El
comisario de acción por el clima y energía, Miguel Arias Cañete - Foto Europa
Press
¿Cuánto aguantará con el blindaje de Bruselas un Arias
Cañete cercado por la corrupción?
El
caso Acuamed, las sociedades ‘offshore’ de su esposa, sus negocios petroleros…
complican su papel como comisario europeo.
Publicado en VozPopuli
Por Raúl Pozo
22 de mayo de 2016
La pregunta del titular circula
hace tiempo por los pasillos de las instituciones comunitarias, especialmente
el Parlamento y
la Comisión.
Pero mucho más durante la última semana, cuando ha trascendido que altos cargos
del Ministerio de Agricultura
han implicado a Miguel Arias Cañete
en el caso que la Audiencia
Nacional investiga por corrupción en la sociedad pública Acuamed, dependiente del
departamento que dirigió el hoy comisario de acción por el clima y energía
entre 2011 y 2014. Aunque llueve sobre mojado. Semanas antes, la aparición del
nombre de su esposa, Micaela
Domecq, en los llamados ‘papeles
de Panamá’, terminó por poner en el disparadero el nombre del
comisario europeo, perseguido también por sus vinculaciones con empresas
familiares dedicadas al negocio petrolero. Cañete se refugia en el parapeto de
la Comisión que, sin duda, es fuerte y resistente. La duda es hasta qué punto.
Las declaraciones de Federico Ramos, ex secretario
de Estado de Medio Ambiente, y de Liana
Ardiles, directora general de Aguas del Ministerio de
Agricultura al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que investiga el caso de corrupción
en Acuamed, han provocado un gran revuelo en el entorno del Ejecutivo
comunitario. De forma directa, ambos acusaron al ahora comisario Arias Cañete de proteger y
promocionar cuando era ministro a Arcadio
Mateo, antiguo director general de Acuamed y considerado como
cabecilla de la trama que percibía favores a cambio de favorecer a grupos
constructores adjudicatarios de obras en infraestructuras hídricas.
Según las confesiones de ambos
ante el magistrado, la conexión entre Mateo y Arias Cañete era directa y ante
situaciones complicadas, el ex ministro siempre le apoyaba, como en el caso en
que decidió cesar a Ardiles como presidenta de Acuamed cuando tuvo un enfrentamiento
con su supuesto protegido en Agricultura.
Las preguntas parlamentarias
sobre este asunto se agolpan en Bruselas aunque la Comisión Europea se ha
limitado a señalar que hay una investigación en marcha en España y que no se
pronunciará mientras continúe esta situación.
La tibieza de la Comisión
Tampoco fue en exceso
contundente la reacción del Ejecutivo comunitario al conocerse que la esposa de
Arias Cañete está relacionada con los ‘papeles de Panamá’ con la sociedad Rinconada Investments Group,
que estuvo activa entre 2005 y 2010 (antes de que su esposo llegara al
Ministerio de Agricultura). Por entonces, la Comisión argumentó que el
matrimonio de Miguel Arias Cañete y Micaela Domecq se rige bajo el régimen de
separación de bienes. Una circunstancia que, sin embargo, no fue óbice para que
Cañete incluyera en su declaración de bienes como comisario europeo la
participación de su esposa en la mercantil Agrícola Micaela Domecq S.L.
En realidad, la sombra de la
sospecha persigue a Cañete incluso desde antes de su designación como comisario
europeo. Poco antes de someterse al examen previo correspondiente, el ex
ministro vendió su participación en las petroleras familiares Petrolífera Dúcar y Prologis Canarias. Una maniobra
que se vendió desde el Partido
Popular como un acto de diligencia puesto que no estaba
obligado a hacerlo. El caso es que las operaciones llevaron a una modificación
de su declaración de intereses y también a que la situación de Cañete respecto
a estas sociedades dejara marca. Las empresas siguen controladas por miembros
de su familia, entre ellos su hijo y su cuñado.
Ante esta cascada de
circunstancias adversas, el comisario Arias Cañete se refugia en Bruselas lo
que, en principio, es una decisión comúnmente aplaudida por su entorno.
"No es nada malo el parapeto que ofrece la Comisión. No resulta nada fácil
poner en apuros a un comisario y mucho menos intentar siquiera que abandone su
cargo", asegura a Vozpópuli
un experto en cuestiones comunitarias. "La Comisión es muy
escrupulosa con las actuaciones de los comisarios durante su ejercicio e
incluso transcurrido un tiempo después de dejar el Gobierno. No es que lo de
antes no importe, sencillamente se queda en un segundo plano".
Petición de Juncker o moción
de censura
Si la investigación en torno al
caso Acuamed implicara aún más a Arias Cañete hasta el punto de hacerle
declarar o incluso imputarle, su salida de la Comisión tampoco resultaría
sencilla. De no presentar directamente su renuncia, sólo el presidente del
Ejecutivo comunitario, Jean-Claude
Juncker, podría solicitárselo. "No es lo más común, el
presidente va a muerte con sus comisarios y haría todo lo posible por evitar
escándalos y fisuras en el Gobierno", apunta esta fuente.
Ante esta circunstancia,
quedaría la opción de presentar una moción de censura en el Parlamento Europeo,
algo de lo que no se ha librado ni la Comisión Europea en bloque. Sin embargo,
para sacarla adelante es necesario contar con la votación favorable de dos
terceras partes de la Cámara. Algo que se antoja complicado dada la composición
actual del Parlamento.
Entre las formaciones políticas
en España, Podemos es la
más proclive a tratar de forzar la salida de Arias Cañete de la Comisión. La
formación morada considera que el ex ministro nunca debió siquiera ser nombrado
para este puesto. En las filas del PSOE,
más europeísta, existen más dudas y prefieren esperar acontecimientos. Por el
momento, lo más probable es que nombres como Acuamed, Prologis, Micaela Domecq
y Rinconada se hagan incluso familiares entre los parlamentarios europeos……
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