más de 500 de estos pozos se encuentran en Veracruz, seguido por Puebla, Tamaulipas, Nuevo León y también Coahuila. De acuerdo con información oficial hasta la mitad de 2015, hay 47 pozos que utilizan la técnica de extracción de fracking en Coahuila, 1 en Piedras negras, 30 del campo Habano, 17 del campo Gamma, y otros 9 campos más con al menos un pozo cada uno, dando un total de al menos 57 pozos con fracking en Coahuila.
México, con su reforma energética, compró la misma idea que el resto del mundo, considerando que recurrir a la extracción del gas natural era disminuir las emisiones de dióxido de carbono. Como se mencionó anteriormente, ahora se cuentan con casi mil pozos de extracción. El mundo comienza a despertar para prohibir esta práctica. La ciencia ha demostrado las terribles consecuencias al entorno y para el cambio climático. ¿Cuándo frenaremos esta terrible práctica? Afortunadamente, el PAN comenzó una iniciativa para prohibir el uso del fracking en nuestro país. Es una empresa loable a la que debemos sumar esfuerzos para hacerla una realidad, puesto que detrás de la industria se esconden poderosos empresarios dispuestos a devastar ecológicamente todo el país con tal de obtener jugosos ingresos. El futuro del mundo, y en consecuencia, de México depende de frenar esta contaminante actividad lo antes posible. No fue la panacea que se esperaba; su terrible realidad es más cercana a una pesadilla, recuerden cuidar nuestro entorno, pues sólo tenemos un planeta.



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La oposición a la fractura hidráulica en los Estados Unidos crece en un año desde el 40% al 51%


© Flickr/ WildEarth Guardians







Publicado en Sputnik
30 de marzo de 2016 


La mitad de los ciudadanos estadounidenses entrevistados se oponen a la perforación de gas y petróleo de esquisto


La parte de los ciudadanos de los Estados Unidos que se oponen a la extracción de gas y petróleo de esquisto en un proceso conocido como fracturación hidráulica o fracking, ha aumentado del 40 por ciento en 2015 a más del 50 por ciento este año, según una encuesta realizada por la compañía de investigación de Gallup y que reveló el miércoles a Suptnik.

"En la encuesta de Gallup para Medio Ambiente 2016, llevada a cabo del 2 al 6 de marzo, los estadounidenses tienen una posición clara sobre la fractura hidráulica respecto hace un año. En 2016, el apoyo a la fractura hidráulica ha caído al 36%, mientras que la oposición ha subido al 51%," según mostraron los resultados de la encuesta”.

En 2015, alrededor del 40 por ciento de los estadounidenses encuestados dijeron que apoyaban la fractura hidráulica, mientras que el mismo porcentaje de los encuestados se opuso a ella, con una sustancial - 19 por ciento – de parte del público que desconocen o dicen no tener opinión sobre el método de extracción en controversia.

El fracking es un proceso en el que el agua mezclada con productos químicos es bombeada de forma subterránea a alta presión para romper formaciones de roca para liberar petróleo o gas natural hacia las cabezas de los pozos.

Los grupos ecologistas han advertido en repetidas ocasiones que los residuos químicos sobrantes de la fractura hidráulica podrían contaminar los suministros subterráneos de agua potable.


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miércoles, 30 de marzo de 2016

Fracking CyL: La Junta será "sensible" a la posturas contrarias al fracking







Publicado en Abc.es
EFE
30 de marzo de 2016


La Junta será "sensible" a las posturas contrarias al fracking que mantiene la oposición en las Cortes y tendrá en cuenta el resultado de la votación de la propuesta que el PSOE llevará al Congreso para prohibir esta técnica de extracción de gas natural, ha dicho el viceconsejero de Economía, Carlos Martín Tobalina.

A preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en Burgos, el viceconsejero ha recordado que en este momento se está negociando con los grupos políticos de las Cortes de Castilla y León el Plan Regional de Industria, que confía en que pueda estar listo dentro de un mes, en el que se hará referencia al fracking.

