viernes, 29 de agosto de 2014

A Repsol no se le da bien el fracking










Publicado en elconfidencial.com
Por Agustín Marco

Repsol pincha en las 'Canarias americanas', uno de sus pozos de petróleo estratégicos

Provisiona el yacimiento estrella del Misisipi


Mientras la salud financiera de Repsol rebosa una gran fortaleza tras arreglar el conflicto con Argentina y vender su negocio de gas licuado, la búsqueda de más petróleo para rellenar sus reservas está siendo más complicada de lo previsto. A la polémica por la autorización para perforar en las Islas Canarias se suma el problema surgido en Estados Unidos, donde el grupo presidido por Antonio Brufau ha tenido que poner en cuarentena uno de sus descubrimientos estrella.

Fuentes oficiales de la compañía han reconocido que el yacimiento de hidrocarburos no convencionales que tenía en los estados de Kansas y Oklahoma, en el centro de Estados Unidos, no avanza como se esperaba. Repsol ha revisado el plan de desarrollo del pozo Mississippian Lime, conocido como Mid-Continent, uno de los “10 proyectos claves de crecimiento” incluidos en su Plan Estratégico 2012-2016.

La petrolera, junto con su socio local, SandRidge Energy, ha revisado el programa de exploración de este dominio minero estadounidense. “El Grupo Repsol, basado en el nuevo plan de desarrollo y aplicando criterios de prudencia financiera, ha ajustado el valor contable de dichos activos, registrando una provisión por deterioro por importe de 223 millones de euros antes de impuestos”, indica la sociedad.

Repsol anunció en diciembre de 2011 la adquisición de un 16% del área denominada Original Mississippian y de un 25% en Extension Mississippian. Las dos zonas, ya en producción, abarcaban 1.500 kilómetros cuadrados, una “superficie equivalente a la Isla de Gran Canaria”, según decía literalmente el comunicado de prensa del acuerdo. La inversión prevista era de 1.000 millones de dólares, unos 757,9 millones de euros.

En consecuencia, la provisión realizada supone un 30% de la valoración inicial del yacimiento, del que Repsol preveía incorporar producción y reservas a partir de 2012. La española y su socio estadounidense perforaron unos 200 pozos horizontales ese año y esperaban ampliar la cifra hasta los 1.000 en 2014. Pero los resultados de las primeras exploraciones no han sido tan halagüeños como se estimaban en un principio, motivo por el que la petrolera ha optado por revisar a la baja el valor de los activos.


La gran apuesta americana


Hasta el momento, el yacimiento de Missisippian Lime se describía como “una zona rica en petróleo ligero y gas, con una elevada producción y recursos probados”. Para Repsol, el área contaba “con amplia infraestructura que permitirá acelerar la puesta en producción y la comercialización de los hidrocarburos”. La adquisición de este campo minero se enmarcó en la estrategia del grupo de diversificar su portafolio hacia países de la OCDE con menos riesgo regulatorio.

Brufau tendrá que decidir en los próximos meses si continúa adelante con este proyecto, en el que iba a invertir hasta 2.300 millones de euros, según se incluía en el Plan Estratégico 2012-2016 presentado hace dos años tras la confiscación de la argentina YPF. Además de la presencia en Oklahoma y Kansas, Repsol busca petróleo y gas en otras zonas de Estados Unidos como Alaska, Louisiana y el Golfo de México. Son lo que se conocen como recursos contingentes y prospectivos.

El éxito en el reemplazo de reservas es vital para asegurar el futuro de Repsol, que está negociando la adquisición de varios activos de la canadiense Talisman Energy con el fin de invertir su rebosante posición de caja. La indemnización recibida por YPF y el cierre de la venta del negocio de GNL a Shell le han llenado las arcas en 8.000 millones, dinero al que habría que sumar el valor –6.900 millones– de su participación del 30% de Gas Natural. 



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