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No Fracking Valles Pasiegos
6 de
Octubre de 2014
Hace
poco más de un año, en el mes de agosto de 2013, publicamos en el blog sobre la
utilización de técnicas de fracking en los pozos petrolíferos marinos en la
costa de California (EE.UU). En base a la ley de transparencia se accedió a
correos electrónicos que indicaban sobre esta práctica para estimular antiguos
pozos convencionales. Según informó The
Associated Press esta experiencia se habría producido por lo menos en 12
ocasiones en pozos situados en el Canal de Santa Bárbara.
El
tema intranquilizó a los legisladores del estado de California que pidieron
explicaciones a las autoridades federales, dentro de un intercambio de escritos y declaraciones.
En principio,
California no permite nuevas concesiones petrolíferas en sus costas desde el
desastroso derrame de 1969 y si bien existe actividad en los pozos antiguos no
se permite la realización de pozos nuevos. El fracking se habría realizado para
aumentar el rendimiento de estos pozos y tal vez para experimentar nueva
tecnología en condiciones marinas.
En
el mes de noviembre Ecowatch recogía
que una entidad ambiental, Center of
Biological Diversity, denunciaba que las operaciones de fracking incluían
el vertido directo de las aguas residuales al mar, que incluyen metales pesados,
componentes radiactivos y componentes tóxicos del coctel de químicos.
Un
documento enviado a las autoridades costeras por esta entidad hacía mención
también a la peligrosidad de la arena, entre otros elementos, que utilizada en la fractura hidráulica y con su vertido directo al mar, suponía un peligro elevado para algunas especies
marinas protegidas..
También
se indicaba que el fracking, además de ser protagonista en el canal de Santa
Bárbara, se habría realizado en aguas de
Long Beach, Seal Beach y Huntington Beach. Y se habría
utilizado en más de 200 ocasiones.
En febrero de 2014, The
Huffington Post, recogía una noticia que sorprendía a los ambientalistas y
en teoría a la propia industria del petróleo. La Oficina de Administración de
Energía Oceánica de EE.UU (BOEM) daba a conocer una revisión final de impacto
ambiental para prospecciones gasísticas y petrolíferas en la costa este del
país. Desde la costa de Delaware hasta el centro de la costa de Florida. Esta
aprobación terminaba con una prohibición de más de 30 años y de la mano de la Administración Obama, que después del desastre
del Golfo de México en 2010, protagonizado por BP, había insistido en el
mantenimiento de las prohibiciones.
Una noticia que pasó bastante desapercibida en otros medios
de comunicación se recogía nuevamente en The
Huffington Post, en el pasado mes de agosto, y reproducía un artículo de DeSmogBlog.
La Oficina de Gestión de Energía Oceánica del Departamento
de Interior de Estados Unidos habría abierto un proceso de arrendamiento de
“parcelas marinas” en el Golfo de México para la exploración y búsqueda de
hidrocarburos mediante la técnica de fracking.
La Administración Obama habría subastado 21,6 millones de
hectáreas y tendría 433.822 acres disponibles y en espera de recibir ofertas.
Según el artículo la compañía más beneficiada con estos arrendamientos podría
ser BP América. De confirmarse esta información empresas de servicios de petróleo
y gas y especializadas en fracking como Halliburton, Baker Hughes y
Schlumberger, serían las siguientes beneficiadas.
El día de la subasta, celebrada en el Superdone de Nueva
Orleans en Lousiana, Associated Press explicaba
que las parcelas subastadas se
asientan en la cuenca del Terciario Inferior y para muchos analistas supone la
última frontera en la exploración de petróleo en el Golfo de México.
"El Terciario inferior es una capa antigua de la
corteza de la tierra compuesta de roca densa", explicó AP . "Para acceder a los recursos
mineros atrapados en esta capa, se proyecta la actividad de la fracturación
hidráulica que podría crecer en el oeste del Golfo de México en más de un 10
por ciento este año, según la empresa de servicios petroleros con sede en
Houston Baker Hughes Inc., que opera cerca de un tercio de las plataformas marinas de fracking del mundo."
A diferencia de otros yacimientos, el Terciario Inferior se
encuentra en aguas super profundas, según el lenguaje de la industria
petrolera, más o menos a 1,5 Km de profundidad. Este hecho hace que la técnica
solo sea asequible para las grandes compañías, dado el elevado coste de cada pozo,
más de 100 mill $ y la dificultad tecnológica. Es decir, una fractura hidráulica solo para las compañiás
que juegan en la Champion League.
