Pepe
Gotera y Otilio, cuyo nombre completo es Pepe Gotera y
Otilio, chapuzas a domicilio es una serie de historietas
creada en 1966 por Francisco Ibáñez que muestra las cómicas aventuras
de dos obreros chapuceros y desastrosos.
Con el inicio de una nueva
semana, al repasar las últimas noticias
sucedidas respecto al fracking, destacan dos sucesos separados por miles de
kilómetros pero que guardan entre sí una relación interesante.
El primero de ellos afectaría a
la propia Casa Blanca en Estados Unidos y recoge la sentencia de un Juzgado Federal
de Distrito por la que dejaría en suspenso las regulaciones propuestas por
Obama para realizar la fracturación hidráulica en tierra federales y tribales
del país. La Administración Obama habría propuesto una serie de medidas para
ganar seguridad en la extracción de gas y petróleo, que si bien en principio
nada más afectarían a suelo público (federal y no válido para terreno propiedad
de los estados) podría haber servido de referencia para una regulación
posterior en los terrenos de propiedad estatal o incluso privados.
Estas medidas afectarían en
primer lugar a la integridad de los pozos. Los pozos de fracking están sometidos a grandes presiones a causa del proceso de
inyectado y con el tiempo pueden presentar fallas en el cementado producto de
la fatiga experimentada. Para ganar en seguridad se recurre a un entubado de
acero que busca imposibilitar la migración del gas desde el pozo a las fuentes
de agua subterráneas.
La industria viene defendiendo
la seguridad de la construcción y el hecho de que nuevas medidas regulatorias
serían innecesarias y nada más tendrían utilidad en encarecer el proceso. La
industria cuenta con la ayuda de un número considerable de gobernadores de los
estados productores que no quisieran ver mermados sus ingresos por las tasas
estatales a la extracción.
Sin embargo, estudios
documentados vienen mostrando una falla en el cementado de muchos pozos,
encapsulados de acero de menor longitud que la deseada y seguramente asociado a
la reducción de costos y prácticas de realizar la fractura horizontal más superficial
que la reconocida y por tanto más cercana a las fuentes de aguas subterráneas.
A estos hechos hay que sumar
parámetros nuevos como el re-fracking que propone la utilización de pozos ya
agotados. Con el inyectado de bolas de polímeros se busca sellar las fracturas ya existentes de forma que un nuevo golpe de presión
con la fracturación lograría abrir fisuras nuevas en la roca respetando las
antiguas. Sin embargo, esta técnica plantearía aumentar la fatiga del pozo sin
saber todavía sobre las consecuencias finales.
También es de destacar la
utilización de antiguos pozos convencionales para volver a hacerlos productivos
con las labores de fracturación horizontal, sin saber claramente como se
comportarán estos pozos que nunca fueron diseñados para este fin. Este reutilización
se estaría incluso realizando con pozos marinos, frente a la costa de
California, y con un volcado directo de las aguas residuales a las aguas
marinas.
El resto de las medidas
regulatorias afectaría a los químicos utilizados en la fractura hidráulica y al
origen y consumo de agua, así como a la gestión de las aguas residuales tóxicas
consecuencia del proceso.
Pero, ¿Por qué está tomando
tanto protagonismo el fracking en
EE.UU. en los últimos años? Como a la industria le gusta decir, la técnica se
práctica desde hace muchos años. Con esta afirmación la industria se muestra
tramposa haciendo uso de la palabra fracking
(acción de fracturar) y metiendo en el mismo saco técnicas antiguas que
buscan la fracturación, con la fracturación hidraúlica de alto volumen, nuestra
protagonista y con una aplicación industrial de una decena de años.
En sus primeros años, los
propietarios de tierras, inminentemente agricultores, se las prometieron felices
con las regalías que obtenían por ceder la explotación de sus derechos mineros.
Los derechos mineros en Estados Unidos son privados y no de naturaleza estatal
como en la mayoría de los países del mundo. Todo fue felicidad, las empresas ganaban,
los propietarios de tierras ganaban, el país generaba más energía y abarataba
los costes con el agrado de los ciudadanos.
Sin embargo, con el tiempo se
empezaron a mostrar los indeseables efectos secundarios, que durante mucho
tiempo han sido difuminados gracias a los contratos de confidencialidad que firmaban los
propietarios con las empresas y que así evitaban futuras demandas por estos
efectos indeseables.
Mientras tanto, del fracking se
hablaba cada vez más pero no se le veía, Los pozos se realizaban en los grandes
campos de Shale y en zonas desoladas donde la población esa muy escasa.
