Por Víctor Martínez
Publicado en el Mundo
El
nuevo PSOE liderado por
Pedro Sánchez va a hacer de la lucha contra el fracking y las prospecciones
petrolíferas en Canarias uno de sus principales frentes en política energética.
«Existe una enorme preocupación social que demanda una reflexión serena y una
moratoria en su ejecución, en tanto se evalúan y cuantifican los riesgos que
van unidos a este tipo de prácticas», asegura en declaraciones a EL MUNDO Pilar
Lucio, nombrada nueva secretaria de Cambio Climático y Sostenibilidad del
partido en el congreso del pasado julio.
Los
socialistas demandan al
Ministerio de Industria que «paralice» todos los permisos de investigación
concedidos en España para la búsqueda de gas no convencional
mediante la técnica de fractura hidráulica. Esta reacción se produce después de
que este diario publicara el pasado miércoles que los planes del Gobierno pasan
por «favorecer» el fracking
con el objetivo de reducir el coste energético a las grandes empresas e
impulsar la reindustrialización del país.
En
España hay concedidas actualmente
68 autorizaciones de investigación para la búsqueda de hidrocarburos,
además de 55 que esperan respuesta en los registros de Industria o de las
respectivas comunidades autónomas. Por
zonas, Castilla y León y País Vasco acumulan más de la mitad de los permisos
vigentes. «Hay que paralizar los proyectos de investigación e investigación
hasta que no se dispongan de informes concluyentes que descarten la existencia
de daños ambientales y para la salud», advierte Lucio.
En
la misma línea, la directiva socialista se muestra contraria a las prospecciones
petrolíferas en Canarias por parte de Repsol y demanda su paralización.
«Se van a realizar en una zona en la que cualquier incidente que se produzca en
sondeos, exploración o explotación supone un grave problema medioambiental en
un espacio sensible y un gravísimo problema para la economía de los
archipiélagos», argumenta.
En
el otro lado, fuentes próximas al Gobierno
precisan que todos los permisos concedidos cumplen con las garantías
medioambientales exigidas y recuerdan que España -un país que importa un 73,3%
de la energía que consume- no puede renunciar a investigar si dispone de
recursos energéticos en el subsuelo.
La
nueva encargada de la política energética socialista sostiene que el camino
para «reducir la dependencia energética del país» pasa por las energías
renovables. «Disponemos de sol y viento y cantidades infinitas», argumenta.
Preguntada por el fuerte incremento del coste de las tecnologías verdes en los
últimos años -hasta 9.192 millones en 2013-, Lucio responde que «los costes de
las nuevas generaciones de renovables se han reducido y siguen reduciéndose de
forma espectacular respecto a los de primera generación». Y remata:«Las
energías renovables no son el problema, son la solución».
El
PSOE también va a presionar al Gobierno para realizar una «auditoría
regulatoria que indique claramente el coste de cada tecnología que compone
nuestro mix energético».
Esta propuesta ya fue formalizada por el partido en el último Debate sobre el
Estado de la Nación, sin llegar a prosperar.
Lucio
insiste en que tecnologías como la nuclear y la hidráulica «están plenamente
amortizadas» y reciben una retribución «muy superior a lo que cuesta realmente
la energía que producen». Las eléctricas, propietarias de estas instalaciones,
niegan este extremo y recuerdan que estas centrales necesitan de constantes
inversiones para garantizar su operatividad y seguridad.
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