Carolina
Bescansa, Robert Pollin e Íñigo Errejón durante la presentación este jueves del
plan de energías renovables. EFE
Publicado en InfoLibre
Por Gabriel Arias
22 de junio de 2015
Robert
Pollin, asesor de Obama, ha elaborado un estudio de eficiencia energética que
"se autofinancia con el ahorro" de las mejoras
Se
propone invertir en eficiencia, en energías renovables y reducir el consumo y
la dependencia de combustibles fósiles
Podemos presentó este lunes un
programa de inversión en energías limpias elaborado por el economista Robert
Pollin, asesor del Gobierno de Obama, de la Organización Internacional del
Trabajo y de la ONU. "Solo
es un marco, necesita desarrollo y abrirse al debate",
empezó su intervención Pollin, que resumió el estudio en tres ejes: eficiencia
energética y apuesta por las energías renovables en detrimento de los
combustibles fósiles. Unas medidas que, según el economista, generarían 320.000
empleos en su primer año de aplicación.
El cambio de modelo energético propuesto implicaría una inversión anual público-privada del 1,5% del PIB durante los próximos 20 años. "Este programa puede autofinanciarse por el ahorro que genera la eficiencia y por una menor dependencia de la energía que importa el país", que solo en petróleo representa el 5,5% de la riqueza nacional, subrayó el economista, que intentó explicarse proponiendo cuánto se ahorraría el Estado si mejorase la eficiencia de sus edificios públicos. Unas mejoras que se extenderían también al transporte, la industria y la red energética.
El cambio de modelo energético propuesto implicaría una inversión anual público-privada del 1,5% del PIB durante los próximos 20 años. "Este programa puede autofinanciarse por el ahorro que genera la eficiencia y por una menor dependencia de la energía que importa el país", que solo en petróleo representa el 5,5% de la riqueza nacional, subrayó el economista, que intentó explicarse proponiendo cuánto se ahorraría el Estado si mejorase la eficiencia de sus edificios públicos. Unas mejoras que se extenderían también al transporte, la industria y la red energética.
Aunque estas
medidas serían costosas (unos 18.500 millones de euros), el Estado habría de
invertir un 0,5% del PIB y la parte restante quedaría en manos de las empresas,
a las que habría que facilitar el crédito a través de la banca pública y el
Banco de España. Se plantea también la imposición de una tasa al carbono
cuya recaudación sería redistributiva.
Tanto Pollin
como Íñigo Errejón –número dos de Podemos– y Nacho Álvarez –economista del
partido– estimaron la creación de 320.000 empleos directos e indirectos en el
primer año por estas reformas, que beneficiarían especialmente a los
trabajadores de la construcción, el sector más perjudicado por el pinchazo de
la burbuja inmobiliaria. "Son cálculos conservadores", dijo Robert
Pollin, "he calculado que por cada empleo en las energías verdes se
genera medio en la economía general, pero hay estudios que hablan de hasta
dos trabajadores más".
Menos dependientes y menos contaminantes
El documento
–en el que también han participado Shouvik Chakraborty y Heidi Garrett-Peltier–
prevé que en las próximas dos décadas se reduzca un 75% la dependencia
energética de España frente al 16% que se lograría en caso
de no aplicarse las políticas propuestas. En total, un 62% de la energía
consumida estaría producida en territorio nacional. Sin embargo, según los
autores, el principal resultado de su proyecto sería una disminución del 32% en
el consumo de energía primaria. No obstante, Pollin matizó que "no es un programa anticrecimiento"
pero que sí se espera un menor consumo por la eficiencia, lo que se traduce en
un ahorro que puede ser invertido.
Con todo, explicó el
economista, las emisiones per cápita de
los españoles pasarían de 6,5 toneladas de dióxido de carbono al año, a 1,7.
En cualquier caso, destacó, muy lejos de los 17.600 kilos que genera cada
estadounidense e incluso de los 9.200 que emiten los alemanes.
En manos de consumidores, ayuntamientos y
Pymes
"A diferencia de las
corporaciones, las cooperativas energéticas no persiguen de forma agresiva
altas tasas de beneficio", explica el borrador facilitado. Por ello se
recomienda que la propiedad de los nuevos sistemas de producción permanezca en
manos de ayuntamientos, consumidores y pequeñas empresas, con el objetivo también de democratizar las redes
locales de distribución para evitar
las actividades especulativas que "hoy suponen una
importante fracción del precio de la electricidad".
Pollin valoró a España como el
"país líder en energía eólica" y reconoció que se necesita invertir en biomasa, solar e
hidroeléctrica, en este caso no mediante grandes presas sino en
pequeñas centrales.
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