Sin embargo, la técnica es
extraordinariamente invasiva sobre el territorio y los pozos fueron acercándose
rápidamente hacia zonas más densamente pobladas y ahí empezó el gran rechazo
actual de parte de la población. Los temblores sísmicos, los derrames de agua
residuales, las grandes piscinas con aguas tóxicas, el consumo de agua, las
explosiones y los accidentes en las plataformas, la contaminación de aguas
superficiales, los miles de viajes de transporte pesado…
Todos los efectos indeseables
sucedieron desde el principio y algunos aumentados en la actualidad, como los
terremotos asociados al proceso de
desecho de las aguas tóxicas en pozos profundos. La diferencia radica en que inicialmente
la gente no los veía y solo percibía los beneficios en la bajada del precio de
la energía. Piense el lector que hasta los temblores que son inherentes al
fracking, son sucesos locales. Cuanto los pozos son más cercanos a la gente más
perceptibles son sus efectos.
Simplemente, el problema radica
en que pueblos y poblaciones están construidos encima de un subsuelo que las
empresas ambicionan para la extracción de gas o petróleo.
Para que el lector tenga una
idea del grado de desregulación y de
la exención del cumplimiento de
leyes ambientales que consiguió el fracking
con la administración Bush, en la ciudad de Denton en Texas, que ha sido
protagonista en muchas entradas de nuestro blog, si usted quisiera poner un horno
de pan en el centro de la ciudad no se lo autorizarían por las emisiones que
implica la actividad y sin embargo sí podría perforar un pozo de fracking.
Tal vez, con este ejemplo,
usted pueda valorar la capacidad de influencia en los políticos del oligopolio
del petróleo y del gas en Estados Unidos y como en España “nos venden” la
actividad en este país como una práctica inocua y de absoluta normalidad.
En la actualidad, miles de
escuelas en EE.UU, están cercanas a los pozos de fracking y con padres
preocupados por la seguridad y la salud de sus hijos. Esta preocupación también
se extiende a los servicios de emergencia, que ve cada vez más reducida la distancia
entre los pozos y las casas de la gente y lo que implicaría en caso de una
explosión u otro accidente.
Estos hechos han ocasionado que
cada vez más poblaciones busquen prohibir el fracking en sus términos
municipales mientras que se enfrentan a a las empresas y a los propios
gobernadores de los estados.
Se espera con interés una
futura sentencia en el Tribunal Supremo de Colorado sobre esta capacidad de
prohibir y que podría generar jurisprudencia en el resto del país.
¿Qué problema tiene Europa?
Pues mire usted un mapa. Es muy pequeña y está mucho más densamente poblada que
Estados Unidos. Es decir, si el primer pozo lo puede perforar en un sitio apartado,
a los pocos que se perforen, el siguiente ya estará en la puerta de algún
paisano.
Shale Gas España, en esto los
políticos prefieren hacer el “Tancredo”, les dirá que la posibilidad de un
accidente son remotas y les sacará una cifra con un cero, coma y otros ceros. No deja de ser
curioso que una de las empresas que representa esta organización y con
intereses en Burgos, sea una empresa de “medio pelo” y para cuatro pozos que
perfora, le explota uno en Albania, se lleva por delante unas cuantas casas y deja
un baño de barro en el pueblo que necesitó varios meses de limpieza.
Pero analicemos este punto con
un ejemplo. Un fin de semana se puente se pueden producir en España 20
accidentes graves de automoción que impliquen muertos. Los desplazamientos por
carreteras pueden llegar a suponer en un caso extremo 2-3 millones. Y se
contamos con los desplazamientos locales y habituales por ciudades o pueblos,
la suma puede superar 30-40 millones. La situación podría llegar a ser de un
0.75 muertos por millón.
Ante una cifra tan exigua un
fabricante de automóviles podría decir que la inclusión de un airbag podría ser injustificada ya que
la necesidad sería tan infrecuente que los costos de fabricación no estarían
justificados.
¿Qué diría usted ó el político
de turno? Pues dirían que el gasto está justificado, por la seguridad que
supone incluirlo aunque la mayoría de conductores no lo llegaran a necesitar en
toda su vida de conducción.
Es decir, usted y los políticos
de turno abogarían por la REGULACION
del sector exigiendo la inclusión del airbag en la construcción del automóvil.
¿Y por qué un airbag SÍ y la proximidad de un pozo de
fracking NO? Piénselo, también se
podría pensar por qué se permitiría en cercanía o incluso atravesando grandes
volúmenes de agua subterránea, ¿Por qué arriesgar?, como en el permiso LUENA y
que está enfrentando a una denuncia al ministro de Energía, José Manuel Soria.
Podríamos seguir escribiendo
por horas, pero todo es más sencillo de entender. El fracking es una técnica
extrema de obtención de energía y con la REGULACIONES
propias de cualquier otro sector simplemente NI sería RENTABLE, NI sería POSIBLE.
Veamos otro ejemplo, aquí en
España. Ante la posibilidad de realizar pozos de fracking por parte de la
compañía BNK Petroleum en la provincia de Burgos y pendiente del informe
medioambiental de la Comunidad del Castilla y León, los grupos ecologistas
asociaron las consecuencias de los posibles temblores del fracking con la
existencia de la central nuclear de Garoña, inoperativa pero con un depósito de
residuos nucleares.
