Publicado en El Periodico
17 de octubre
de 2015
Un
incendio en las 90.000 toneladas de ruedas amontonadas obligaría a cerrar el
aeropuerto de Barajas, afirma el rotativo británico
El grave problema ambiental y
el peligro de incendio que suponen las 90.000
toneladas de neumáticos que se acumulan en 117.000 m2 de la localidad
toledana de Seseña han
cruzado fronteras y han llegado a la prensa del Reino Unido. El diario
británico 'The Guardian' se ha hecho eco en su web de la situación del mayor vertedero de Europa, en
el que 5 millones de neumáticos se amontonan a la espera de que las autoridades
españolas decidan cómo se tiene que reciclar
la montaña de caucho.
El rotativo subraya que el
vertedero "se encuentra a 400 metros de la urbanización de El Quiñón, una de los más notorias
del 'boom' inmobiliario.
Solo unas 1.000 de las 13.500 unidades (viviendas) previstas están ocupados, lo
que le convierte en un
pueblo fantasma". 'The Guardian' informa que El Quiñón se
construyó sin suministro de agua o de gas, dejando los pisos inhabitables, unos
servicios que ahora se han conectado pero que los bancos, desesperados por
deshacerse de las propiedades, han reducido el precio de un apartamento de dos
habitaciones de 200.000 euros a 57.000.
UN
INCENDIO AFECTARIA A BARAJAS
'The Guardian' afirma que esta
semana los responsables locales trabajaban para llevar a cabo una licitación
con el objeto de encontrar una empresa que tenga capacidad para triturar la inmensa montaña de neumáticos,
que plantea el problema de un posible
gran incendio con su correspondiente riesgo ambiental. Los
ecologistas, según el diario, han advertido que si los neumáticos se
incendiaran, el fuego no se podría extinguir con agua y tendrían que ser
cubiertos con tierra. En el caso de un incendio, el aeropuerto de Barajas "tendría que ser cerrado y
se calcula que unos 11.000 hogares deberían ser evacuados", afirma el
rotativo.
La compañía inicialmente
encargada de la gestión del reciclado tenía solo cuatro empleados y era incapaz
de hacer frente a una obra de tal magnitud, prosigue 'The Guardian', que afirma
que esa empresa fue multada en varias ocasiones por infringir la normativa
ambiental y que en el 2009 el propietario fue encarcelado durante tres meses
por delitos contra el medio
ambiente.
Una vez triturados, los trozos
de los neumáticos de los automóviles se pueden mezclar con asfalto para ser utilizados como pavimento de carreteras.
Los niveles de ruido en esas vías son hasta 12 decibelios más bajos que en las
carreteras convencionales, informa 'The Guardian'.
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