Publicado en Grist
Por Ben Adler
11 de marzo de 2015
En muchos temas, California es el líder verde, mostrando a otros
estados como deben hacerse mejor las cosas. Pero mejor no es
necesariamente lo mismo que impecable. En
este momento, California está haciendo un mejor trabajo sobre regular el
fracking que cualquier otro estado - pero, por supuesto, muchos
activistas locales prefieren que el estado lo prohíba, como hizo el estado de Nueva York .
El gobierno federal no requiere que las empresas fracking tengan
que revelar los productos químicos que utilizan en sus operaciones, y es por lo
que no se ha logrado producir datos sobre la seguridad del fracking. Cinco
años después de que en los EE.UU. la EPA anunciara los planes para estudiar el
efecto de la fractura hidráulica en el agua potable, la resistencia de la
industria ha frustrado el
esfuerzo. Todo depende ahora de los estados en requerir a las
operaciones de fracking revelar que productos químicos están usando y poder averiguar si esos productos químicos están entrando en el servicio publico de
agua cuando los frackers
inyectan las aguas residuales en el subsuelo. La mayoría de los gobiernos
estatales, en deuda con los intereses de los combustibles fósiles, no están
haciendo nada de esto.
En 2013, el gobernador de California, Jerry Brown (D) firmó una
ley que exige la divulgación de los productos químicos utilizados en la
fracturación y el ajuste de la supervisión de la calidad del aire y el agua
cerca de los sitios de perforación convencionales. Ningún otro estado ha
adoptado un sistema completo para descubrir lo que en realidad contienen las
aguas residuales del fracking. Sin embargo, los activistas ambientales de California están preocupados , ya que la ley no va lo
suficientemente lejos en la protección contra los efectos adversos del
fracking, sobre contaminar el agua y el aire de los vecinos y desencadenar una
mayor actividad sísmica.
Sin embargo, esta información es mejor que nada. El martes,
el Grupo de Trabajo Ambiental lanzó un informe que examina la aplicación en
California de la ley de divulgación del fracking y expone lo que ha
encontrado. El grupo señala que "debido a que California es el único
estado que exige pruebas químicas integrales de los residuos de la perforación
y la divulgación pública de los resultados, los resultados también proporcionan
una ventana única sobre los productos químicos y la probable contaminación de
las aguas residuales del fracking en todo el país."
La buena noticia es que los acuíferos de California utilizados
para el agua potable no han sido contaminados por las aguas residuales del
fracking - al menos en lo que conocemos por ahora. Pero el riesgo se
mantiene. Apenas la semana pasada, el estado dejó
sin actividad algunas perforaciones, ya que estaban amenazando
las fuentes de agua potable. Y ayer, los funcionarios de California
admitieron ante una enojada comisión del Senado del estado que no habían estado
protegiendo eficazmente las fuentes de agua de la contaminación del
fracking. A medida que el LA Times informa ,
"durante años inadvertidamente [reguladores estatales] han permitido a las
petroleras inyectar las aguas residuales - del fracking y de otras operaciones
de producción de petróleo - en cientos de pozos de eliminación en acuíferos
protegidos, una violación de la ley federal".
Mientras tanto, realmente la mala noticia es lo que hay en las
aguas residuales del fracking: una completa sopa cancerígena de compuestos
orgánicos volátiles que se han asociado en otros lugares con una serie de
efectos desagradables en la salud. Estamos seguros de que no queremos esto en
cualquier lugar cerca de nuestra agua potable. Dice el informe:
Los productos químicos
derivados de las operaciones contienen metales pesados y elementos radiactivos,
además de altos niveles de sólidos disueltos, y son parte de los contaminantes
que se encuentran en las muestras de las aguas residuales del fracking
analizadas bajo el nuevo programa. Su divulgación incluye benceno, cromo-6,
plomo y arsénico - Todos incluidos en lista de la Propuesta 65 de California
como causas de cáncer o daños reproductivos. Casi todas de las 293
muestras analizadas contenían benceno a niveles que van desde dos veces hasta más de 7.000 veces superior a lo permitido por la norma de agua potable del
estado. Las aguas residuales también llevan, en promedio, miles de veces
más radio radiactivo que lo permitido por los objetivos de salud pública del
estado para considerarse seguro, así como niveles elevados de iones
potencialmente dañinos, tales como el nitrato y el cloruro.
Además de la presencia universal de benceno, el neurotóxico
tolueno se detectó en el 83 por ciento de las muestras. Así, las
quejas que los residentes de comunidades fracked pueden
expresar, viviendo cerca de un pozo de gas con los productos químicos en el
aire y que pueden causar problemas de salud desde
dolores de cabeza y náuseas hasta tumores benignos y malignos.
Mientras que la información que
se proporciona en California es valiosa – al igual que preocupante y ausente en
otros lugares - la ley de divulgación no se aplica plenamente. EWG
encontró varias deficiencias en la línea de base de los datos, mantenidas por la División de
Petróleo, Gas y Recursos Geotérmicos (DOGGR) del estado. Hay discrepancias
en el enfoque de los análisis del muestreo de los químicos, y 31 registros están
desaparecidos
EWG también encuentra que DOGGR
es demasiado lento para realizar los análisis y no está recogiendo información
suficiente acerca de donde se vierten las aguas residuales. Ese último
punto es especialmente crítico. Si las aguas residuales del fracking
llegan al suministro de agua, una buena información sobre dónde fueron
inyectadas sería esencial para responder al problema. EWG escribe: "A
partir de enero de 2015, los análisis químicos de las aguas residuales de más
de 100 enclaves de trabajo de fracking realizados a principios de 2014 estaban
incompletos, figuran como pendientes después de un año de haberse frackeado los
pozos. ... Los perforadores no tienen que especificar el pozo de inyección
exacto o el sumidero desde donde se desecharon las aguas residuales producidas
a partir del trabajo. Si se contamina el suministro de agua, esta
información sería clave para la identificación de la empresa responsable
".
Está lejos de ser la primera vez
que el DOGGR fracasa. En octubre, el San Francisco Chronicle informó sobre
problemas similares, de como las compañías petroleras han presentado informes
incompletos. Por supuesto, si DOGGR tiene más información, sería aún más
abrumador. "Los reguladores," escribe la Crónica ,
"no tienen suficiente personal para procesar todos los informes que han
recibido." No ayuda que, de acuerdo con el
senador estatal Fran Pavley (D), "el personal del DOGGR continue ignorando
la ley y los reglamentos ".
Todo esto es otro recordatorio de que cuando se trata de
proteger al público de las corporaciones rapaces, aprobar una ley no es el
final de la lucha, sino sólo el comienzo.
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