Publicado en elconfidencial.com
Por Agustín Marco
Repsol
pincha en las 'Canarias americanas', uno de sus pozos de petróleo estratégicos
Provisiona el yacimiento estrella del Misisipi
Mientras
la salud financiera de Repsol
rebosa una gran fortaleza tras arreglar el conflicto
con Argentina y vender su negocio de gas licuado, la búsqueda de más petróleo
para rellenar sus reservas está siendo más complicada de lo previsto. A la
polémica por la autorización para perforar en las Islas Canarias se suma el problema surgido en Estados Unidos,
donde el grupo presidido por Antonio
Brufau ha tenido que poner
en cuarentena uno de sus descubrimientos estrella.
Fuentes
oficiales de la compañía han reconocido que el yacimiento de hidrocarburos no
convencionales que tenía en los estados de Kansas y Oklahoma, en el
centro de Estados Unidos, no avanza como se esperaba. Repsol ha revisado
el plan de desarrollo del pozo
Mississippian Lime, conocido como Mid-Continent, uno de los “10
proyectos claves de crecimiento” incluidos en su Plan
Estratégico 2012-2016.
La
petrolera, junto con su socio local, SandRidge
Energy, ha revisado el programa de exploración de este
dominio minero estadounidense. “El Grupo Repsol, basado en el nuevo plan de
desarrollo y aplicando criterios de prudencia financiera, ha ajustado el valor
contable de dichos activos, registrando una
provisión por deterioro por importe de 223 millones de euros
antes de impuestos”, indica la sociedad.
Repsol
anunció en diciembre de 2011 la adquisición de un 16% del área denominada
Original Mississippian y de un 25% en Extension Mississippian. Las dos zonas,
ya en producción, abarcaban 1.500 kilómetros cuadrados,
una “superficie equivalente a la Isla de Gran Canaria”,
según decía literalmente el comunicado de prensa del acuerdo. La inversión
prevista era de 1.000
millones de dólares, unos 757,9 millones de euros.
En
consecuencia, la provisión realizada supone un 30% de la valoración inicial del yacimiento, del
que Repsol preveía incorporar producción y reservas a partir de 2012. La
española y su socio estadounidense perforaron unos 200 pozos horizontales ese
año y esperaban ampliar la cifra hasta los 1.000 en 2014. Pero los resultados
de las primeras exploraciones no han sido tan halagüeños como se estimaban en
un principio, motivo por el que la petrolera ha optado por revisar a la baja el
valor de los activos.
La
gran apuesta americana
Hasta
el momento, el yacimiento de Missisippian Lime se describía como “una zona rica en petróleo ligero y
gas, con una elevada producción y recursos probados”. Para
Repsol, el área contaba “con amplia infraestructura que permitirá acelerar la
puesta en producción y la comercialización de los hidrocarburos”. La
adquisición de este campo minero se enmarcó en la estrategia del grupo de
diversificar su portafolio hacia países de la OCDE con menos riesgo
regulatorio.
Brufau
tendrá que decidir en los próximos meses si continúa adelante con este
proyecto, en el que iba a
invertir hasta 2.300 millones de euros, según se incluía en el
Plan Estratégico 2012-2016 presentado hace dos años tras la confiscación
de la argentina YPF. Además de la presencia en Oklahoma y Kansas, Repsol busca
petróleo y gas en otras zonas de Estados Unidos como Alaska, Louisiana y el
Golfo de México. Son lo que se conocen como recursos contingentes y prospectivos.
El
éxito en el reemplazo de reservas es vital para asegurar el futuro de Repsol,
que está negociando la adquisición
de varios activos de la canadiense Talisman Energy con el fin
de invertir su rebosante posición de caja. La indemnización recibida por YPF y
el cierre de la venta del negocio de GNL a Shell le han llenado las arcas en
8.000 millones, dinero al que habría que sumar el valor –6.900 millones– de su
participación del 30% de Gas Natural.
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