La alta representante para la Política Exterior Europea,
Federica Mogherini, habla con el secretario de Estado estadounidense, John
Kerry. / KAMIL ZIHNIOGLU (AFP)
Publicado en El País
Por Lucía Abellán
8 de junio de 2016
La medida se produce pese a la mayor distensión
existente entre Bruselas y Moscú
Las sanciones económicas a Moscú, el mayor símbolo de la
tensión que viven la Unión Europea y Rusia desde hace más de dos años, seguirán
aplicándose al menos hasta principios de 2017. Con más debate interno que en
otras ocasiones, el bloque comunitario ha decidido prorrogar otros seis meses
las sanciones económicas que se aplican desde julio de 2014 y que expiraban el
próximo mes. La decisión se adoptará formalmente el próximo 24 de junio, según
explican fuentes diplomáticas y comunitarias
Para no dar lugar a que
emerjan las distintas visiones de los países miembros, la extensión de las
medidas restrictivas se adoptará sin debate. Los ministros de Exteriores la
darán por aprobada al inicio de la reunión del Consejo de Asuntos Generales que
se celebrará ese día en Bruselas. Algunos países habían intentado incluso
forzar una discusión entre los jefes de Estado y de Gobierno en la próxima cumbre,
pero finalmente ha prosperado la vía de otorgarle un perfil más técnico que
político a la decisión.
El presidente del
Consejo Europeo, Donald Tusk, era contrario a implicar a los gobernantes en
esta decisión, mientras países como Italia, Grecia y en distinto grado Alemania
mostraban dudas sobre una prolongación automática. Pese a todo, las sanciones
se han aplicado en todo momento en coordinación con Estados Unidos, que tampoco ve aún el
momento de retirarlas.
Las sanciones
económicas, adoptadas cuatro meses después de la invasión rusa de Crimea,
prohibieron a cualquier operador europeo financiar bancos rusos donde el Estado
pesara más del 51%. Esa medida se extendió poco después a las empresas petroleras.
El veto a la participación europea en proyectos energéticos rusos y un embargo
de armas completaron el paquete de medidas punitivas. Rusia respondió con
represalias económicas.
Acercamiento
diplomático
El impacto económico de
las sanciones y principalmente el deseo de recuperar vínculos con Rusia para
luchar contra el terrorismo y encarar conflictos como el de Siria han ido
suavizado la postura de Bruselas hacia Moscú. La visita que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude
Juncker, hará a San Petersburgo la próxima semana –está prevista una
reunión con el líder ruso, Vladímir Putin- constituye el principal gesto. Aun
así, los países han considerado prematuro derogar las sanciones, vinculadas al
cumplimiento de los acuerdos de Minsk que propiciaron una paz frágil en
Ucrania en febrero de 2015.
Las fuentes consultadas
aseguran que el debate se retomará en otoño para decidir si esta es la última
renovación que se hace de las medidas restrictivas o se mantienen de nuevo a
partir del 31 de enero, fecha en la que expira la prórroga que se decide ahora.
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