Publicado en El País
Por Jeffrey Sachs
14 de junio de 2015
En
algunos sectores, la impunidad es ahora tan omnipresente, que se la considera
inevitable
El
nuestro es un mundo de impunidad. Las acusaciones de corrupción rodearon
a la FIFA durante decenios y acabaron, hace dos semanas, con detenciones en
masa de altos cargos de la institución. Sin embargo, el presidente de la FIFA,
Sepp Blatter, fue reelegido, incluso después de las detenciones. Sí, al final
Blatter dimitió, pero sólo después de que él y docenas de miembros de la
Federación mostraran una vez más su desdén a la honradez y a la ley.
Vemos
esa clase de comportamiento por todo el mundo. Pensemos en Wall Street. En 2013
y 2014, JPMorgan Chase pagó más de 20.000 millones de dólares en multas por
infracciones financieras; sin embargo, el director gerente se llevó a su casa
20 millones de dólares de retribución en 2014 y 2015. O pensemos en los
escándalos de corrupción en Brasil, España y muchos otros países, en los que
los gobiernos siguen en el poder aun después de que se haya revelado un gran
nivel de corrupción dentro del partido gobernante.
La
capacidad de quienes ejercen un gran poder público y privado para violar la ley
y las normas éticas a fin de lucrarse es una de las más flagrantes manifestaciones
de desigualdad. Los pobres reciben sentencias a cadena perpetua, mientras que
los banqueros que afanan miles de millones reciben invitaciones a las cenas de
Estado en la Casa Blanca. Una famosa coplilla de la Inglaterra medieval muestra
que no se trata de un fenómeno nuevo:
que roba un ganso de la dehesa,
pero deja libre al mayor canalla,
el que le roba la dehesa al ganso.
Los
mayores ladrones actuales son
los que están robando los bienes comunes modernos: saqueando los
presupuestos estatales, degradando el medio ambiente natural y aprovechándose
de la confianza pública. En el caso FIFA podemos encontrar algunos actores
familiares: cuentas bancarias secretas en Suiza y en el paraíso fiscal de las
islas Caimán, empresas ficticias, en fin: todos los accesorios financieros
concebidos literalmente para proteger a los ricos del examen y de la ley....
Jeffrey D. Sachs es
profesor de Desarrollo Sostenible y de Política y Gestión de la Salud y
director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia. También es
Asesor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los
Objetivos de Desarrollo del Milenio.
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