lunes, 11 de enero de 2016

Repsol puede perder producción en EEUU ante la crisis de Sandridge







Publicado en El Economista
Por Rubén Esteller
8 de enero de 2016


Repsol puede verse salpicada por los problemas de su socio Sandridge en el corazón de EEUU. Los bajos precios del petróleo han convertido a la petrolera de Oklahoma en una china en el zapato de la española y pone en riesgo uno de los 10 grandes proyectos que la compañía puso en marcha en el anterior plan estratégico de 2012 a 2016 para aumentar su producción de petróleo: el yacimiento Missisippian Lime.

Sandridge es el operador de este yacimiento en el que la petrolera española ha invertido del orden de 2.300 millones desde el año 2012.

Tras varios meses de advertencias, la Bolsa de Nueva York (NYSE) decidió ayer expulsar a Sandridge del parqué por sus anormalmente bajos niveles de cotización. A partir de ahora sus títulos se podrán negociar fuera del mercado en los llamados OTC (over the counter). 

La compañía tenía una notificación de la Bolsa de Nueva York desde el pasado 23 de julio cuando sus títulos bajaron de un dólar por acción y le había otorgado de plazo para recuperarse hasta el 25 de enero, pero ayer cuando las acciones llegaron a los 15 centavos, tras un goteo de caídas en los últimos días por los precios del crudo, la decisión se convirtió en irreversible. Sandirdge acumulaba ya una caída de cerca del 90% en un año y se había permitido el lujo de suspender la Junta que tenía prevista para el 6 de noviembre con el objetivo de hacer un contrasplit que elevara el precio de los títulos y resolver el problema.

La compañía de Oklahoma, sobre la que los analistas criticaban su elevado endeudamiento y su escasa diversificación, realizó una compra de activos por 190 millones en abril pero las agencias de calificación crediticia siguieron advirtiendo de la situación insoportable de su estructura de capital, lo que puede abrir las puertas a la presentación del llamada capítulo 11, es decir, la bancarrota.

Acuerdo con Repsol

Repsol y SandRidge Energy alcanzaron en 2012 un acuerdo por el cual la española adquiría, aproximadamente, 1.500 km2 del vasto yacimiento Missisippian Lime, por 1.000 millones de dólares. 

La compañía preveía perforar más de 200 pozos horizontales durante 2012 y superar los 1.000 en 2014, en una superficie de 6.900 km2 rica en carbonatos fracturados. Para ello, Repsol esperaba invertir 2.300 millones con el fin de alcanzar una producción de 90.000 barriles de petróleo en 2019.

La participación de Repsol iba a ser del 16% y del 25% en dos áreas dentro del yacimiento Mississippian Lime, situado entre los estados de Oklahoma y Kansas, Estados Unidos.

Además de los inconvenientes financieros derivados de la caída del petróleo, Sandridge atraviesa en los últimos meses un serio problema con sus pozos por culpa de los crecientes terremotos que se están produciendo en Oklahoma.

Según los datos del organismo supervisor, en la zona se registraron en 2015 un total de 881 terremotos superiores a 3 en la escala de Richjter y se pasó de 14 terremotos de escala 4 a 29 el año pasado, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en la zona.

Según las sospechas que maneja la comisión es que los altos niveles de inyección de agua están provocando estos movimientos sísmicos en la zona. Por este motivo, el organismo ha intentado reducir la cantidad de terremotos mediante un mayor control de estos niveles de inyección.

La Oklahoma Corporation Comission decidió cerrar varios pozos a un buen número de petroleras de la zona, pero Sandridge se ha opuesto al considerar que podrían provocar un daño irreparable para la compañía.

La Comisión ha anunciado que está preparando ya una reforma legal para cambiar las adjudicaciones que mantiene Sandridge.

Missisippian Lime es un yacimiento con una elevada producción histórica y recursos probados, rico en petróleo ligero y gas que se produce a partir de carbonatos fracturados. Existe una extensa infraestructura en el área que opera desde hace más de 30 años.

Repsol considera Estados Unidos y Canadá como una de las zonas estratégicas dentro de su nuevo plan de negocio para la compañía, por lo que los problemas que encara este gran yacimiento podrían acabar afectando a la producción que le corresponde a la petrolera española.

Sandridge redujo un 75% sus pozos perforando y la intención era dejar en ocho pozos en funcionamiento en la zona de Missisipiam Lime. Según los analistas, si Sandridge los cerrara se quedaría sin circulante.



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