Publicado en El Diario.es
Por Antón Losada
28 de junio de 2015
Esta
crisis la ha causado la codicia pero también la idiotez de unas élites tan
entupidas como insaciables
Nuestros
peores temores se confirman. Ya habíamos establecido que uno de nuestros
mayores problemas residía en que Europa se halla en manos de idiotas. Ahora
acabamos de confirmar, para acabar de arreglarlo, que el Fondo Monetario
Internacional está en manos de frívolos arrogantes. Esta crisis la ha causado
la codicia pero también la idiotez de unas élites tan entupidas como
insaciables.
Solo
existe algo peor que un idiota y es otro idiota con un arma cargada como supone
hoy la salida del Euro. Una diferencia de unos cientos de millones en la
recaudación del IVA y un puñado de tecnicismos sobre las pensiones y las
privatizaciones nos han traído al borde de este abismo. Cristine Lagarde podrá
sentirse orgullosa. Nunca nadie hizo tanto daño con tan poco y a tantos sin
saber muy bien siquiera qué estaba haciendo exactamente.
Casi
cinco años después, con la tercera parte del PIB griego tirado a la basura, con
unos cientos de miles de millones de euros malgastados y unas decenas de miles
de vidas arruinadas y destrozadas solo para demostrar que eran fácilmente arruinables
y destrozables, volvemos a la casilla de salida.
Un
joven primer ministro descubre que su legitimidad democrática y su voluntad
reformista no valen nada y pretende someter a referéndum las condiciones que le
imponen. En 2011 se llamaba Yorgos Papandreu, hoy se llama Alexis Tsipras.
Entonces a los socios comunitarios les pareció un riesgo innecesario
preguntarle a la gente si aceptaba voluntariamente ser sacrificada, hoy se lo
sigue pareciendo. La incapacidad para aprender de las élites que gobiernan
empieza a resultar francamente irritante.
Los
griegos se lo han buscado, sostienen muchos. Puede ser. Un país que ha
renunciado durante décadas a tener un sistema tributario mínimamente justo
alguna responsabilidad tendrá en las desgracias que le sucedan. Pero los bancos
alemanes y franceses que ganaron cientos de miles de millones especulando en
ese país y en esa economía que hoy tanto les escandaliza también se lo
buscaron. A ellos se les ha rescatado y se les ha ayudado sin poner mas
condición que el sufrimiento de miles de griegos que ni siquiera saben muy bien
qué ha pasado. La democracia era otra cosa. Siempre lo ha sido.
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