La rendición de Breda o Las lanzas es un óleo sobre lienzo, pintado entre 1634 y 1635 por Diego Velázquez y que se conserva en el Museo del Prado de Madrid desde 1819.
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publicada en el blog el 21 de abril de 2016
En las últimas semanas pareció
coincidir la mayor popularidad del fracking con su propio entierro. No paran de
llegar noticias sobre compañías en EEUU
que con problemas para atender la deuda declaran la suspensión de pagos
buscando la posibilidad de renegociarla.
¿La causa?, los bajos precios
del petróleo. El fracking utilizado por EEUU como arma geoestratégica, además
de recurso energético, ha contribuido a poner en el mercado más petróleo y gas
del que realmente se necesita.
La parada de las perforadoras
ha coincidido en una España `en funciones´ con la aprobación de una proposición
no de ley en el Parlamento español para “prohibir el fracking” en el territorio
nacional
Un lector despistado podría
pensar sobre la necesidad real de prohibir algo que ya parece enterrado. Sin
embargo, la realidad es que ni se ha prohibido nada, ni el fracking está
muerto.
La proposición no de ley por la
Comisión de Industria y Energía del Congreso ha sido atendida por el gobierno
en funciones con un recurso al Tribunal Constitucional de la “ley del fracking”
del País Vasco que acarrea su suspensión y la concesión a GAS NATURAL de un
nuevo permiso de exploración en el sur
de Cantabria.
Y respecto a prohibiciones
futuras en el Parlamento, ¿quién afirma la composición del próximo gobierno?,
¿se mantendría igualmente el deseo de una prohibición formal del fracking?
Respecto al enterramiento del
fracking, no hay que confundirse de muerto en el entierro. Una cosa son las
empresas que no sobrevivan al momento y otras cosa es la técnica, que pasa por
un momento malo de salud pero sin que comprometa su integridad.
Las empresas de servicios
petroleros como Halliburton y Schlumberger Ltd no paran de estudiar e innovar
en como bajar los costes y aumentar la producción y declaran que clientes no
les faltan. Refracking, nuevas arenas
para permitir el sellado y la generación de nuevas fracturas, dispositivos con
fibra óptica para la supervisión, nuevos sensores y sorfware para calcular los
puntos más idoneos en la concentración de hidrocarburos, o la inyección con el
agua de pequeños microbios con una mezcla de nutrientes con capacidad de
adherirse a las pequeñas partículas de petróleo para romperlas y facilitar su
extracción.
Aquí, nadie se queda quieto.
Bueno, casi nadie. Porque lo de los políticos es otra cosa.
Por otra parte, ya se habla de
una posible subida del precio del petróleo, pendiente de muchas variables, y
del que Brufau, CEO de Repsol, ya veía en 60-70 $ USD a finales de año. Aunque
en esto no se sabe cuanto corresponde a la realidad y cuanto a contentar a
accionistas e inversores.
Volviendo a las prohibiciones,
el recurso ante el Constitucional de la "ley del fracking" del País
Vasco creará expectación, por lo de la semejanza con la "ley del
fracking" de Cataluña, donde finalmente el alto Tribunal no vio la
injerencia en las atribuciones del Estado,
que decía ver el ejecutivo del PP.
Y es que, hasta los periodistas
ven prohibiciones por todos los lados.
Estas leyes NO prohíben,
REGULAN. Regulan el enclave de un pozo atendiendo a legalidades estatales y
autonómicas, con voz desde las dos partes. Desde el estado con la generalidad y
desde la autonomía con la particularidad del enclave.
De hecho estas medidas
reguladoras basadas en aspectos urbanísticos, medioambientales, paisajísticos o
de otra naturaleza son parecidas a las normas de "zonificación"
utilizadas en EEUU para dificultar el fracking y cuya capacidad final de
prohibición está pendiente de sentenciarse por el Tribunal Supremo de Colorado.
Los socialistas de Castilla y
León vienen intentando la misma ley, pero con el empeño en contra del PP
regional. Así, ya he perdido la cuenta de sí el próximo sería el tercer o
cuarto intento.
De momento, respiran en Burgos
, ya que BNK, con la exclusiva para la exploración en la región, hace las la maletas
para refugiarse en unos pocos pozos en EEUU y ver como consigue sobrevivir al
entorno mundial de bajos precios del petróleo. De momento anda buscando socios
que pusieran el dinero para los pozos en España y quién sabe si los encuentre
entre los perforadores que ya miran a Cantabria.
En Castilla La Mancha andan
dando vueltas también a otra REGULACIÓN adicional, la de los pozos. Aquí se
habla de integridad, aguas residuales o emisiones de metano. Esta regulación
atiende al proceso de la perforación. Y es que con esto de la fracturacion de
ALTO y BAJO volumen de agua los manchegos pudieran andar mosqueados por sí les
meten gato por liebre.
España, con la regulación de
los pozos, está lejos del Reino Unido.
Aquí, desde tiempos de Cañete, el comisario, confiamos en las "buenas
prácticas de las empresas" como toda regulación. Para un desconfiado, el
zorro cuidando las gallinas.
