Publicado en Cadena SER
Por María Gutierrez
27 de febrero de 2017
La
directora de Altamira explica en Foro SER Cantabria que es un reclamo turístico
en sí misma, más allá de poder visitar la cueva original
6 meses lleva Pilar Fatás al
frente del Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira y continúa fiel a
las enseñanzas de su anterior responsable, el que fuera su mentor, trágicamente
desaparecido hace ahora un año, José Antonio Lasheras. Para él fueron sus últimas
palabras al cierre de su intervención en Foro SER Cantabria y cómo él, sostiene
que hay que avanzar, que debe quedar atrás el eterno debate sobre las visitas a
la cueva original. Considera que la prioridad es su conservación y para
garantizarlo hay que estar vigilante. La situación actual de 250 entradas
anuales puede variar en cualquier momento. “Yo creo que esa compatibilidad pasa
por la gestión del conocimiento a través del museo, a través de la
reproducción, no el acceso presencial”, ha explicado Fatás. “Ahora mismo, las
condiciones son las que son, 250 personas al año, pero como siempre decimos las
aperturas y cierres son temporales, no podemos garantizar que esta situación va
a continuar siendo así durante mucho tiempo”, zanjó la directora del complejo
museístico.
Fatás, consciente de que
Altamira es uno de los reclamos turísticos de Cantabria, ha explicado que
genera un impacto de 36 millones de euros anuales, 558 empleos y una aportación
al Producto Interior Bruto de 0,2%. Por ello el efecto llamada no está ligado a
que pueda visitarse la cueva original o no, sino al “concepto Altamira en sí
mismo”. Según ha explicado, su responsable, a finales de los 90, con la cueva
original abierta, la visitaban 80.000 personas, ahora son más de 250.000.
Más rotunda ha sido al oponerse
al uso de la fractura hidráulica en Cantabria. Considera que la utilización de
esa técnica para la extracción de gas en la región perjudicaría el rico
patrimonio arqueológico. Fatás ha asegurado que está en contra de esta técnica
de extracción de gas no convencional que puede "poner en peligro" y
desencadenar "consecuencias" en Altamira y el resto de cuevas de
Cantabria.
Pero también le han preguntado
por la futura explotación de la mina de zinc de Reocín, que "podría tener
una boca en el término municipal de Santillana del Mar", Fatás ha dicho
que desconoce el proyecto pero se ha mostrado segura de que tanto el
Ayuntamiento como el Gobierno de Cantabria priorizarán la conservación de la
cueva.
Ha esperado que, en caso de que
algo de ese proyecto pueda poner en peligro la conservación de las pinturas
paleolíticas de 40.000 años de antigüedad e Altamira, sea "modificado y
frenado" pero, en cualquier caso, "nosotros estaremos
vigilantes", ha enfatizado.
Hasta el momento, ha indicado
que cualquier proyecto desarrollado en el área de influencia de la cueva ha
sido abordado con especial cuidado y atención.
Cantabria
tiene 65 cuevas de arte rupestre paleolítico de un total de 400 en toda Europa,
entre ellas las que están fechadas como más antiguas, como la del Castillo,
cuyos últimos estudios, hablan de 40.000 años, 4.000 más que Altamira.
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