Pozo de perforación con
la técnica del 'fracking' en EEUU. SUSAN BRANTLEY
Publicado en El Mundo
Por Pablo Pardo
7 de enero de 2016
A
cualquier vecino de Columbia Heights le compensa echar gasolina en el café
En el supermercado de la cadena
Giant en la calle Park Road, en el barrio de Columbia Heights, en Washington,
3,78 litros de leche (un galón, que es la medida que todavía usa EEUU, donde el
sistema métrico decimal es un esnobismo innecesario) cuestan 3,49 dólares (a
los que luego hay que añadir 21 centavos de impuestos) . Es decir, 91 céntimos
de euro el litro. A media hora andando, en la gasolinera de BP en la esquina de
la calle 14 con Euclid, el galón de gasolina sin plomo sale por 2,09 dólares.
Añadidos los impuestos y reconvertido en euros, sale por 53 céntimos de euro el
litro. A cualquier vecino de
Columbia Heights le compensa echar gasolina en el café.
Claro que lo que es bueno en
Columbia Heights, en el Distrito de Columbia, no lo es en Williston, en Dakota
del Norte. Williston, con sus 15.000 habitantes, es la localidad que ostenta,
según la cadena de televisión CNN, el título de tener a las strippers más caras de Estados
Unidos. Y todo gracias al petróleo. Un petróleo que se extrae por medio del fracking, una técnica que existe
desde la década de los cuarenta, pero que hace diez años un 'wildcatter' - es decir, un
aventurero que explora en terrenos marginales o en los que no hay evidencias
geológicas de hidrocarburos - de Texas llamado George Mitchell logró abaratar
lo suficiente como para que pudiera ser empleado de forma masiva.
Mitchell combinó el fracking con la perforación
horizontal de pozos para acceder a yacimientos en los que la concentración de
crudo era demasiado baja como para hacerlos rentables. Y Williston y sus strippers - que viajan a ese pueblo
los fines de semana desde Nueva York y Los Angeles - se convirtió en una
especie de ciudad de la fiebre del oro. Una fiebre del oro que luego se
trasladó a otros estados de EEUU, como Texas, Pennsylvania y Ohio.
Guerra
de precios en el petróleo
Ahora, la combinación de la
'guerra de precios' desatada por Arabia Saudí en el seno de la OPEP ha
terminado con ese boom económico.
Desde el verano, la producción de petróleo de Estados Unidos está cayendo. La
razón es simple: Arabia Saudí es el único país del mundo que tiene capacidad
excedente para aumentar su producción y lo lleva haciendo desde hace más de un
año. Los saudíes lo hacen porque están preocupados con, precisamente, el
petróleo extraído por medio de fracking
en EEUU, aunque desde la industria petrolera se insiste en que el
principal motivo de Riad es su rivalidad con Irán. Cuanto más barato sea el
crudo, menos ingresará Irán, un país que tiene su sector energético pulverizado
por décadas de guerras y sanciones internacionales.
Extraer un barril en Arabia
Saudí cuesta entre 1 y 3 dólares. Irak e Irán declaran costes
similares, aunque en esos casos los números no están tan claros. Pero el petróleo de Williston sale por más de 40
dólares, en parte por la tecnología y en parte porque esos
yacimientos se agotan en cuatro o cinco años, por lo que hay que 'pinchar'
constantemente la tierra, mientras que en Oriente Medio un pozo puede dar
petróleo durante décadas. El barril de crudo de las arenas bituminosas de
Alberta, en Canadá, cuesta 80 dólares. Así pues, el crudo 'no convencional' -es
decir, el que se extrae por métodos como el 'fracking'
o las minas de Alberta- está a punto de convertirse en la 'víctima colateral'
de la guerra de precios de la OPEP.
De hecho, desde el verano se
está produciendo un goteo incesante de suspensiones de pagos en EEUU y, sobre
todo, en Canadá, de empresas especializadas en 'fracking'. La mala situación del sector afecta, además,
a otros grandes yacimientos, como los de Siberia, en Rusia, la cuenca del
Orinoco, en Venezuela, y Vaca Muerta, en Argentina. Con un barril a 35 dólares
- y las sanciones en Rusia y la inestabilidad en Venezuela - esos proyectos no
son, ahora mismo, rentables.
La cuestión ahora es: ¿hasta
cuándo van a poder resistir los productores de EEUU, que en su mayor parte son
independientes, es decir, no son grandes multinacionales? Como explica a EL
MUNDO Jeff Kaz, codirector de trading de Petróleo de JP Morgan, esas empresas
"han cargado sobre las empresas proveedoras de servicios petroleros el
recorte de costes. El costo de la perforación de pozos ha bajado, las
tecnologías hacen que el índice de éxito en las perforaciones sea mucho más
alto, las empresas están pensando cómo hacer 'fracking' mejor y obtener más petróleo y 'refrack' pozos viejos. Solía ser
necesario un precio de 75 dólares el barril para ser rentables y ahora esa
cifra ronda los 45 ó 50 dólares".
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