Y aquí está Cantabria. La que
se lleva la peor parte y no precisamente desde el punto de vista de los
perforadores, que pudiera ser la mejor. Aquí, se juega al fracking en primera
división. Y si no lo comprende el lector, piense en un perforador de fracking
acuciado por la deuda como BNK en Burgos y en otro que explora, perfora,
extrae, refina, distribuye y comercializa, como los de casa.
A Cantabria le ha tocado
"bailar con la más fea", con los "Big One" españoles,
REPSOL y GAS NATURAL. Mientras que en Burgos, BNK reconoce no poder atender los
permisos, en Cantabria, GAS NATURAL, pide uno más. Por sí a alguien le quedaban
dudas.
¿Y en Cantabria que dicen? Pues decir,
decir... poco. Desde el intento de prohibición del PP, visto como un
"paripé" por unos y con buena intención por otros, aquí nadie habla
por no pecar.
De lo último, lo del ex
consejero Javier Fernández, que en Cantabria clamó por la oposición al
fracking, animándo a ganar la guerra aunque se perdieran algunas batallas y
ahora desde el Senado tiene que ver como sus compañeras en Madrid votaban en
contra de la prohibición. Si bien, no han hecho nada que no hubieran hecho ya
antes los senadores del PP por Cantabria.
Y es que el PP de Cantabria
siempre se mostró "exquisito" en la etiqueta social con otras
comunidades. Fracking No en Cantabria pero "respetando" lo que
quieran en otros sitios.
¡Vaya tropa!, como diría Rajoy.
Todo lo contrario de los
senadores del PP por Baleares, que cuando se habló de prospecciones en las
islas, votaron en contra en el Senado y le dijeron a Rajoy y a Soria que se
metieran las prospecciones por donde mejor quisieran.
Y oiga, que ante las sanciones
del partido, Llorenc Bosch, declaró: "No tolero que quieran acallarme, y
seguiré votando según el interés de Mallorca".
¿Y los demás?, pues no se sabe
muy bien. Si el responsable del PSOE de CyL sigue presentando, no sé cuantas
veces, documentos ante las Cortes autonómicas, ¡que ya parece un opositor a
notarías!, de su compañera, la vicepresidenta de Cantabria, Eva Diaz-Tezanos,
que levante la mano el último que la oyó hablar del fracking y que nos explique
lo que dijo.
Del presidente de Cantabria, el
Sr Revilla, cuando toca el fracking, parece el presidente de Asturias o de La
Rioja, porque... ¡ ni una palabra!. Dice tan poco que he llegado a pensar que
si no sabrá algo que los demás no sabemos y es lo que le infunde esa aparente
tranquilidad.
Aunque, hablándolo con un amigo
me dijo que en lo de pensar, el único que sabría lo que pensaba sería él mismo.
Que había que imaginar lo que sentía, y pudiera ser vértigo. Como el que sintió
aquel novio, antes de la boda, al comprobar que el traje le quedaba demasiado
grande.
¿Cómo es posible que los
politícos cántabros, al contrario que vascos, catalanes o castellanos viejos y
manchegos, no necesiten legislar en
Cantabria con el fracking?
Cantabria, la comunidad que se
enfrenta a los "Big One", donde todos los políticos dicen rechazar el
fracking, y... ¡es la única región que desecha la posibilidad de una ley
reguladora a nivel autonómico!.
¿Por qué el empeño en hacer
defensa mirando únicamente a Madrid desde un Santander provincial y
....provinciano, cuando se puede actuar desde una Cantabria autonómica?
Alguien me podría decir que ya
existen normas de carácter autonómico y municipal que podrían ser empleadas, pero no es lo
mismo.
La aprobación de una ley
reguladora en el marco de la autonomía es una GARANTÍA hacia los ciudadanos de
que sus políticos están comprometidos a no permitir pozos en cualquier sitio. Y
los políticos deberían pensar que los ciudadanos no quieren más palabras, sino
hechos.
La existencia de una ley de
este tipo es una llamada al gobierno central de que en caso de falta de acuerdo
se recurrirá al reto legal y a la
defensa en los tribunales de justicia de los intereses de Cantabria.
Una empresa perforadora, en
cuya tarjeta de visita, expone un par de simples pozos exploratorios, y oculta
lo que viene detrás, en caso de explotación, no se sentiría cómoda con leyes
que pudieran coartar su capacidad de actuación en las fases posteriores.
¿Por qué no una ley reguladora
del fracking en Cantabria?
Al final, con tanto pozo
vertical y tanto silencio, todo esto ya me parece un cuadro
El de Las lanzas de Velázquez.
Nota del blog
(En la actualidad Cantabria se
dispone a modificar la Ley del Suelo para favorecer la explotación minera, concretamente
la extracción de zinc y otros minerales en la mina de Reocín, en la comarca del Besaya, y definida en
el pasado como un yacimiento agotado y proclive a los accidentes. Los
detractores defienden que el cambio de legislación favorecería la entrada del
fracking en Cantabria, mientras que el gobierno regional habla tímidamente de una futura ley reguladora de la fractura hidráulica)
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