El grupo de presión Shale Gas
se lanzó a minimizar cualquier consecuencia y la ausencia de medidas
adicionales.
Al poco el Consejo de Seguridad
Nuclear, en nota en prensa, aseguró que exigiría una red de detección sísmica
para prevenir efectos adversos.
El tema es sencillo, para que
exista una red de detección sísmica eficiente es necesario que la empresa
responsable de la perforación suministre datos de la perforación como por
ejemplo las presiones y los tiempos de duración de los inyectados de agua en el
proceso de fracturación y así poder entender científicamente los
acontecimientos que pudieran suceder.
Sin embargo, esto pudiera ser lo
que Shale Gas quisiera evitar, la entrega de cualquier dato que le pueda
comprometer en el futuro. Aún así, el tema sería para “enrojecer”. Significa que
dejando de lado la exigencia del CSN, ¿ El Ejecutivo español pudiera llegar a
tal grado de DESREGULACION que no la
exigiera en otras zonas interesadas? ¿Pedirá registros previos de la composición
del agua subterránea, del aire, o de aspectos geológicos o localización de las
fuentes de agua?.
Shale Gas podría ser como una
ama de casa que presume de tener la casa
limpia y perfectamente organizada pero cada vez que uno intentara mirar dentro,
¡te cierra la puerta!.
El tema no es menor, ya que si
nos fuéramos el segundo hecho nombrado al inicio de este escrito y esta vez en
España, se correspondería con las noticias de la semana sobre la comunidad de
Castilla-La Mancha.
Así, los responsables políticos
de esta comunidad declaran poder frenar la llegada del fracking, simplemente
con …………. ¡ MEDIDAS REGULATORIAS!.
Es decir, este razonamiento
simplemente es un reconocimiento de que su comunidad vecina, Castilla y León, otorgaría licencias de
fracking a base de ser MENOS exigente
con las normas de seguridad exigibles a esta industria, y por tanto se
inclinaría por DESREGULAR la
actividad.
Veamos otro ejemplo de lo
polémico que puede llegar a ser el fracking con la opinión de dos responsables
políticos de permitirlo a ambos lados del Atlántico.
El primero es el Comisionado de
Salud del Estado de Nueva York en EE.UU. Después de analizar un informe que se
correspondía con años de seguimiento y
estudio del fracking, vino a resumir su conclusión en la siguiente frase: “Tenía claro que no iba a dejar que su
familia viviera en una población donde se hiciera fracking”.
Además de las
críticas de la industria en el momento, poco más sería necesario comentar para
que la frase le quedara clara al lector.
El segundo es D. Baudilio
Fernández Mardomingo, Delegado de la Junta de Castilla y León en
Burgos y que en declaraciones recientes decía que “Yo no he estudiado
profundamente el fracking, pero no conozco ninguna opinión técnica autorizada
que esté en contra”.
¿Qué
quiere decir el Sr Fernández con esa frase? Si reconoce que no lo ha estudiado
profundamente, ¿significa que su opinión se basa en conversaciones de despacho?.
Actualmente y a largo del blog hemos referenciado numerosos papers de
revistas científicas, con publicaciones revisadas por pares, y con alto índice
de impacto, mayormente en el primer cuartil que refieren aspectos
inciertos del fracking y que incluyen referencias desde campos tan diversos
como la geología, la medicina, la sismología, la bioquímica o la biología entre
otros.
De
dónde extrae sus conclusiones el Sr Baudilio Fernández. ¿No tiene asesores que
le traduzcan artículos científicos sólidos sobre el tema e incluso que se los
faciliten resumidos y ordenados temáticamente?
Sería de interés que D. Baudillo Fernández se explicara con mayor claridad.
En
cualquier caso y respecto a las opiniones técnicas vamos a aclarar una cosa.
Una opinión nunca es un hecho demostrado. Y la opinión se puede dar con muchas formas
y colores. Veamos un ejemplo, la mayoría de las opiniones técnicas sobre el
fracking en España y visibles en prensa vienen de ingenieros y geólogos
relacionados de alguna u otra forma con la plataforma Shale Gas España. Es
decir, de una de las partes interesadas. Hasta el extremo que hace dos años con
las declaraciones de unos respetables ingenieros que defendían la técnica se
confirmó que eran propietarios de un paquete de acciones de una empresa relacionada
con los permisos de fracking.
Es
decir sí durante la declaración de un Sr. Ingeniero, de éstos, nos dice que el fracking es bueno para la sociedad
española, haga la siguiente prueba. Ponga en un lado de la balanza lo bueno que
es para la sociedad y en el otro extremo lo bueno que es para él.
En cualquier
caso la polémica estás servida. Dos comunidades autónomas. Castilla-La Mancha y
Castilla y León afrontan la llegada del fracking con exigencias diferenciadas. ¿Se
entenderá que Castilla y León apuesta abiertamente por explorar las riquezas
mineras de su subsuelo o que Castilla-La Mancha muestra preferencia por la
seguridad y bienestar de sus ciudadanos?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario