Publicado en Inside Climate News
Por Naveena Sadasivam
16 de octubre de 2015
Una
mirada comprensiva a una amplia gama de investigación concluye que el fracking
contamina inevitablemente el agua y el aire y daña a las personas
La gran mayoría
de los estudios concluyen que el fracking empeora la calidad del aire,
contamina las fuentes de agua y daña la salud pública, de acuerdo con una nueva
revisión de la literatura científica.
Más de 15
millones de estadounidenses viven a una milla de un sitio de fracking donde
haya habido perforación en los últimos 15 años. Numerosos estudios realizados
en la última década han indicado que la perforación del gas natural y el
fracking son inherentemente peligrosos, lo que plantea amenazas para el aire y
el agua y para los residentes que viven cerca, según los autores del informe.
Un compendio de
investigación sobre el fracking publicado esta semana por los Profesionales de Salud de Nueva York y Médicos por la
Responsabilidad Social, dos organizaciones no lucrativas de salud pública,
incluye revisiones de más de 500 estudios relacionados con el fracking, y
concluye que "no hay evidencia de que el fracking se pueda realizar de
manera que no amenace la salud humana ".
"Durante
años hemos escuchado historias. ... Ahora que la evidencia anecdótica está
siendo confirmada por la evidencia científica," Kathleen Nolan, un
pediatra y especialista en bioética en Nueva York y uno de los autores del
informe, dijo en una conferencia telefónica. "Simplemente no
hay justificación para exponer a las personas a estos riesgos."
Los estudios en
el compendio cubren una amplia gama de impactos como la 'contribución del
proceso del fracking a la aceleración del cambio climático, el empeoramiento de
la contaminación del aire, la influencia en causar terremotos, contaminar las
fuentes de agua y poner en peligro la salud pública. También se revisaron los
estudios relacionados con los efectos sociales con el aumento de la perforación
de gas en las comunidades, el impacto calculado de la inflación sobre
la economía y los riesgos para los inversores. Los autores utilizaron la
investigación que abarca todas las actividades de petróleo y gas, desde la
producción hasta la distribución, transporte y eliminación de residuos.
Los estudios científicos que establecen una conexión entre la perforación
del petróleo y gas y un empeoramiento de la salud eran escasos en los últimos
años, y es difícil probar sobre las emisiones de la perforación del fracking o
los gases contaminantes que dañan la salud de las personas. Pero con el tiempo,
en estudios dispares, los investigadores fueron capaces de identificar los
compuestos químicos en los fluidos del fracturamiento hidráulico y en las
emisiones, que muestran que los residentes han sido expuestos a los productos
químicos y luego se ha podiso establecer que esto condujo a mayores tasas de
nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y otros efectos negativos para la
salud.
El informe publicado esta semana es la tercera edición del compendio e
incluye artículos revisados por pares, informes gubernamentales y de
investigación original por periodistas de investigación, entre ellos algunos de
InsideClimate News. En 2014, se publicaron cerca de 200 estudios sobre el
fracking, y en los primeros seis meses de 2015, más de 100.
"La información que se está desarrollando tan rápidamente, y [el
compendio] permite, en un solo lugar, poder mirar la información", dijo
David Brown, un científico de la salud pública ambiental en Southwest
Pennsylvania y dentro del Proyecto de Salud Ambiental, una entidad sin fines de
lucro de Pensilvania que da asistencia a quién su salud se puede haber visto
afectada por la perforación del gas. "Esto permite buscar entre los
estudios y ver donde se superponen."
La industria del gas natural a menudo ha cuestionado la ciencia que
vincula el fracking con los efectos negativos para la salud y ha hecho hincapié
en la incertidumbre en la investigación científica.
Brown dijo que es "falso" el exigir que los investigadores
demuestren concluyentemente que un contaminante específico de un sitio estaba
causando una enfermedad en particular. Ese nivel de detalle no es importante en
la toma de decisiones políticas, dijo. Citó las decisiones de la Agencia de
Protección Ambiental para reducir las emisiones de plomo antes de que los niveles
de plomo que causaron efectos en la salud se conocieran completamente.
"En
algún momento, en algún lugar, tenemos que parar", dijo Brown. "Hay
personas que viven cerca de estos sitios, y hay un enorme número de resultados
adversos para la salud."
Junto con el lanzamiento de la compilación, los profesionales interesados
en la Salud de Nueva York
y Médicos por la Responsabilidad Social están pidiendo al presidente Barack
Obama y al Médico General Vivek Murthy que reconozcan los riesgos de la fractura
hidráulica.
Los grupos también instaron a que los gobernadores de Pennsylvania y
Maryland prohíban la práctica de forma indefinida. El gobernador de Maryland,
Larry Hogan, un republicano, instituyó una moratoria de 2½ años en junio. Los
funcionarios del Estado están trabajando en las normas bajo las cuales el fracking
podría realizarse.
Pennsylvania ha sido el corazón del fracking desde que se inició en 2008
en el noreste. El estado cuenta con más de 7.700 pozos de gas activos y ha
emitido cerca de 4.000 citas de violaciones en los últimos 7 años. Los
residentes de Pensilvania han presentado cientos de quejas ante los
departamentos de salud y medio ambiente del estado sobre las dificultades
respiratorias, asma, problemas de la piel, dolores de cabeza y hemorragias
nasales.
En Nueva York, donde el fracking ya está prohibido, las organizaciones
que produjeron el compendio pidieron que la infraestructura de gas natural,
como oleoductos y estaciones de compresión tuvieran prohíbido expandirse. Las
compañías de energía en el estado han presentado propuestas para ampliar las
redes de tuberías y construir una nueva terminal de importación y exportación
de gas natural.
"La infraestructura de gas natural contribuye al cambio climático no
sólo directamente, sino también por la promoción de la disponibilidad y el
consumo de combustibles fósiles", escribieron los grupos en una carta al
gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo. También dijeron que agregar
infraestructura de gas natural era contraproducente para el objetivo del Estado
de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el 80 por ciento
para el 2050.
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