Recaredo
del Potro, presidente de la empresa propietaria del almacén de gas
subterráneo Castor, declara como imputado ante el juzgado que investiga
presuntas irregularidades en la autorización de la planta. EFE/ D. Castelló
Publicado en Público.es
/ EFE
23 de noviembre de 2015
Sostiene
ante el juez que los mil terremotos registrados en septiembre de 2013 frente a
las costas de Castellón y Tarragona se debieron a una "sismicidad
natural" y que fueron una "coincidencia en el tiempo" con
"la actividad de inyección de gas" de la planta impulsada por
Florentino Pérez
CASTELLÓN.- El presidente de
Escal UGS, Recaredo del Potro, ha negado este lunes la existencia de
cualquier relación entre los seísmos registrados frente a las costas de
Vinaròs y la actividad de la planta Castor y, según fuentes de la acusación
popular, ha dicho que los mismos se corresponden con una "sismicidad
natural".
Así lo ha asegurado a los
medios el representante de la acusación popular ejercida por la Asociación
Nacional Arca Ibérica, Jorge Casal, tras la declaración de del Potro ante
el Juzgado de Instrucción número 4 de Vinaròs que investiga supuestas
irregularidades en las autorizaciones para la implantación de la planta Castor.
Del Potro ha declarado en
calidad de imputado ante el juzgado como responsable de la empresa explotadora
de la planta y ha declinado hacer declaraciones a su salida, donde ha sido
recibidos con pitos por parte de una veintena de miembros de la Plataforma
Ciutadana en Defensa de les Terres del Sénia.
Según el letrado de Arca
Ibérica, del Potro ha puesto además en entredicho los informes del Instituto
Geológico Minero de España, que tras los seísmos vincularon directamente la
actividad de inyección de gas con los más de 300 seísmos producidos en
septiembre 2013.
Para el responsable de Escal,
controlada por ACS, los técnicos del IMGE evaluaron "erróneamente"
los datos porque, a su juicio confundieron el caudal de la inyección con el
volumen.
Es más, Recaredo del Potro ha
asegurado en el juzgado que los seísmos registrados frente a las costas de
Vinaròs se debieron a una "sismicidad natural", una
"coincidencia en el tiempo entre los movimientos sísmicos y la actividad
de inyección de gas", según la acusación popular.
Ha "eludido cualquier tipo
de responsabilidad de la empresa", ya que desde el primer momento la
mercantil "hizo los estudios de sismología que le habían requerido de
forma exhaustiva".
El responsable de Escal ha
asegurado ante el juez que los estudios que barajaban "se centraban
única y exclusivamente en la falla de Amposta" y ha recalcado además
que "no podían tener conocimiento de la existencia de otras fallas",
explican las mismas fuentes.
En cuanto a la repercusión de
la actividad de inyección, del Potro ha manifestado que "la aportación
de gas a la energía que desplegaban los seísmos era de una milésima parte,
por lo tanto mínima y nada que ver" con ellos.
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