Publicado en Estrella
Digital.es
Por Marina
García-Rico
9 de abril de 2016
La
compañía San Leon Energy ha logrado la cancelación de seis permisos de
explotación con esta técnica en nuestro país, lo que significa una retirada
casi total. La desconfianza de varias comunidades autónomas y de la población
afectada, sumado a la caída del precio del petróleo, deja en jaque al
'fracking'
Vinieron en busca de un
Eldorado que supuestamente se encontraba bajo los campos de pastoreo y los
montes españoles. Su intención era perforar la tierra para extraer el nuevo oro
del siglo XXI, el petróleo y el gas, pero la desconfianza de varias comunidades
autónomas, que se han manifestado en contra, y la resistencia vecinal, sumado a
la caída del precio del crudo, parecen estar poniendo fin al intento. La multinacional
San Leon Energy ha renunciado el pasado mes de febrero a seis permisos de
explotación en España. No es la única que rectifica, da marcha atrás y deja el
'fracking' para mejor ocasión.
La fiebre por la fractura hidráulica, técnica conocida como
‘fracking’ e impulsada por distintas empresas petroleras
apoyadas por el lobby Shale Gas
España, podría ser tan solo un espejismo. En 2012 dieron el salto desde Estados
Unidos a Europa, sin embargo los proyectos tienen dificultades para salir
adelante y algunas compañías se han replanteado sus objetivos. San Leon Energy
es una buena muestra, aunque no la única.
Desde Greenpeace afirman que a
nivel institucional el
“único” que apuesta por el desarrollo del ‘fracking’ en España es el Gobierno
en funciones de Mariano Rajoy. Es más, la Comisión de Industria
del Congreso aprobó este martes una iniciativa impulsada por ERC y pactada con
el PSOE, Podemos, Democracia y Libertad y el PNV para exigir al Ejecutivo que prohíba el uso de la técnica de la fractura
hidráulica en todo el país y que, además, suspenda los permisos
de todo tipo concedidos durante esta legislatura.
El movimiento ecologista
denuncia que el desarrollo de esta práctica provocaría graves daños medioambientales.
“Hay una gran presión popular y de las administraciones, no solo del movimiento
ecologista. La caída del precio del petróleo ha sido un añadido y también está
ayudando, pero las leyes autonómicas contra el ‘fracking’ son anteriores”,
asegura Julio Barea, responsable de campaña de Greenpeace. De hecho, por el
momento no se ha puesto en marcha ningún pozo de extracción y dos de las
grandes empresas que apostaban por operar en España han dado un paso atrás.
Las empresas paralizan sus
proyectos
El pasado mes de
febrero, la empresa San Leon Energy, especializada en la explotación de
petróleo y gas e interesada en desarrollar la fractura hidráulica en España,
retiró seis solicitudes de licencia en España. En concreto, según aparece
publicado en el Boletín Oficial del Estado, fue la filial de la compañía en
España, Frontera Energy, la que
demandó la supresión de los permisos. Finalmente su petición ha sido aceptada
por el Ministerio de Industria. Los permisos afectaban a las
áreas de Navarra, Aragón, País Vasco y Cataluña. La compañía no ha dado
explicaciones sobre su decisión.
Este diario ha intentado
ponerse en contacto con la compañía para conocer los motivos de su petición,
pero no ha habido respuesta. Por su parte, el departamento dirigido por José
Manuel Soria ha explicado a Estrella Digital que “es un tema únicamente de la
empresa”.
Pero San Leon Energy no ha sido
la única empresa que ha mostrado su escepticismo sobre el desarrollo del
‘fracking’ en España. BKN Petroleum, una de las principales compañías que
pretendía poner en marcha el ‘fracking’ en España, también ha dado un paso
atrás. Después de renunciar a su proyecto en Polonia, el presidente y CEO de la
empresa, Wolf Regener, no aclaró el futuro de sus operaciones en nuestro país: “La compañía evaluará alternativas para sus
operaciones en España incluyendo continuar sus esfuerzos para asociarse con
otra compañía o reducir o cesar sus operaciones allí”.
El presidente de la compañía se
pronunció así el pasado mes de marzo tras la presentación de los resultados de
BNK Petroleum. La empresa perdió más de seis millones de dólares en 2015. Hace
cinco años logró dos concesiones en las provincias de Burgos y Álava, pero por
el momento no han salido adelante puesto que no ha obtenido la aprobación
de impacto ambiental.
Fracking, envuelto en
polémica
Por su parte, el presidente de
la Asociación Española de Compañías de Investigación, Exploración y Producción
de Hidrocarburos y Almacenamiento Subterráneo (ACEIP), Francisco de la Peña, insiste en implantar esta
técnica en España pero reconoce el rechazo social y político. De
la Peña explicó en septiembre que no descarta la explotación de petróleo y gas
si es viable, pero reconoce la lentitud del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente para valorar el impacto medioambiental en los
terrenos, además de la oposición a esta práctica que ha mostrado gran
parte de la población. “Se
están tramitando los estudios de impacto ambiental pero de forma muy lenta y
eso puede estar relacionado con el malestar de una parte de la
población”, explicó. Insiste en que se trata de una
técnica “muy segura”…
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