Aunque no ha adelantado la postura del gobierno autonómico, Carlos Martín Tobalina ha adelantado que será "muy responsable" y tendrá en cuenta la realidad actual del mercado que "no es la misma que hace uno o dos años".

En este sentido, ha reconocido que aprecia una "merma de interés" por parte de las empresas promotoras de proyectos de fracking en Castilla y León, seguramente relacionada con la pérdida de rentabilidad que supone la bajada del precio del barril de petróleo.


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¿Cómo están respondiendo las grandes petroleras al actual momento anti-carbono ?








Esta entrada fue publicada en el blog el 13 de enero de 2015


Publicado en Le Monde Diplomatique (English Edition)
Por Michael Klare
8 de enero de 2015


El contraataque del carbono




Alrededor del mundo, los combustibles a base de carbono están bajo ataque. Las presiones económicas cada vez más sombrías, la creciente resistencia popular, y los esfuerzos de los reguladores del gobierno,  todos han conmocionado a la industria de la energía. Los precios del petróleo están cayendo , los colleges y las universidades se están deshaciendo de sus reservas en inversiones en carbono, los votantes están instituyendo límites al hidro-fracking y los delegados en la conferencia climática de la ONU en el Perú han acordado imponer restricciones sustanciales en las emisiones globales de carbono en una conferencia que se celebrará en París a finales de año. Todo esto ha ido acompañado de lo que podría ser visto como un asalto moral al acto mismo de la extracción de la tierra de los combustibles basados ​​en el carbono, en la que las principales empresas de petróleo, gas y carbón se encuentran retratados como enemigos de la humanidad.

Bajo estas presiones, es posible suponer que la "Gran Energía" reaccionaría defensivamente, tal vez disculpándose por su papel en el impulso del cambio climático al tiempo que asumiría una posición de liderazgo en la planificación de una transición para una economía post-carbono. Pero sería un error: en lugar de retirarse, las principales empresas han pasado a la ofensiva, ensalzando sus contribuciones al progreso humano y minimizando el potencial de las energías renovables para sustituir a los combustibles fósiles en casi cualquier futuro imaginable.

Por supuesto, que los Grandes del carbono buscaran perpetuar su posición privilegiada en el mercado de la economía global, no resulta sorprendente. Después de todo, el petróleo es el bien más valioso en el comercio y las principales empresas productoras internacionales como ExxonMobil, Chevron, Shell aparecen regularmente en las principales listas de las empresas más rentables del mundo. Sin embargo, estas empresas no sólo están empleando tácticas legales y corporativas convencionales para proteger su posición, sino que están montando un asalto moral hacia los suyos, afirmando que los combustibles fósiles son un factor esencial en la erradicación de la pobreza y en el logro de una vida digna en este planeta.

Si pensáramos, como improbable,  que tales afirmaciones puedan aparecer, ya están siendo repetidas por funcionarios poderosos de todo el mundo - por lo general, los líderes de las naciones productoras de carbono como Rusia y Arabia Saudita o los representantes de los estados productores de energía estadounidenses como Texas y Kentucky. Cuente con una cosa: este equipo de entusiastas de los combustibles fósiles tiene la intención de asegurarse que cualquier camino hacia un futuro libre de carbono, en el mejor de los casos, tenga que ser largo y arduo. Mientras piense en ello, agregue a los principales líderes del Congreso para este equipo, ya que muchos de los vencedores republicanos en las elecciones de la mitad del período de 2014 son de los estados productores de crudo y carbón, y que regularmente alaban la producción de carbono por su contribución a la prosperidad local, mientras se embolsan contribuciones de las grandes petroleras y otras empresas de energía.

