(Entrada
publicada en el blog el 10 de septiembre de 2014)
Publicado en Eurasia
Por German Gorraiz Lopez
9 de septiembre de 2014
Dado que las energías alternativas todavía necesitan
enormes subsidios como para ser viables en los países en vías de desarrollo,
que la práctica del fracking es todavía incipiente y suscita recelos
medioambientales y que la inercia de los activos petroleros no permitirá que
las grandes compañías abandones sus equipos e infraestructura actual, se deduce
que la economía mundial seguirá gravitando sobre la dependencia del petróleo en
la próxima década.
El gas se presenta como el único sustituto ante una
presunta escasez de petróleo, (en especial el gas no convencional o gas de
esquisto), modalidad de gas natural que se extrae de rocas de pizarra situadas
bajo la superficie de la tierra mediante la técnica del fracking. Sin embargo,
el recurso del gas natural convencional sigue el mismo camino de inestabilidad
que el crudo y su declinación sería tan sólo unos años después que la del
petróleo, por lo que algunos países ya cuentan con reservas estratégicas de
petróleo que destinan exclusivamente para uso en situaciones críticas para
garantizar el consumo interno durante un par de meses además de implementar
medidas cosméticas de ahorro de energía.
El fracking como arma estratégica de EEUU
La producción de petróleo de forma convencional en
EEUU alcanzó su máximo nivel en 1970 y después comenzó a declinar, teniendo que
importar en el 2005 casi el doble del total de crudo producido en dicho país
hasta la aparición de la revolucionaria y controvertida técnica del fracking,
hija del ingeniero George Mitchell y que consiste en la extracción de gas
natural no convencional mediante la fracturación de la roca madre (pizarras y
esquistos) para la extracción de gas de esquisto (shale gas) y de petróleo
ligero (shale oil), técnica en la que EEUU sería pionero en su aplicación,
descollando Texas, Oklahoma, Dakota del Norte, California, Colorado y Montana.
Según datos publicados por la Administración de Información de Energía de EEUU
(AIE), dicho país se habría convertido ya en el principal exportador mundial de
combustibles refinados (gasolina y diésel), pudiendo convertirse en el horizonte
del 2017 en exportador neto de GNL y además habría alcanzado una producción
mensual de crudo equivalente a 6,5 millones de barriles diarios provenientes de
los campos tradicionales y de las nuevas explotaciones de petróleo en roca
porosa (Dakota del Norte), pero teniendo en cuenta que el consumo doméstico de
EEUU se movería en la horquilla de los 16 a los 20 millones de barriles
diarios, seguirá siendo importador neto de crudo hasta el 2035, estimándose que
en el 2020 el petróleo importado representará tan sólo el 26% de su mercado
interno debido a la combinación de una alta producción interna y de un bajo
consumo de crudo en el país tras asistir a su progresiva sustitución del
petróleo por biocombustibles, gas natural licuado (GNL) y energías renovables, especialmente
eólica, biomasa y fotovoltaica.
En la actualidad, el 45% de las importaciones de crudo
de EEUU proceden de Oriente Medio y Norte de África pero la nueva geoestrategia
energética pasaría por tener a Canadá como principal proveedor de crudo, estando
proyectada la construcción del oleoducto Keystone XL para transportar el crudo
canadiense hasta el Golfo de México lo que tendrá como efectos colaterales la
progresiva disminución de importaciones de crudo procedentes de la OPEP,
México, Colombia y Brasil así como la drástica reducción de sus compras a
Venezuela con el objetivo inequívoco de lograr la asfixia económica del régimen
de Maduro y fagocitar sus reservas de petróleo (según el Departamento de
Energía de EEUU, las ventas de crudo venezolano a EEUU serían de tan sólo
952.000 bpd diarios a finales del 2012 frente a los cerca de 1,7 millones de
bpd vendidos en1998, representando en la actualidad el 8% del total importado),
lo que obligará a México Y Venezuela a diversificar sus exportaciones hacia
China y la India.
