Gasolinera
de la compañía Repsol en Sevilla. (Reuters)
Publicado en El
Confidencial
Por Agustín Marco
17 de junio de 2016
La
empresa asiática, controlada por el Gobierno de Pekín, reclama una compensación
astronómica que supone el 40% de la capitalización bursátil de la petrolera
española
Cuando la remontada del precio
del petróleo empezaba a dar algo de alivio a Repsol, la compañía presidida por
Antonio Brufau se ha encontrado con un problema inesperado. Sinopec, la primera
petrolera y petroquímica de China, socia de la española en Brasil, ha
interpuesto una demanda contra la multinacional participada por CaixaBank y
Sacyr por incumplimiento de contrato. El litigio, derivado de una filial de la
canadiense Talisman, se eleva a 6.000 millones de euros.
Según han confirmado fuentes
oficiales, Addax Petroleum UK Limited y Sinopec International Petroleum
Exploration and Production Corporation presentaron el 13 de julio de 2015 una
notificación de arbitraje contra Talisman Energy Inc. (TEI) y Talisman Colombia
Holco Limited (TCHL) por la compra del 49% de las acciones de Talisman Energy
UK Limited (TSEUK), una empresa creada en 2012 por el grupo chino y por el
norteamericano con una valoración próxima a los 1.500 millones en el Mar del
Norte. La demanda coincide en el tiempo con la llegada de nuevos gestores en
Sinopec, que han puesto en cuarentena las operaciones de sus antecesores (de
2009 a 2013, invirtieron más de 30.000 millones de dólares) y han iniciado un
proceso de revisión de las cuentas.
La 'joint venture' tenía
intereses en 49 campos de petróleo y gas frente a las fronteras del Reino
Unido, 38 de los cuales estaban operativos, gracias a 12 instalaciones
levantadas en el mar. “Nuestro propósito es descubrir oportunidades en el Mar
del Norte para construir un seguro, rentable y sostenible negocio para nuestros
empleados, accionistas, socios y suministradores”, rezaba el comunicado de la
alianza, en un momento en que el petróleo cotizaba por encima de los 100
dólares por barril.
Cuando Repsol adquirió Talisman
en diciembre de 2014 (la operación se cerró en junio de 2015) por 10.400
millones de euros, incluida la deuda, el grupo español se hizo dueño del 51%
que Talisman Energy tenía de TSEUK. Al mes siguiente, Sinopec le comunicó el
arbitraje, porque el precio pagado por la filial británica por parte de la
compañía dirigida por Josu Jon Imaz no era del gusto de Sinopec. Alegan que la
española rebajó de forma significativa la valoración de los activos de
Talisman, hasta el punto de reducir de 13 a ocho euros el precio por acción de
la opa y en 5.000 millones de dólares el importe total de la operación.
En aquellas largas
negociaciones, llevadas a cabo entre julio y diciembre de 2014, TSEUK, la
filial del Mar del Norte, con base en Aberdeen, fue uno de los escollos más
duros. Porque Repsol consideraba que esos campos petrolíferos no darían la
rentabilidad esperada con el precio del crudo en caída libre. De hecho, la
tasación que se hizo de esta filial fue negativa, es decir, por debajo de cero,
lo que obligaba incluso a realizar una provisión por la inversión realizada por
la participación de Talisman, heredada por Repsol.
Pekín,
implicada en el caso
La evolución del precio del
barril, que llegó a cotizar cerca de los 25 dólares a finales de 2015,
respaldaba la versión de Brufau, pero la interpretación de la compañía china,
monitorizada por el Gobierno comunista de Pekín, es bastante distinta. Aunque
la cotización del crudo ha remontado hasta casi los 50 dólares, a estos niveles
TSEUK sigue teniendo una valoración que no invita a explotar los pozos, según
expertos del sector. No obstante, la versión de Sinopec es totalmente contraria,
ya que estima que las decisiones de Repsol no están justificadas y le han
perjudicado seriamente….
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