De no ser impugnada directamente, esta ofensiva pro-carbono - respaldada por abundante publicidad de la “Gran Energía” - es probable que atraiga,  al menos, tanto a favor como los reclamos de los activistas anti-carbono. En este punto, por supuesto, los argumentos morales contra el consumo de carbono son - o al menos deberían – ser bien conocidos. Las empresas de petróleo, gas y carbón, se afirma, están llevando a cabo de forma egoísta la obtención de mega-ganancias a expensas del clima, del medio ambiente, de nuestros hijos y nietos, e incluso, posiblemente, de un posible futuro razonable para la humanidad en su conjunto. "Básicamente [las grandes empresas de energía ] han dicho esto, vamos a destruir el planeta, no nos importa lo que usted diga, creemos que podemos hacerlo, y nos atrevemos a retar a que alguien nos detenga", observó el activista climático y cofundador de 350.org , Bill McKibben en una entrevista reciente. Esta perspectiva se refleja en muchos de los gestos realizados por los cerca de 400.000 manifestantes que participaron en la Manifestación popular sobre el Clima en la ciudad de Nueva York el pasado mes de septiembre.

La industria de los combustibles fósiles a menudo también se presenta como el núcleo de un sistema global de riqueza y poder que arrastra hacia abajo a la democracia y perpetúa las desigualdades planetarias grotescas. "Los combustibles fósiles realmente crean una economía hiper-estratificada", explica Naomi Klein, autora del exitoso libro Esto lo cambia todo: Capitalismo contra el clima . "Es la naturaleza de la concentración de recursos, y de la necesidades de una gran cantidad de infraestructura para sacarlos y para transportarlos. Y eso se presta a grandes ganancias y son lo suficientemente grandes como para poder comprar a los políticos ".

Hemos visto a personas como animan a la lucha contra el " fracking "en los Estados Unidos, contra el transporte de petróleo de arenas de alquitrán a través del oleoducto Keystone XL , y en contra del envío de carbón a los puertos en el Pacífico Noroeste. También apuntalan la unidad para librar a los colleges y universidades y otras instituciones de la dotación de sus reservas financieras en inversiones de combustibles fósiles, que ha cobrado impulso en los últimos meses, gracias a las decisiones del patronato de la Universidad de Stanford de desinvertir en acciones de compañías de carbón y de los Hermanos Rockefeller para finalmente deshacerse de sus existencias de combustibles fósiles e invertir en energía alternativa.

En el pasado,  las gigantes empresas del carbono como Exxon trataron de desviar estos ataques al negar la existencia del cambio climático o el papel de los humanos en causarlo- o al menos levantar la bandera de la "incertidumbre" sobre la ciencia que estaba detrás. También financiaron los esfuerzos de los científicos sin escrúpulos para poner en duda el calentamiento global. Mientras que la negación todavía figura en la propaganda de algunas empresas de carbono, ahora han elegido principalmente abrazar otra estrategia: ensalzar los beneficios de los combustibles fósiles y poner de relieve su contribución al bienestar humano y al progreso.

Por el momento, este contraataque del carbono es más claro y está más plenamente articulado en los discursos de los ejecutivos más importantes de la industria y de diversas publicaciones corporativas. De éstos, el más reciente y autorizado, de ExxonMobil,  Perspectivas de la Energía: Una visión a 2040 , fue publicado en diciembre. Descrito como una guía de planificación para el futuro de la inversión empresarial y la toma de decisiones, la Perspectiva combina un análisis de las tendencias mundiales de la energía con un resumen de ethos pro-carbono de la compañía - y así nos ofrece una mirada viva en donde la "Gran Energía" se dirige en su contraataque al movimiento climático.

Si el movimiento climático tiene que desafiar a los poderes de la energía de este planeta de manera efectiva, es crucial entender la visión que la Gran Energía tiene, sin duda, con la intención de hundirse en los increíbles recursos y que, en gran parte del planeta, se convertirían en la vida, con el argumento de respirar ignorando el calentamiento catastrófico del planeta. Lo presentan, por supuesto, como un paisaje de ensueño que brilla intensamente en un futuro glorioso - aunque sea una pesadilla lo que puede venir a la mente.