Así, México apuesta por duplicar sus exportaciones de
petróleo hacia China y aumentar los embarques hacia la India en el 2014, con el
objetivo de lograr que 1/5 de los 1,1 millones de bpd que exporta México sean
destinadas a mercados asiáticos mientras la petrolera estatal venezolana Pdvsa
intenta redireccionar sus exportaciones hacia China e India para suplir la
drástica reducción de ventas de crudo a EEUU, pues según el Departamento de
Energía de EEUU, las ventas de crudo venezolano a EEUU serían de tan sólo
952.000 bpd diarios a finales del 2012 frente a los cerca de 1,7 millones de
bpd vendidos en 1998.
Sin embargo, el acuerdo chino-venezolano por el que la
empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares
para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de
crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, (considerado el yacimiento petrolero
más abundante del mundo), sería un misil en la línea de flotación de la
geopolítica global de EEUU, cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes
energéticas de China.
En Argentina, según OMAL (Observatorio de
Multinacionales en América Latina), Repsol pretendía explotar los recursos del
campo argentino de Vaca Muerta, (yacimiento que contiene petróleo de esquisto
con unas reservas potenciales estimadas en cerca de 23.000 millones de barriles
equivalentes de petróleo), pero para extraer ese crudo es necesario inyectar en
el subsuelo grandes cantidades de substancias químicas por lo que necesitaba
contar con un socio con la tecnología adecuada para explotar todo el potencial
de los pozos con un monto inversor cercano a los 10.000 millones de dólares,
folletín por entregas que tuvo su epílogo con la jugada maestra de Chevron que
tras una exigüe inversión de 1.500 millones $ habría obtenido el megacontrato
del siglo que incluiría una extensión de 38.500 km2 de pozos petrolíferos con
una expectativa de extracción de 1.600.000 millones $.
Según bnamericas.com, Chevron
Argentina se dedica a la exploración y producción de petróleo y gas natural y
posee una sólida posición de superficie en la fértil cuenca Neuquén de
Argentina y controla una importante superficie en la cuenca Austral, en el sur
de Argentina, (con una producción bruta que bordea los 78.000b/d de petróleo y
los 40Mp3/d de gas, ( 8% de la producción petrolera en Argentina ). Además, la
superficie de exploración abarcaría 5mn de acres en cuencas clave de petróleo
ubicadas en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, aunque su imagen estaría
lastrada por el desastre medioambiental ocasionado en la Amazonia ecuatoriana,
“uno de los desastres ambientales más graves de la humanidad “, según el
Presidente ecuatoriano Correa.
Respecto a Bolivia, según territoriosenresistencia.org, y aunque según el
Colegio de Ingenieros Petroleros de Santa Cruz “ la producción de gas no
convencional mediante Fracking o fractura hidráulica no es prioritaria por el
momento en Bolivia” , YPF Argentina podría firmar próximamente un acuerdo con
YPFB enfocado en el desarrollo de exploración y estudios sobre gas no
convencional (shale), que supondría eventualmente el uso en Bolivia de una
técnica de extracción (el fracking) cuestionada en varios países del mundo por
sus efectos socioambientales.
El fracking y la rusodependencia
europea
El proyecto del gasoducto conocido como Nabucco West
,(proyectado por EEUU para transportar el gas azerí a Europa a través de
Turquía, Bulgaria, Rumania y Hungría y así evitar el chantaje energético ruso),
fracasó al haberse inclinado Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajistán por el
proyecto ruso del gasoducto South Stream y retirarse finalmente Azerbaiyán del
proyecto en junio de 2013, siendo elegida la vía alternativa del gasoducto transadriático, (TAP, Trans Adriatic
Pipeline), mediante el cual Azerbaiyán exportará su gas hacia Europa a través
de Grecia, Albania e Italia pero que sólo puede transportar un tercio del
proyecto Nabucco, por lo que no supone ninguna amenaza para los intereses de
Rusia.
