3 de septiembre de 2015
Hablando del
futuro del sistema energético de Estados Unidos, el término “fracking”
significa más que sólo el proceso específico de inyectar grandes volúmenes de
mezclas de agua, arena y productos químicos a gran profundidad, a una presión
extrema, con el fin de crear fracturas en formaciones rocosas determinadas y
hacer que el petróleo y el gas fluyan hacia arriba por el mismo pozo.
Ahora usamos el
término fracking para referirnos a todo lo que este proceso de la fractura
hidráulica acarrea. Permitir más fracking significa que las compañías de gas y
petróleo continuarán:
- Fragmentando bosques y destruyendo paisajes con nuevas carreteras, enclaves de los pozos, piscinas de desechos y tuberías;
- Compitiendo por los suministros locales de agua con la población y los agricultores locales, ya que cada pozo de fracking consume millones de litros;
- Produciendo grandes volúmenes de residuos tóxicos y radiactivos, cuya disposición en el subsuelo (a través de pozos “letrina” — que reciben aguas residuales del fracking) está causando terremotos y poniendo en riesgo los recursos de agua potable;
- Provocando miles de accidentes, fugas y derrames cada año, los cuales amenazan la salud pública y la seguridad y ponen en riesgo ríos, arroyos, acuíferos y granjas;
- Creando riesgos de explosión en viviendas debido a la contaminación de pozos de agua con metano y otros gases inflamables
Para acceder al informe en ESPAÑOL,
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