He aquí, pues, en pocas palabras el argumento con el que la Gran Energía va a sembrar previsiblemente el planeta en el futuro. Prepárese. 

No hay crecimiento sin nosotros

La piedra angular del informe de Exxon son sus afirmaciones de que se necesitan cada vez mayores suministros de energía para sostener el crecimiento económico y asegurar la mejora humana, y que solo existen en cantidad suficiente con los combustibles fósiles (y a precios suficientemente asequibles) para satisfacer la creciente demanda internacional. "Pronosticar las tendencias energéticas a largo plazo comienza con un hecho simple: la gente necesita energía",  afirma el informe. "En las próximas décadas, el crecimiento de población y de los ingresos - y una expansión sin precedentes de la clase media global - se espera que cree nuevas demandas de energía." 

Parte de esta energía añadida, reconoce Exxon, provendrá de la energía nuclear y renovable. La mayoría, sin embargo, tendrá que venir de los combustibles fósiles. En total, las estimaciones de Outlook, el mundo necesitará un 35% más de energía en 2040 que en la actualidad. Eso significaría la suma de unos 191 billones de unidades británicas térmicas (BTU) adicionales a los suministros mundiales por encima de los 526 cuatrillones de BTU que se consumieron en 2010. Un pequeño porcentaje que se añadirán a los BTUs, alrededor del 12%, provendrá de las energías renovables, pero la gran mayoría - estimado por Exxon en el 67% - será proporcionado por los combustibles fósiles. 

Sin combustibles fósiles, valida el argumento, no puede haber crecimiento económico. Así es como el CEO de Exxon y Presidente Rex Tillerson lo pone : "La energía es fundamental para el crecimiento económico, y el crudo será fundamental a lo largo del tiempo, a lo largo del tiempo no hemos encontrado, a través de la tecnología o de cualquier otro medio, otro combustible que pueda sustituir el papel que juega el combustible para el transporte, no sólo de pasajeros, para el transporte individual, el transporte comercial, el combustible de aviación, marítimo, todas las formas en que usamos el petróleo como combustible para mover a la gente y las mercancias de este planeta ". 

El gas natural es igualmente esencial,  argumenta  Tillerson, porque es la fuente mundial de energía con el crecimiento más rápido y un ingrediente clave en la generación de energía eléctrica. Tampoco existe la voluntad de dejar al carbón fuera de la mezcla. Este, también, va a jugar un papel importante en la promoción del crecimiento económico, en gran parte, al facilitar un rápido aumento de los suministros mundiales de electricidad. A pesar de toda la preocupación por las contribuciones del carbón a la contaminación y el cambio climático urbano, Exxon predice que va a seguir siendo "el combustible No. 1 para la generación de energía" en el 2040.

Sí, otras fuentes de energía tendrán un papel en ayudar a satisfacer las necesidades mundiales, pero sin combustibles a base de carbono, Exxon insiste, el crecimiento económico y lo chilla en alto, los pobres y desfavorecidos se quedarán sumergidos en la pobreza en el mundo.

Impulsando la nueva clase media global

Si hay un tema central para el nuevo ethos Exxon, es que estamos asistiendo a la emergencia de una nueva clase media global con posibilidades brillantes y que esta multitud en expansión, que constituye tal vez la mitad de la población mundial para el año 2040, requerirá siempre de mayores cantidades de petróleo, carbón y gas natural si quiere tener alguna esperanza de alcanzar su verdadero potencial. 

Citando datos de la Institución Brookings, la empresa señala que el número de personas que ganan lo suficiente como para ser considerados miembros de esa clase media global saltará desde aproximadamente 1,9 mil millones en 2010 a 4,7 mil millones en 2030 - en representación de lo que llama "el mayor incremento colectivo en los niveles de vida en la historia. "China e India serán los dos países que más sumarán a la clase media global, con la adquisición de cientos de millones de ciudadanos nuevos ricos, pero las ganancias sustanciales también serán alcanzadas por esos "países clave en crecimiento "como Brasil, México, Turquía, Tailandia e Indonesia". 

