La propuesta de Oceana y de la Fundación Biodiversidad recoge una batería de 42 medidas que dan respuesta a las exigencias de la Unión Europea. La iniciativa supone crear una red coherente de Áreas Marinas Protegidas (AMP) que permite además proteger numerosas especies y hábitats que actualmente no cuentan con ningún tipo de gestión enfocada a su conservación. Así, por ejemplo, se incluyen muchas especies amenazadas como la gorgonia blanca, el caballito de mar, el mero gigante, los tiburones de profundidad, las tortugas marinas y algunas ballenas, como la azul y la franca.
Entre las 42 medidas propuestas por Oceana y la Fundación Biodiversidad destacan también otras enfocadas a la gestión adecuada de los recursos marinos y la conservación de los ecosistemas marinos:
- Proteger especies y hábitats de gran importancia ecológica y amenazados como los sebadales (Cymodocea nodosa) mediante su inclusión en el Catálogo Canario de Especies Protegidas y desarrollar medidas específicas de gestión que eviten su continua regresión.
- Convertir las aguas canarias en un santuario de tiburones, rayas y quimeras.
- Reducir la presión pesquera sobre los recursos sobreexplotados y mejorar los sistemas de control y registro de esta actividad.
- Prohibir cualquier tipo de sondeo exploratorio destinado a las explotaciones de petróleo y gas en las costas canarias.
- Fomentar y desarrollar las energías renovables de las islas, como las energías del viento y de las olas.
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