Inconclusa.
Parece una ironía, pero el cartel de una obra para llevar el suministro a 365
lotes, está en el piso. De la cisterna, al fondo, sólo se hizo la base.
(leonardo petricio)
Publicado en Río
Negro
Por Miguel Suárez
24 de noviembre de 2016
En
Añelo, los vecinos de la meseta cortaron la ruta porque se quedaron sin el
servicio. Transitoriamente les llevan líquido en camiones pero dicen que no
sirve para consumo humano.
Esta ciudad, capital de Vaca
Muerta, tiene suficiente agua para fracturar la roca y sacar el petróleo, pero
los vecinos salen a cortar la ruta porque no la tienen garantizada.
Los barrios La Meseta 1 y La
Meseta 2, ubicados al norte del casco urbano de Añelo, configuran una
experiencia piloto de urbanización que quedó truncada y a la espera de las
inversiones que iban a llegar tras el acuerdo que firmaron por las empresas YPF y Chevron. Ahora las 120 familias
que se mudaron allí (algunas hace unos cuatro años), sufren el rigor del clima
desértico y la falta de agua para subsistir.
Ambos barrios están envueltos
en nubes de polvo por el paso de las camionetas y camiones petroleros que
transitan por el lugar. El camino es ancho y marca una división entre los dos
loteos de la meseta, que es también hacia donde el municipio proyecta el crecimiento
de la ciudad para los próximos 20 años, una propuesta frenada por la falta de
recursos económicos (ver aparte).
El calor de los últimos días y
la rotura de una bomba que suministra agua al barrio fueron los motivos de una
protesta vecinal que incluyó un corte sobre la ruta provincial 7. El piquete
duró tres horas y media y los vecinos dijeron que el agua que llevan en
camiones cisterna hasta el barrio no es potable. El intendente Darío Díaz lo
desmintió (ver aparte).
Luis Castillo vive en el primer
loteo y es uno de los damnificados. Es un desocupado más de la localidad y
explicó a “Río Negro” que si bien están conectados a la red, hace varios días
no cuentan con el servicio. Denunció que “el agua que nos traen viene sucia con
aceite, porque es la misma que llevan para trabajen las petroleras en los
pozos”. Manifestó que se puede utilizar para higiene personal o para lavar la
ropa “pero tenemos que salir a comprar agua porque esto no se puede tomar”.
En La Meseta 2 los problemas se
multiplican porque allí los lotes fueron entregados sin ningún tipo de
servicio. El agua de red no existe y la luz baja por un único tendido que se
conecta a varios medidores y desde allí los vecinos se enganchan. Jorge vive
allí y tiene una familia numerosa. Son seis personas que conviven en una
precaria casilla de madera ubicada sobre la platea de la que será su futura
casa. Explica, acompañado de su hermano Adrián, que el camión cisterna no pasa
todos los días y que tienen que racionar el agua para bañarse, “porque si no, no
alcanza”.
Los pedidos se extienden más
allá de los servicios básicos, porque no hay árboles, ni plazas y recién están
construyendo un playón para que los niños puedan jugar. Tampoco hay cloacas y
dicen que el servicio de recolección de residuos no siempre funciona.
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