Una semana antes de producirse los contratos de
arrendamiento, el gobierno de México aprobó la Ley de Reforma energética que
posibilita a la formación de empresas mixtas entre multinacionales extranjeras
y la estatal Pemex. En este nuevo formato se incluían las aguas territoriales
del país azteca en el Golfo de México.
Baker Hughes estaría ultimando la tecnología marina del
fracking y ya habría ayudado a la compañía brasileña Petrobras a desarrollar
pruebas en pozos en las costa de Cascade. La compañía cree que la reciente
venta de derechos en el Golfo de México por parte de la Administración Obama
servirá de gran ayuda para desarrollar el fracking en alta mar que
está por venir en los próximos meses y años.
Aquí, en Europa la compañía Nebula Resources anunciaba en el mes de Febrero una novedosa aventura en la búsqueda de gas en el fondo marino del Mar de Irlanda mediante fractura hidráulica y con la concesión de tres licencias que cubrirían distintas áreas a menos de 100 millas de Dundalk.
En plena campaña sobre la independencia de Escocia, un informe empresarial calculaba unos ingresos adicionales de 300.000 mill £ con la explotación de hidrocarburos en el Mar del Norte y con la ayuda de la fractura hidráulica. El gobierno británico que prevee grandes ingresos en tierra con el fracking se mostraba más reticente a reconocer estos hipotéticos ingresos en las aguas de Escocia.
Un informe de la entidad ambientalista Mother Jones defiende un creciente interés del Departamento de Estado de los Estados Unidos en introducir el fracking en Europa que se traduciría en una fuerte presión sobre autoridades de la UE. Algún analista relaciona este interés con la búsqueda de una mayor influencia en Europa coincidiendo con el alejamiento energético de Rusia, además de buscar una cercanía en el acceso a los hidrocarburos no convencionales de China y en encontrar soluciones a medio plazo para algunos estados gamberros en América latina.
Sin embargo, la fractura hidráulica, incluso en tierra, no está del todo clara en Europa. Si bien, la operaciones de exploración son una realidad en la Europa del este, los países con mayores reservas estimadas de gas no convencional en la Europa occidental, Francia y Alemania, son reticentes. Francia basa su producción eléctrica en una red importante de centrales nucleares y Alemania presenta una población con una de las mayores conciencias ambientales de Europa.
En el camino hacia el fracking, sea por tierra o por mar, el máximo entusiasmo vendría de la mano del Reino Unido, que ya ha iniciado tareas de exploración y de España, que aún con reservas calculadas discretas, mostraría su entusiasmo con el número elevado de licencias de exploración concedidas.
Aquí, en Europa la compañía Nebula Resources anunciaba en el mes de Febrero una novedosa aventura en la búsqueda de gas en el fondo marino del Mar de Irlanda mediante fractura hidráulica y con la concesión de tres licencias que cubrirían distintas áreas a menos de 100 millas de Dundalk.
En plena campaña sobre la independencia de Escocia, un informe empresarial calculaba unos ingresos adicionales de 300.000 mill £ con la explotación de hidrocarburos en el Mar del Norte y con la ayuda de la fractura hidráulica. El gobierno británico que prevee grandes ingresos en tierra con el fracking se mostraba más reticente a reconocer estos hipotéticos ingresos en las aguas de Escocia.
Un informe de la entidad ambientalista Mother Jones defiende un creciente interés del Departamento de Estado de los Estados Unidos en introducir el fracking en Europa que se traduciría en una fuerte presión sobre autoridades de la UE. Algún analista relaciona este interés con la búsqueda de una mayor influencia en Europa coincidiendo con el alejamiento energético de Rusia, además de buscar una cercanía en el acceso a los hidrocarburos no convencionales de China y en encontrar soluciones a medio plazo para algunos estados gamberros en América latina.
Sin embargo, la fractura hidráulica, incluso en tierra, no está del todo clara en Europa. Si bien, la operaciones de exploración son una realidad en la Europa del este, los países con mayores reservas estimadas de gas no convencional en la Europa occidental, Francia y Alemania, son reticentes. Francia basa su producción eléctrica en una red importante de centrales nucleares y Alemania presenta una población con una de las mayores conciencias ambientales de Europa.
En el camino hacia el fracking, sea por tierra o por mar, el máximo entusiasmo vendría de la mano del Reino Unido, que ya ha iniciado tareas de exploración y de España, que aún con reservas calculadas discretas, mostraría su entusiasmo con el número elevado de licencias de exploración concedidas.
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