Publicado en El
Boletín
Por Violeta Muñoz
5 de julio de 2015
Corporate
Europe Observatory pide al Defensor del Pueblo Europeo que paralice la
actividad de un comité asesor que “intenta introducir el fracking por la puerta
de atrás”.
Más del
70% de los asesores para la extracción de hidrocarburos no convencionales en la
Unión Europea son representantes de la industria del fracking o mantienen conexiones con el sector, según el Corporate Europe Observatory (CEO). Tras publicar sus datos en el informe “Carta blanca al
fracking”, la plataforma pro-transparencia demanda al Defensor del Pueblo
Europeo que actúe ante “un comité asesor dominado por la industria y apoyado
por la Comisión Europea que intenta introducir el fracking por la
puerta de atrás” en la UE.
Junto a
la ONG Amigos de la Tierra, CEO denuncia que los grupos de trabajo sobre
fracking no plantean “si” Europa quiere la fractura hidráulica sino “cómo”, a
espalda de las plataformas civiles y contra la opinión pública. La plataforma
ha analizado la trayectoria de los integrantes del grupo asesor: casi 3 de cada
4 de sus miembros representan o tienen vínculos económicos con la industria del
fracking y dos tercios de los académicos y organizaciones de investigadores
participantes mantienen relaciones con el sector. Menos del 10% de los
integrantes del comité asesor provienen de la sociedad civil. Además, los jefes
de los equipos de trabajo en que se divide el grupo, cinco en total, son abiertamente
partidarios de la expansión de la fractura hidráulica.
Para el
observatorio, no se trata solo de una cuestión de riesgo climático, sino de la
“evidencia” de la incapacidad de la Comisión Europea para anteponer el interés
público al beneficio empresarial, teniendo en cuenta la composición de los
grupos asesores.
Según
un barómetro europeo de 2013, al 74% de los ciudadanos de la UE le preocupa que
el fracking llegue a su entorno, frente al 9% que entiende que habría que
priorizar este sistema de extracción. Jean-Claude Juncker, presidente de la
Comisión Europea, declaraba ante los medios no estar “a favor del fracking,
porque desconocemos las consecuencias reales”. Pero, según el informe, ha
trabajado para que la UE no avanzara hacia una legislación más dura en el
control del la fractura hidráulica, argumentando que una mayor presión legal
podría desalentar la inversión.
Un comité de sabios muy
parecido a un lobby
El conjunto
de asesores ha sido nombrado “Red de Tecnología y Ciencia Europea sobre la
Extracción no Convencional de Hidrocarburos”, y fue formalmente creada en julio
de 2014. Tiene previsto reunirse cuatro veces al año durante tres años.
Oficialmente, su cometido es “reunir a todas las partes interesadas
(profesionales de la industria, la investigación, la academia y la sociedad
civil) para fomentar un entendimiento común” acerca del posible desarrollo del
fracking en la UE.
Pero
CEO denuncia que la proporción en que las distintas voces quedan representadas
en las comisiones de trabajo lo convierte en un vehículo
del lobby de la industria del fracking para
confirmar su expansión en Europa. La cuestión que se debate en la red
profesional no es si la técnica de extracción tiene cabida en la UE, sino cómo.
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