Publicado
en West Sussex Gazette
Redacción
10
de enero de 2015
Una mujer de SOUTHWICK pide respuestas al Gobierno antes de la votación sobre el fracking.
Beki Adam, propietaria de una pequeña
empresa agrícola en Downs, ha quedado con Tim Loughton,
el representante parlamentario del este de Worthing y Shoreham, el próximo
miércoles en Westminster para discutir el asunto.
Ella quiere que siga el ejemplo de otros dos
parlamentarios conservadores, pidiendo al primer ministro que haga público el
informe completo del DEFRA, Shale Gas: Impacto en la Economía Rural.
La Srta Adam, de Victoria Road, dijo:
"Está claro que no soy sólo yo quien tiene serias inquietudes respecto al
efecto negativo del fracking en la economía - especialmente en nuestra economía rural".
"Otras empresas en Downs, como la mía, especialmente las que dependen del turismo
rural y de la belleza de Sussex no quieren verse afectados - por no hablar de
las reservas de agua."
El
agricultor orgánico está "profundamente preocupado" acerca de lo que
la Srta Adam denomina los mal concebidos planes de frackear en el
Reino Unido.
"El
proyecto de ley de infraestructura está diseñada para quitar a los propietarios
los derechos de poder oponerse a las operaciones de petróleo y gas no
convencional que emplean la perforación horizontal en lo profundo de su
tierra", agregó.
"Este insidioso proyecto de ley contiene cláusulas para permitir que «cualquier sustancia pueda"ser" mantenida "o" introducida
"a una profundidad de 300 metros o más – y de las que el público no fue
consciente durante la consulta pública.
"¡El
gobierno incluso ha admitido que los propietarios podrían tener que
responsabilizarse de los incidentes de contaminación en sus tierras con las operaciones
llevadas a cabo sin su consentimiento!"
Adam dijo que la legislación, de ser aprobada, quitaría
los derechos a los propietarios y a las organizaciones de conservación de la naturaleza y daría esos derechos a la industria privada.
"Las empresas que compran los derechos del
fracking, para perforar y explotar, no tienen porque ser británicas - de hecho,
China ya ha invertido en Cuadrilla, la empresa con fama en Balcombe", agregó.
"El camino para pedir cuentas es casi imposible de seguir. Además, ¿dónde está la seguridad energética del Reino
Unido cuando la empresa no es de propiedad del Reino Unido?"
A la Srta Adam le preocupa que no habría límite para
la cantidad, duración o el tipo de sustancia que se inyectaría bajo tierra.
Y agregó: "También el almacenamiento de
gas sería posible, así como el acceso”.
"El almacenamiento subterráneo de gas
(UGS) no es una industria con la que estemos familiarizados, pero con esta
normativa sería posible hacerlo a 300 m de nuestra propia tierra – y sin ningún
tipo de compensación ofrecida a los propietarios."
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