sábado, 19 de noviembre de 2016

El "polvorín" del almacén bajo Doñana, con el aval del PSOE


Felipe González, en el Consejo de Doñana en junio de 2010. ELISABETH DOMÍNGUEZ



Publicado en El Mundo
Por Chema Rodriguez
19 de noviembre de 2016


Fue el gobierno de Rodríguez Zapatero en 2011 el que autorizó a Gas Natural a almacenar gas bajo Doñana y la Junta aceptó.

Felipe González era consejero y accionista de la empresa y presidente del consejo del parque.


El almacén de gas que una filial de Gas Natural Fenosa proyecta, y ya construye, bajo el suelo de Doñana no siempre fue maldito. El «polvorín» sísmico del que alertan los expertos de la Plataforma Social por Doñana contó incluso con respaldo institucional. Y aunque hoy todos reniegan del proyecto, hubo un tiempo en el que no fue así, sino todo lo contrario.

El Real Decreto 1088/2011 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 3 de agosto de 2011. En sus diez páginas, el gobierno entonces presidido por José Luis Rodríguez Zapatero autorizaba la modificación de las concesiones de explotación de hidrocarburos Marismas B1, Marismas C2 y Marismas A por otra concesión de almacenamiento subterráneo de gas natural. Era el nacimiento del proyecto para convertir el subsuelo del entorno de Doñana en un gigantesco almacén gasístico.

El entonces ministro de Industria, el socialista Miguel Sebastián, firmó el decreto y se convirtió de facto en padrino de una iniciativa empresarial que contó con la bendición incluso del Consejo de Doñana, el órgano de representación social del espacio natural en cuya silla de presidente se sentaba Felipe González. El mismo que, por cierto, ocupaba uno de los sillones del consejo de administración de Gas Natural.

El gobierno de Zapatero dio toda clase de facilidades a Petroleum Oil &Gas España SA -la filial de Gas Natural Fenosa- y en cuestión de unos meses se cerró un procedimiento administrativo que se había iniciado años atrás y que todavía hoy sigue coleando a cuenta del rechazo masivo que genera.

Tanto que hasta la Junta de Andalucía ha evitado cualquier respaldo público y ha asegurado que nunca ha avalado el almacenamiento subterráneo de gas en Doñana.

Pero la Administración andaluza mantenía en 2011 una posición bien diferente y nada beligerante con el proyecto de Gas Natural Fenosa.

De hecho, en la reunión del Consejo de Participación de Doñana que dio luz verde al almacén la Junta votó a favor. Un sí con condiciones y compensaciones, pero un sí al fin y al cabo.

En aquella reunión, celebrada el 14 de julio de 2011, el Gobierno central, el ejecutivo de Rodríguez Zapatero, tampoco puso trabas y el Ministerio de Medio Ambiente eludió pronunciarse hasta conocer los informes de impacto medioambiental. Un día después, el ministro Miguel Sebastián firmaba el decreto que permitía inyectar gas en el entorno del parque declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera.

No fue el único aval socialista al proyecto. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino resolvió a favor de una de las partes en las que se dividía el proyecto, el llamado Marismas B1, un año antes, en septiembre de 2010.

No solamente declaraba el ministerio aceptable la explotación de los almacenes subterráneos, sino que veía bien lo que llevaba consigo. Como la construcción de dos gasoductos para el transporte del gas natural.

Esta Declaración de Impacto Ambiental (DIA) se basaba, entre otras cosas, en informes favorables de la Dirección General de la Red de Espacio Naturales Protegidos y Servicio Ambientales de la Consejería de Medio Ambiente. El mismo departamento que ahora se esfuerza en marcar distancias con el almacén gasístico y que se empeña en negar haber dado siquiera alguna vez su aval al proyecto.

El papel del ex presidente González

Sobre el papel que pudo desempeñar el ex presidente González, algunas voces críticas, sobre todo los movimientos ecologistas, han señalado los vínculos entre el histórico líder del PSOE y la empresa promotora del almacén. No sólo era consejero de Gas Natural Fenosa cuando el gobierno de Zapatero autorizó el almacenamiento subterráneo, sino, además, accionista de la compañía.

La presencia del ex presidente del Gobierno en el Consejo de Doñana al mismo tiempo que se tramitaba el proyecto de la empresa para la que trabajaba levantó una enorme polvareda y se vio forzado a abandonar el órgano de representación del parque, aunque se resistió hasta diciembre de 2012.

El proyecto del almacén de gas bajo Doñana ha cobrado esta semana actualidad después de la alerta que han lanzado tres expertos geólogos entre los que se encuentra Miguel de las Doblas, del Instituto de Geociencias de Madrid (CSIC-UCM), que ya advirtió de lo que iba a suceder en Castellón un año antes de que la tierra comenzase a temblar cuando se ponía en marcha otro almacén de gas, el Castor



Para acceder a la noticia COMPLETA,

http://www.elmundo.es/andalucia/2016/11/19/582f404346163f97558b456c.html



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