La aparición de un paquete de clase media a escala planetaria, representara una especie de consumismo salvaje, es algo para celebrar, insiste la compañía en su nuevo informe, haciéndose eco de las palabras del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas: "Cuando decenas de países y miles de millones de las personas asciendan en la escalera del desarrollo, como lo están haciendo hoy en día, tendrá un impacto directo en la creación de riqueza y en un mayor progreso humano en todos los países y regiones del mundo". 

Sin embargo, para que todo esto ocurra, el aumento de la clase media tendría que disponer de asombrosas cantidades de energía adicional - por supuesto, estamos hablando de nuevos suministros de las mismas viejas formas de energía a base de carbono - para construir y poder atender la demanda de todos los automóviles, casas , negocios, electrodomésticos y resorts que tales consumidores, sin duda, anhelan y demandan. Más ingresos , explica Tillerson, "refieren a la nueva demanda de alimentos, viajes , electricidad, viviendas, escuelas y hospitales" - y todos estos beneficios "dependen de la energía."

Por sí mismo, de hecho,  un aumento de los suministros mundiales de energía podría ser ampliamente beneficioso, si se suministra en gran parte por combustibles amigables con el clima. Pero tales fuentes genuinamente  "alternativas" de energía, (en las que, por cierto, las gigantes empresas energéticas no han invertido ninguno de sus beneficios) por lo general, cuestan más la producción que los combustibles fósiles, al menos inicialmente, y que crea, dice Exxon, un problema una vez que se considera la posibilidad de la demanda que va a venir en el año 2040. 

De acuerdo con el Outlook, prácticamente ningun aumento previsto de la demanda mundial de energía provendrá de los países industrializados más antiguos, que pueden darse el lujo de alternativas más costosas; es decir, más bien, el carbón y el gas natural para la generación de electricidad y el petróleo para el transporte - será la fuente de países que generalmente buscan energía barata para un rápido desarrollo. De los 201 cuatrillones de BTU en energía adicional requerida por el mundo en desarrollo de aquí a 2040, predice Exxon, 148 mil billones, o el 74%, será proporcionado por los combustibles fósiles - una estadística que, si es precisa, nos debe enfriar hasta los huesos en términos de cambio climático.

El papel de los combustibles fósiles en satisfacer las aspiraciones de la creciente clase mundial es especialmente evidente en el campo del transporte. "El aumento de la prosperidad impulsará una mayor demanda de transporte", señala el Outlook. "Una clase media global en expansión significa que millones de personas van a comprar un coche por primera vez." Entre 2010 y 2040, se espera que la población humana crezca en un 29%, pasando de aproximadamente siete mil millones hasta nueve mil millones de personas; el parque mundial de automóviles, camionetas y otros vehículos ligeros, sin embargo, se proyecta con un crecimiento de más del 100%, de 825 millones a 1700 millones. Y mientras que un número cada vez mayor de estos vehículos estará propulsados por motores híbridos de gasolina y electricidad, la mayoría seguirá siendo alimentado por petróleo, empujando hacia arriba la demanda de petróleo y el bombeo de cada vez más dióxido de carbono a la atmósfera. 

Una creciente clase media en busca de más productos de consumo, servicios urbanos, y las oportunidades de viajar también requerirá de una flota acorde de camiones, autobuses, trenes, barcos y aviones. La dependencia de los camiones y barcos de contenedores para transportar mercancías alrededor del mundo, a su vez, generará una gran demanda de diesel y aceite pesado, mientras que todas las compañías aéreas de bajo coste (como la malograda Air Asia ) serán exigentes con el combustible para la aviación. 

