George Bush junto a Dick
Cheney
Entrada publicada en el blog el 9 de agosto de 2013
Tal vez, no esté de más, mirar hacia atrás y recordar cómo empezó todo. De
hecho, hay quien dice que para entender las cosas hay que fijarse en cómo se
iniciaron. Aunque no todo el mundo está de acuerdo. Siguiendo el refranero,
unos justifican aquello de “no es como
empieza sino como termina” y otros, “lo
que mal empieza, mal acaba”.
Hace unos años se instauró en Estados Unidos la ley Hinchey, en reconocimiento a Maurice Hinchey, congresista por
New York. Esta ley ha venido a restringir algunos de los “privilegios” que
disfrutaban las empresas de fracking
desde la Administración Bush. Esas condiciones ventajosas fueron introducidas
por Dick Chenney, desde su llegada a la vicepresidencia en 2001 y la creación
del marco regulatorio para esta técnica extractiva en 2004-2005, coloquialmente conocido como “Energy Bill”.
Cuando Chenney consiguió la aprobación en el Congreso, la industria del Petroleo y Gas quedó eximida de cumplir
con el “Safe Drinking Water Act”.
Este acta había sido firmado por un presidente republicano, años atrás. Con
Nixon, se estableció un marco legal para realizar una gestión adecuada de los
recursos de agua potable.
La administración Nixon fue la primera, en la historia de la democracia
americana, en impulsar un marco regulatorio, entonces inexistente, para una
gestión sostenible y rigurosa de los recursos del aire (“Clean Air Act”, 1.970) y del agua (“Clean Water Act”, 1.972) y la propia “Safe Drinking Water Act”, 1.974. Es de destacar que en tiempos de
Nixon también se formó la EPA., Agencia de Protección Medioambiental .
Dick Chenney, con su “Energy Bill” de 2.005, eximió a las compañías
energéticas de cumplir con ciertas restricciones incluídas en las actas “Clean Air Act” y ”Clean Water Act”. También hubo
exenciones, como es lógico, para la adquisición de reservas de suelo, por
dichas compañías en su actividad exploratoria y extractiva. Así, durante la
segunda Administración Bush, se produjo un despliegue, de infraestructura
extractiva de fracking, desordenado,
voraz y especulativo. Se permitieron y protegieron operaciones de extracción en suelo público llegando a producirse contaminación de subcuencas
hidrológicas.
Las compañías beneficiadas fueron las tradicionales y presentes en la
actualidad, como Cabot Oil&Gas, Williams, Encana o Chesapeake.
Sin embargo, lo que el público no sabía, entonces, era que Dick Chenney,
venia de ser CEO, cargo equivalente al ejecutivo principal de una compañía, de
Halliburton, empresa que desarrollaba la tecnología para realizar la fractura
hidraúlica o fracking. Prácticamente,
todas las empresas dedicadas al fracking,
utilizan alguno de sus equipos. De hecho, cuando Chenney se despidió para
ocupar la silla de la vicepresidencia fue atendido con un “finiquito” de 37 millones US$.
Chenney creó el “Energy Task Force”, un grupo de trabajo que organizó hasta
un total de 40 reuniones con los agentes del lobby industrial y energético del fracking, y solo una vez con
afectados y protectores de los recursos naturales y la salud pública.
El lobby aportó una cifra de unos 100 millones US$, claves para la
aprobación del “Energy Policiy Act”
de 2.005, con Chenney de Vicepresidente. Esto se conoció como el “vacío
Halliburton”, vació legal sobre la “Safety
Drinking Water Act” de la Administración Nixon. La “Energy Policiy Act” consentía la inyección de componentes
químicos tóxicos en zonas de acumulación de recursos hídricos (muchos de ellos
aguas para abastecimiento). Cualquier alegación, información contraria,
reclamación, fue anulada por la Administración Bush Jr.
A veces esto me recuerda a la fiebre
del oro, en California. Para algunos, fue un fenómeno social que provocó
que San Francisco, entonces una pequeña aldea, se convirtiera en una ciudad.
Para otros que, aunque algunos encontraran
riqueza, otros muchos murieron o fueron asesinados en aquella búsqueda
repentina. Entre ellos, muchos de los aborígenes de la región. Hablando de este
tema con un amigo y de los buscadores que se hicieron ricos, me comentó que
hubo alguno que acertó desde el principio. El que vendía los picos y las palas.
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