Publicado en El Espectador
Redacción
3 de Mayo de 2015
Una encuesta realizada a agentes de propiedades concluyó
que más del 50% de ellos creen que la presencia de este proceso podría afectar
sus ventas.
Una
encuesta realizada por la agencia de investigación Redshift y encargado por
la organización ambientalista GreenPeace
concluyó que más del 50
por ciento de los agentes inmobiliarios que participaron
aseguran que la utilización del fracking
cerca de las zonas habitadas por sus clientes podría reducir sus ventas.
Este
proceso al que también se le conoce como fracturamiento
hidráulico es una forma de explotación de petróleo y gas en la que se
inyectan agua, arena y químicos en el subsuelo para romper los esquistos, rocas
formadas por factores como la temperatura y la presión, y liberar los hidrocarburos atrapados en
ellos.
El
trabajo fue desarrollado en Lancashire,
un condado al noreste de Inglaterra, Manchester,
la segunda ciudad del país, y Sussex,
sitios en los que las empresas petroleras en centrado su atención para llevar a
cabo este proceso. Allí
dos tercios de los encuestados consideran que los precios de sus inmuebles se
verán afectados por esta razón.
La
pérdida, según los agentes, que podría tener el valor de cada propiedad será
del 10 por ciento. Sin embargo, un puñado
de ellos dijo que temen que pueda ser del 70 por ciento.
Así
mismo, uno de cada cuatro
de los vendedores de bienes raíces dijo que los comprados
expresaron gran
preocupación por esta práctica y algunos de ellos, incluso,
llegaron a retirar ofertas de compra.
Sin
embargo, el Gobierno ha manifestado que no
existe evidencia de que el fracking afectará el precio de las viviendas
en el país pero los ministros se han negado a publicar en su totalidad un
informe que daría cuenta del impacto que tendría la industria petrolera en el
mercado de la vivienda.
James
Nisbet, quien en una zona aledaña a Lancashire donde la firma energética
Cuadrilla está tratando de operar, le dijo al diario británico The Telegraph
que varios compradores
potenciales se han retirado de la compra de su casa avaluada en
375.000 libras después de enterarse de los planes energéticos.
“Hemos
tenido seis posibles
compradores, todas muy animados, pero nadie quiere comprometerse a comprar con
la sombra del fracking sobre nosotros”, manifestó.
Por
su parte, Paula Higgins, cofundadora de la inmobiliaria HomeOwners Allianc,
advirtió que “los propietarios siguen con la incertidumbre por saber cómo los afectará el fracking. Algunos
ya se han visto perjudicados al no poder cerrar los negocios por este motivo”.
El
debate por el fracturamiento ha trascendido fronteras pues mientras algunos
consideran que puede generar
daños ambientales, aumentar la actividad telúrica y contaminar las fuentes
hídricas, la industria asegura que se puede hacer de manera
responsable y que no existe evidencia de los impactos negativos que las
comunidades temen.
Nueva
York fue una de las primeras ciudades en el mundo en prohibir el fracking luego de que un estudio que se llevó a
cabo durante dos años, que aunque no arrojó resultados concluyentes sobre los
efectos negativos del proceso, sí tuvo un en cuenta investigaciones que
aseguraban que los niños
que crecen en zonas con fracturamiento tienen mayores posibilidades de tener
menos peso o defectos congénitos del corazón.
“No
podemos darnos el lujo de cometer un error. Los riesgos potenciales son demasiado grandes. De
hecho, aún no se conocen completamente”, dijo el comisionado de Salud del
Estado, Howard A. Zucker, a la BBC.
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