Por parte rusa, en el 2007 presentó el proyecto del
gasoducto South Stream , gasoducto de 39.000 millones de dólares que recorrería
Rusia, Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia y que debía garantizar el
suministro de gas ruso a la UE (evitando el paso por la pro-estadounidense
Ucrania tras la crisis del gas del invierno del 2.006 y los recortes de
suministro producidos en incontables países de la UE (el 80% del total del gas
que la UE importa de Rusia pasa por Ucrania y abastece en más de un 70% a
países como los Países bálticos, Finlandia, Eslovaquia, Bulgaria, Grecia,
Austria, Hungría y República Checa). Sin embargo, dicho proyecto dormirá en el
limbo de los sueños tras la negativa de Bulgaria a participar en dicho proyecto
debido a las fuertes presiones de EEUU, cuyo objetivo inequívoco es sustituir
la rusodependencia energética europea (30% del gas que importa la UE procede de
Rusa) por la frackingdependencia, inundando el mercado europeo con el GNL (gas
natural frackeado en EEUU y transportado mediante buques gaseros) para hundir
los precios del gas ruso así como impulsando la utilización de la técnica del
fracking en todos los países de la Europa Oriental, el llamado “arco del
fracking europeo” que se extendería desde los Países Bálticos hasta la Ucrania
europea, pasando por Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania y
Bulgaria y que dependerá de la tecnología de empresas estadounidenses como
Chevron o Shell.
Por último, la coalición de intereses ruso-alemanes
ideó el proyecto Nord Stream inaugurado en el 2011 y que conecta Rusia con
Alemania por el mar Báltico, con una capacidad máxima de transporte de 55.000
millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año y con una vigencia de 50 años.
Dicha ruta se estima vital para Alemania y los Países Nórdicos, por lo que ha
sido declarado de “interés europeo” por el Parlamento Europeo y crucial para la
geoestrategia energética rusa pues con dicha ruta se cerraría la pinza
energética rusa al descartar a las Repúblicas Bálticas y Polonia como
territorio de tránsito.
La utilización del fracking en Europa estaría envuelto
desde sus orígenes en la polémica por su posible impacto ecológico, al estar
presuntamente relacionada su utilización con posteriores contaminaciones de
acuíferos y actividad sísmica, del que sería paradigma la pequeña localidad de
Assumption ( Luisiana-EEUU), pero dada la ausencia de avales científicos
definitivos y visto el déficit energético de la Unión Europea, la CE prepara ya
una propuesta legal para regular su utilización.
Así, Bruselas pretende que las compañías que estén
dispuestas a realizar este tipo de exploración del llamado shale gas tengan que
cumplir con la directiva Reach en materia de agua y de productos químicos, pues
existen países como Francia donde ya con Sarkozy prohibieron esta práctica a
pesar de disponer de las mayores reservas de la zona europea; otros como
República Checa, Dinamarca y Bulgaria donde estaría vigente una moratoria y
finalmente Lituania, Polonia y Reino Unido que habrían ya iniciado los trabajos
para investigar la posible aplicación del fracking en sus respectivos países,
no siendo descartable que tras el chantaje energético ruso, la mayoría de
países de la UE sucumban al espejismo energético del fracking y terminen por
utilizar dicha técnica en el horizonte del 2020 a pesar de las protestas de los
grupos ecologistas anti-fracking.
Germán Gorráiz López nacíó en Navarra en 1957. Escribe
análisis sobre temas económicos y geopolíticos. Colabora, además de en Eurasia
Hoy, en otros medios digitales españoles y latinoamericanos como Diario SIGLO
XXI, Bottup, España Liberal, Libre Pensador, Socialdemocracia.org, Alainet ,
CubaNuestra, Plano-Sur.org, Entorno-empresarial.com o El Mercurio Digital.
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