Publicado en The Independent
Equipados con cascos, chaquetas reflectantes y vallas de
seguridad, activistas de Greenpeace realizaron una protesta en la casa de David Cameron, en Oxfordshire, en respuesta a la
legislación que permitirá a las empresas de fracking perforar bajo la propiedad
de las personas sin su permiso.
Los manifestantes cerraron la entrada principal de la casa con
cercas, erigieron un cartel que decía:
"Pedimos disculpas por
las molestias que podamos ocasionar mientras "frakeamos" debajo de su
casa."
Los activistas anti-fracking también entregaron un cheque de
gran tamaño, de 50 libras, -
que dicen será la máxima indemnización que recibirán los propietarios de casas
y tierras por permitir a las empresas perforar por debajo de su propiedad.
Simon Clydedale, de la campaña de
energía de Greenpeace en Reino
Unido, declaró:
"David Cameron quiere
robarle a la gente su derecho a impedir a las empresas de fracking perforar
bajo su casa - seguramente no le importará que inaguremos la revolución del
fracking bajo su casa y por debajo de su propio jardín .
"El primer ministro está a punto de subastar más de la
mitad de Gran Bretaña para los "frackers", incluyendo parques y zonas
de gran belleza natural como los Cotswolds nacionales.
"El fracking no entregará
energía a una escala significativa durante años, y si lo hace alguna vez, será
en el momento en el cual nos habremos alejado de los sucios combustibles
fósiles hacia la alta tecnología de energía limpia, si queremos atajar el
peligroso cambio climático. "
De acuerdo con la nueva legislación, en el intento de acelerar
por todo el país el fracking, las empresas ya no tienen que pedir permiso para perforar bajo las casas de la
gente, las leyes actuales de prevaricación requieren que los propietarios de
casas y de tierra den su consentimiento para la extracción de petróleo y
gas de esquisto bajo su tierra.
Una reciente encuesta de YouGov encontró que tres cuartas partes de los ciudadanos
en el Reino Unido se oponen a los
planes de los ministros para despojar a las personas de sus derechos y para
despejar el camino al fracking.
Más de 46.000 personas se han unido a un bloque jurídico
establecido por Greenpeace y en base
a los derechos de acceso de los propietarios, que tienen sobre el suelo
por debajo de su propiedad, según la organización.
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