Gubbio es una antigua
ciudad italiana localizada en la región central de Umbría, junto al monte
Ingino… en Navidad, la ciudad se adorna con un inmenso árbol navideño (el más
grande del mundo según Guiness)
Publicado en El Economista.com.mx
Por Luis Miguel Gonzalez
29 de diciembre de 2015
2015,
el año en que México puso pausa al shale
En
el corto y mediano plazos, México no tendrá un auge económico relacionado con
el shale; tampoco habrá que preocuparse por el impacto ambiental del fracking
¿Qué hará México con sus
enormes reservas de petróleo y gas no convencionales? En el 2014, esa era una
de las grandes cuestiones. En el 2015, ese tema vivió un punto y aparte.
Las cuentas alegres en torno al
aprovechamiento de las reservas shale se evaporaron; algo parecido ocurrió con
las pesadillas que los ecologistas tenían frente al uso masivo en territorio
mexicano del fracking o fragmentación hidráulica.
El desplome de los precios
internacionales del petróleo ha puesto pausa a los sueños y pesadillas en torno
a las reservas no convencionales y el fracking en México. La explicación es muy
simple: con un precio por debajo de 50 dólares por barril, no es negocio
extraer esos recursos. Ése es el costo promedio de producción en Texas, que
cuenta con características geológicas idénticas a las de Coahuila, Nuevo León y
Tamaulipas.
El barril de petróleo se
quedará varios meses por debajo de los 40 dólares, pronostican los expertos.
Esto significa que México no tendrá un auge económico relacionado con el shale.
No en el corto y mediano plazos.
Lo bueno es que tampoco
tendremos que preocuparnos de los efectos negativos que podría provocar en el
ambiente el uso masivo de las técnicas de fracking, imprescindibles para
explotar los yacimientos tipo shale y que requieren grandes cantidades de agua,
escasa en los estados del Norte, donde se encuentra nuestro tesoro energético
no convencional. Nuestro país tiene las cuartas mayores reservas no
convencionales del planeta: 545 billones de pies cúbicos de gas y 13,000 millones
de barriles de petróleo shale.
La pausa será obligatoria
mientras siga la guerra de producción y precios en el mundo del petróleo.
Arabia Saudita arrancó con esa estrategia en el 2014 y la intensificó en el
2015. Los saudíes están decididos a sacar del mercado a sus rivales mas
incómodos, encabezados por los estadounidenses, en particular aquellos que
explotan los yacimientos de shale en Texas, Arkansas y Oklahoma.
La historia petrolera del 2015
registra un enorme esfuerzo de eficiencia de las empresas petroleras enfocadas
en shale. Ellas fueron capaces de mantener niveles altísimos de producción, a
pesar de la baja de precios, desde los 100 hasta los 50 dólares por barril. A
fines de octubre, sólo había 450,000 barriles menos en el mercado, por parte de
Estados Unidos. Los canadienses y rusos tiraron primero la toalla y
suspendieron la producción en campos arenosos y en el Ártico, respectivamente.
Una nueva etapa ha comenzado
con los precios por debajo de los 40 dólares. Allí, los productores estadounidenses
no convencionales ya no pueden sostenerse. En los próximos meses, veremos
cierres masivos de pozos en Estados Unidos y una caída importante de la
producción. Vendrá también la quiebra de petroleras especializadas en shale.
A fines de diciembre, Magnum
Hunter entró al Chapter 11. Se sumó a otras, como Samson, Sabine y Quicksilver
Resources, que lo hicieron a lo largo del segundo semestre. Serán muchas más.
En el 2016, hablaremos mucho
del riesgo financiero de las petroleras no convencionales de EU. Emitieron
mucho más de 1 billón de dólares en deuda. El año próximo, las perspectivas del
shale en México no serán tema de conversación. Es un asunto que entró en fase
de hibernación. Para bien y para mal.
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