Publicado en El País
Por Elena G. Sevillano
19 de octubre de 2015
Un estudio desvela múltiples errores en el informe del impacto acústico de unas prospecciones entre la Costa Brava y Menoría
Un
estudio técnico del CEDEX, organismo público dependiente del Ministerio de
Fomento, ha desvelado múltiples errores en el informe sobre el impacto acústico
que tendrá un extenso sondeo para buscar petróleo y gas en el Mediterráneo, frente a la
Costa Brava y al norte de Menorca. El Ministerio de Medio Ambiente
solicitó el estudio, imprescindible para decidir si autoriza la prospección,
que emplea
cañones de aire comprimido susceptibles de afectar a la fauna. El
CEDEX es contundente: hace falta otro informe para obtener el permiso.
“Se
recomienda que se requiera al promotor la realización de un nuevo Estudio acústico submarino que tenga en
cuenta todas las consideraciones del presente informe”, concluyen los
especialistas del CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas).
El informe, de marzo de 2015 pero que se acaba de incorporar al expediente,
señala varios defectos: “No se ha aportado información suficiente sobre la
caracterización de las fuentes”; “el modelo utilizado es demasiado simple”; “se
han encontrado anomalías importantes en los valores”, etcétera. Sobre el
cálculo de las emisiones, apunta: “Está del lado contrario al de la seguridad,
por lo que no resulta admisible”.
El
dictamen del CEDEX, al que ha tenido acceso EL PAÍS, supone un importante revés
para los planes de la multinacional Schlumberger, que pretende explorar en
busca de hidrocarburos un área de 37.000 kilómetros cuadrados mediante una técnica
llamada adquisición sísmica en el golfo de León, frente a las costas
de Cataluña y Baleares. No es el primer percance. En otro informe de junio
pasado los técnicos de la División para la Protección del Mar, dependiente del
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, recomendaron
no llevar a cabo los sondeos por el impacto que podrían tener para
distintas especies de cetáceos y tortugas.
El
plan multimillonario de Schlumberger aún debe superar otro escollo: su
tramitación lleva meses paralizada por un embrollo administrativo que ha
necesitado la intervención de la Abogacía del Estado. Actualmente hay dos
expedientes abiertos para la misma licencia medioambiental.
A ese retraso
se suma el demoledor informe del CEDEX, un documento “indispensable”, según
fuentes del ministerio, para valorar los riesgos del proyecto y decidir si
aprobarlo o no. Este organismo elabora dictámenes técnicos a petición de
distintos departamentos del Gobierno.
El Ministerio
de Medio Ambiente le pidió ayuda el año pasado para valorar el proyecto de
prospecciones de Repsol en Canarias después de que surgieran “dudas” sobre el
análisis de riesgos que había hecho la compañía. El CEDEX concluyó que Repsol
había calculado mal la probabilidad de que ocurriera un accidente y que el riesgo no
era “bajo” sino “medio”. Ahora Medio Ambiente recurre de nuevo a
CEDEX para valorar la afección acústica —se genera ruido casi constante de
hasta 270 decibelios en una zona de gran riqueza biológica, ruta migratoria de
cetáceos y cercana a espacios naturales protegidos— de los sondeos. “Se considera
un defecto grave la incompleta y a veces incoherente definición” de las
características de la fuente emisora del ruido, señala el informe. Más
adelante, echa en falta que el proyecto no analice correctamente los niveles
límite de ruido para los cetáceos. En estas campañas, los barcos que arrastran
los cañones de sonido cuentan con avistadores que detecten la presencia de
ballenas, delfines u otras especies sensibles, para detener la actividad hasta
que se alejen.
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