Por último, la nueva clase media global querrá más ordenadores, televisores de pantalla plana, aire acondicionado y otros electrodomésticos, avivando una creciente demanda de electricidad. Entre las naciones avanzadas que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), una parte creciente de la energía utilizada en la generación de electricidad será de hecho proveniente de las energías renovables y el gas natural, mientras que el uso de carbón se reducirá drásticamente. En los países fuera de la OCDE, sin embargo, la unidad de electrificación será acompañado por un significativo aumento en el consumo de carbón - a partir de 54 cuatrillones de BTU en 2010 a 82 mil billones en el 2040. Esto significa que la contribución del no-OCDE para el calentamiento global continuará elevandose, aunque este punto no es probable que Exxon lo enfatice.

Humanitarismo del Carbono

Tampoco el anteproyecto de Exxon es negligente con las necesidades de los ciudadanos más pobres del mundo. "El progreso permitido por la energía moderna no ha llegado a todo el mundo", señala el Outlook. "Una de cada cinco personas en el mundo todavía no tiene acceso a la electricidad. Aún más carecen de combustibles modernos para cocinar ". 

Esta es la base de lo que sólo puede ser llamado "humanitarismo del carbono" - la afirmación de que los combustibles baratos  a base de carbono son la mejor respuesta posible a los pobres del planeta  (a pesar de todo lo que sabemos que el cambio climático causará estragos, sobre todo en la vida de los pobres). Esta visión de la Gran Energía como el Buen Samaritano de nuestro mundo fue articulada por Red Tillerson en una intervención en junio 2013 para el Foro Global Asia Society. 

"Aproximadamente 1,3 mil millones de personas en nuestro planeta", dijo , "todavía no tienen acceso a la electricidad para las necesidades básicas como el agua limpia, la cocina, el saneamiento, la luz o para el almacenamiento seguro de alimentos y medicinas ... [lo que significa que ] la necesidad de ampliar el suministro de energía y tiene una dimensión humanitaria de la que debemos informar y que debe guiar nuestra política energética ". 

Preguntado sobre si el cambio climático no representaba un desafío mayor para los pobres del mundo, Tillerson optó por poner reparos. "Creo que aquí son mucho más apremiantes prioridades que ... tienen necesidad de ser tratadas," dijo en el Consejo de Relaciones Exteriores en junio de 2012. "Todavía hay cientos de millones, miles de millones de personas que viven en la pobreza extrema en todo el mundo. Necesitan electricidad ... Ellos necesitan combustible para cocinar sus alimentos en lugar del estiércol animal ... Les encantaría quemar combustibles fósiles, ya que su calidad de vida aumentaría enormemente, y su calidad de salud y la salud de sus hijos y su futuro se elevaría enormemente. Se podrían ahorrar millones y millones de vidas al hacer que los combustibles fósiles sean más disponibles en una gran parte del mundo que no los tiene ". 

De hecho, Exxon predice que la dependencia de los combustibles fósiles crecerá más rápido en las partes más pobres del mundo - precisamente las áreas que se espera que sufran más por el cambio climático. África, por ejemplo, se espera que sea testigo de un aumento de 103% en el consumo neto de energía de aquí a 2040, con un 83% de ese aumento proporcionado por los combustibles fósiles.

Podemos hacerlo mejor

La parte final del contraataque de la industria es la afirmación de que, para todos sus supuestos beneficios, las fuentes renovables de energía como la eólica y la solar simplemente no son capaces de proporcionar la energía extra necesaria para sostener el crecimiento económico e impulsar miles de millones de personas a la clase media. 

El problema, afirma Exxon, es que el viento y la energía solar son más costosos que los combustibles fósiles y por tanto no están creciendo lo suficientemente rápido como para satisfacer la creciente demanda mundial. A pesar de que la energía proporcionada por estas fuentes de energía renovables se expandirá un 315% de aquí a 2040, todavía representa una  pequeña parte de la matriz energética mundial total, que, para el final de este período, sólo alcanzarán la marca del 4% en su participación en el consumo total de energía en el mundo (en comparación con 77% para los combustibles de carbono). Las energías renovables también se dice que son problemáticas, ya que sólo proporcionan fuentes intermitentes de energía - en su defecto por la noche y en días sin viento - y debe ser reforzada por otros combustibles para garantizar la producción de energía ininterrumpida.

