martes, 1 de diciembre de 2015

Shale Gas España y algunos políticos no ven evidencia de perjuicio con el fracking






Hace pocos días, el presidente de la Asociación española de compañías de investigación, exploración y producción de hidrocarburos y almacenamiento subterráneo (ACIEP), Francisco de la Peña, afirmaba que el fracking "no conlleva ningún riesgo mucho mayor que el de cualquier actividad industrial", a la vez que remarcaba la “oportunidad de futuro” para Castilla y León, comunidad donde los políticos son más proclives a abrir el territorio para las prácticas del fracking. 

Estas afirmaciones se enmarcan dentro de la celebración de unas jornadas destinadas a hacer más amigable la polémica técnica de extracción de hidrocarburos. Así, se remarcó la posibilidad de ingresos para las comunidades afectadas por los pozos de exploración y posteriormente de extracción, a la vez que se buscaba minimizar los aspectos negativos relacionados con el medio ambiente y la salud.

De hecho, se busca vender el gas como más “verde” que el carbón con su quema y asociándolo con menos CO2 emitido a la atmósfera. Sin embargo, el lector comprobará que toda comparación, por parte de la industria, se limita a dicha quema, evitando los procesos asociados a la extracción y transporte de este gas de fracking.

Así, para un lector despistado parecería que el gas de fracking se inscribe dentro de un mundo idílico y donde, escuchando a los responsables de Shale Gas, no tendría cabida ningún efecto adverso importante.

Si repasamos tranquilamente las páginas del blog encontraríamos muchas entradas referenciadas con artículos científicos que vendrían a contradecir opiniones tan bondadosas con la técnica.

Actualmente, no sabemos lo que el fracking implica para el cambio climático. Si la quema de gas reduce el CO2 respecto al carbón, la importancia final del metano en la atmósfera nos es desconocida. 

Hemos leído sobre pozos defectuosos que emiten metano, un gas con mayor efecto invernadero que el CO2, escapes durante su transporte y almacenamiento, fracturas horizontales que coinciden que otras ya existentes y favorecen escapes del gas por pozos antiguos…

Nadie puede poner encima de la mesa la cantidad real de metano emitido a la atmosfera durante todo el proceso que implica obtener el gas de fracking.

También hemos leído sobre las amenazas para el agua potable, que la industria niega de forma férrea, y sin embargo, hace pocos días leímos como el comité de asesores científicos externos de la EPA discutía a la propia Agencia estadounidense por atribuir un peligro escaso que era incapaz de demostrar.

Algo así, como sí un restaurante defendiera la excelencia de su menú mientras que es puesto en duda por… ¡los propios cocineros!

Hemos leído sobre problemas de salud con los compuestos volátiles emitidos con la explotación del fracking y como la calidad de vida de los residentes cercanos se resentía. 

Si Shale Gas promete regalías con el fracking, no sabríamos si llegarían a compensar la pérdida de valor de las propiedades en los enclaves activos. La pérdida de valor de las viviendas y propiedades ha sido reconocida en informes oficiales en Estados Unidos y Reino Unido.

Simplemente,  es un tema de sentido común, ¿quién querría vivir al lado de un sucio proceso industrial de extracción de hidrocarburos?

Sin embargo, Shale Gas contaría con el beneplácito de los responsables políticos de la Junta de Castilla y León para empezar a perforar en Burgos. 

Las autoridades se disponen a emitir los permisos medioambientales, sin necesitar siquiera… ¡de un informe independiente!, como han exigido un buen número de dirigentes políticos en otros países para tomar una decisión.

Sin duda, contarán con el reconocimiento de los máximos responsables de su partido político en Madrid, pero, ¿será una decisión responsable con los ciudadanos de su Comunidad?

El tema parece claro, para ellos y para Shale Gas todo es beneficio.

Pero, ¿cómo es posible que todas estas personas no perciban ningún inconveniente?,  ¿qué no entiendan de la existencia de ningún aspecto negativo?

Tal vez, lo pueda explicar una persona que no llegó a conocer la fracturacion hidráulica.

Seguramente, el lector pueda entender una frase del escritor estadounidense Upton Sinclair, fallecido muchos años antes de que el fracking fuera actualidad:

“Es difícil hacer entender algo a una persona cuyo salario depende de no entenderlo”



  



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