El exconsejero de Economía de Castilla y León, Tomás
Villanueva (i), junto a Alberto Esgueva (d), en una imagen de archivo
Publicado en El Diario.es
Por Laura Cornejo
17 de noviembre de 2015
El entonces consejero delegado de la oficina de internacionalización de
Castilla y León cobraba más que el presidente regional, Juan Vicente Herrera
Alberto
Esgueva tenía aprobado un sueldo de 56.000 euros anuales pero en siete meses
consiguió un aumento del 114% y pasó a cobrar 120.000 más IVA
El
representante legal de Esgueva justifica la subida de sueldo en los viajes que
realizaba con políticos de la Junta
El principal imputado de
la trama eólica de Castilla y León, Alberto Esgueva, facturó su trabajo como
consejero delegado de Excal, la oficina de internacionalización de la Junta, a
través de una Sociedad Limitada, una situación que fuentes de la Consejería de
Economía regional consideran "como mínimo irregular". Esgueva
asumió su cargo en noviembre de 2003. Fue entonces cuando la Junta General
Extraordinaria estipuló un sueldo de 56.000 euros anuales. La asignación
"se actualizaría automáticamente al comienzo de cada año natural conforme
a lo dispuesto en la Ley de Presupuestos Generales de Comunidad de Castilla y
León". La remuneración quedaba reflejada en la cuenta "sueldos y
salarios"de Excal.
Así fue desde enero a
julio de 2004. Sin embargo, desde agosto de ese año, Excal dejó de registrar
apuntes contables en ese apartado para registrar otros nuevos en el subgrupo de
"servicios exteriores", y fue ahí donde se registraron los
"servicios del consejero delegado" que pasó a cobrar 11.600 euros
mensuales, o 120.000 euros anuales más IVA. Es decir, en cuestión de siete
meses, Esgueva incrementó su sueldo en un 114%, y superó con mucho los salarios
de los consejeros, que rondan los 70.000 euros, o el del propio presidente de
la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, cercano a los 90.000.
A través de su
representante legal, Esgueva ha explicado a eldiario.es que la subida de sueldo
se produjo para cubrirle "gastos de difícil justificación porque hacía
muchos viajes con políticos": "Ahí no pagaba nadie", justifica
sobre los pagos de taxis y otras actividades que desarrollaban en esos
desplazamientos.
Aunque la Consejería de
Economía mantiene que Excal, hoy con otro nombre, es una empresa privada, lo
cierto es que más del 95% de su presupuesto salía de la Agencia de Desarollo
Económico, esta sí, de naturaleza pública. Por lo tanto, todo lo que cobró
Esgueva de 2003 a 2006, año en que abandonó, según sus propias palabras, su
trabajo en la "empresa pública", salió de la Junta.
Los datos del sueldo de
Esgueva, así como la gestión del presupuesto, están reflejados en un informe
del Consejo de Cuentas de Castilla y León del año 2009, cuando fiscalizó la
subvención que concedió la Agencia de Desarrollo Económico de la Junta (ADE) a
Excal en el año 2004 y que ascendió a 8,4 millones de euros. El Consejo llega a
sugerir a la ADE que se plantee que Excal adquiera la cualidad de empresa
pública dado que la financiación mayoritaria es pública. El juzgado de lo
Social número 2 de Valladolid llegó a considerarla pública en una demanda por
despido en 2013.
Pero, además de la
inusual subida de sueldo en un tiempo récord (antes de hacer balance de los
resultados conseguidos por el flamante consejero delegado), el informe destaca
que durante el ejercicio 2004 no se adoptó ningún acuerdo respecto a ese asunto
y sólo se menciona la nueva y ascendente retribución de Esgueva en un acta de
la Junta General que se celebró el 27 de junio de 2005, en la que se aceptó su
renuncia como vocal y se adoptó el acuerdo de nombrar vocal a una persona
jurídica. No podía ser de otra forma ya que, tal y como confirmó eldiario.es a
través de fuentes cercanas a Esgueva, estaba facturando a través de la sociedad
Alberto Esgueva S.L.
Según pudo constatar
eldiario.es a través de uno de los informes de la Agencia Tributaria sobre
Alberto Esgueva, la sociedad Alberto Esgueva S.L se constituyó el 13 de
noviembre de 2003 (dos días después de que la Junta General Extraordinaria
acordase su sueldo de 56.000 euros anuales). Esgueva acababa de aterrizar en
Excal de la mano del consejero Tomás Villanueva, que había vuelto a Economía
tras las elecciones de 2003 tras una etapa en Educación y Cultura. Hasta
entonces, Esgueva había trabajado para la empresa familiar Cartonajes San
Cayetano junto a su hermano. Su nombramiento como consejero delegado de Excal
provocó cierta extrañeza en círculos empresariales, precisamente por el hecho
de dejar en manos de un empresario privado la oficina de internacionalización
de la Junta.
En la sociedad con la
que facturó a Excal no constan participaciones. Su objeto social es "la
compra, venta, importación, distribución y comercialización minorista de
productos textiles, confección, calzado y todo tipo de artículos y complementos
relacionados con la moda. La administración y gestión de sociedades, los
servicios de asesoramiento informático etc".
Pago de
menos impuestos con una SL
La diferencia entre
facturar como persona física y sociedad es notable. Un persona física podría
tener retenciones de hasta el 50%. Una sociedad paga impuestos por módulos, y
estos son del 25% en el tramo que va hasta los 120.000 euros, como sería el
caso de Esgueva. Pero lo más soprendente es que la Consejería de Economía, de
la que dependía directamente la ADE, que aportaba más del 95% del presupuesto de
Excal a través de subvenciones, aceptase que una sociedad y no una persona
física fuese la máxima responsable de su oficina de internacionalización.
Esgueva no destacó por
su gestión. El informe del Consejo de Cuentas revela presupuestos superados,
gastos de más de 8.000 euros durante viajes internacionales que se pagaron a
"personas ajenas a la empresa", o incluso la constitución de una
oficina de Excal en Hungría para la que no estaba facultada y en la que además
se incluyeron gastos de una consultora por más de 50.000 euros sin que se
detallasen los servicios prestados, además de muchas otras operaciones dudosas
para el Consejo.
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