Afrontar el reto

En su conjunto, esto representa una deslumbrante visión de un futuro en el que cada vez más personas disfrutan de los beneficios de la energía abundante y un crecimiento ilimitado. Ya se puede imaginar los conmovedores anuncios de televisión que se generarán de forma masiva para propagar un mensaje de este tipo: las fotos de las personas que trabajan duro en todos los campos y disfrutando del sueño americano a nivel mundial gracias a Exxon y sus cohortes. Huelga decir que en tales imágenes no habrá nada que estropee la promesa de prosperidad sin límites para todos - no habrá  sequías terribles, supertormentas colosales, o migraciones masivas de personas desesperadas que tratan de huir de las zonas devastadas. 

Pero esta visión, como la publicidad contemporánea, se basa en una mentira: en este caso, en la idea cada vez más extraña de que, en el siglo XXI, la humanidad puede quemar en su camino una parte significativa de las reservas de combustibles fósiles del planeta para lograr un mundo en el que todo, esencialmente, será lo mismo - no es sólo más que lo mismo para todos. En el mundo retratado por Exxon, es posible una versión tranquilizadora de business-as-usual con actuaciones sin consecuencias ambientales. En ese mundo, la liberación acelerada y sin trabas y de carbono a la atmósfera no tendría un impacto significativo en la vida de las personas. Esto es, por supuesto, un cuento de hadas moderno que, si se cree, tendrá el más desastroso de los resultados. 

Algún día, también será visto como una de las mentiras más sorprendentes que quedarán en los registros históricos. De hecho, con esta visión a 2040, la quema de combustibles fósiles a través de cualquiera de las empresas y estados que saquen la energía  de la tierra y las emisiones de carbono producidas en el globo se asegurará el calentamiento del planeta mucho más allá de los dos grados centígrados considerados por los científicos para ser el máximo que el planeta puede absorber de forma segura sin efectos climáticos catastróficos. 

De hecho, esos paisajes de ensueño en la nueva versión pro-carbono del futuro planetario, en realidad, serán sustituidos por la quema de bosques , costas inundadas y desiertos en constante expansión . Olvidar el aumento mundial de la clase media, olvidar todos esos coches y camiones, aviones y estaciones de esquí, olvidar la buena vida por completo. Cuando las condiciones climáticas se deterioran , las tierras de cultivo se marchitan, las ciudades costeras y tierras de cultivo serán erradicadas, la infraestructura será devastada, la clase media existente se reducirá, y los pobres se enfrentarán a cada vez mayores privaciones. 

La prevención de estas catástrofes implican un esfuerzo dedicado de todos aquellos que verdaderamente se preocupan por el futuro sostenible de la humanidad. Esto sin duda requerirá educar mejor a la gente sobre los riesgos del cambio climático y el papel jugado por la quema de los combustibles fósiles en la producción del mismo. Pero también requerirá la exposición y deconstrucción de las fantasías futuristas desplegadas por las compañías de combustibles fósiles para perpetuar su dominio. Sin embargo, sus argumentos por muy fraudulentos que sean, tienen el potencial de mitigar un progreso significativo en el cambio climático y por lo tanto deben ser repudiadas enérgicamente. A menos que lo hagamos, los apóstoles del carbono seguirán dominando el debate y nos acercarán cada vez más a un infierno planetario. Esta es la única manera de frustrar y desacreditar a los que tratan de perpetuar el Reino de carbono.




Michael T. Klare, un habitual de TomDispatch , es profesor de estudios sobre la paz y la seguridad mundial en el Hampshire College y autor, reciente, de la carrera para lo que queda . Una versión de la película documental de su libro Sangre y Petróleo está disponible en la Fundación de Medios de Educación . Los enlaces a su trabajo se pueden encontrar en michaelklare.com .



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