Un nuevo estudio publicado en la revista Environ Health Perspectives y que tiene a la Dra Lisa M. McKenzie como investigadora principal junto a otros miembros del Departamento de Salud Ambiental y Ocupacional de la Escuela de Salud Pública de Aurora en Colorado ha venido a relacionar la influencia de los campos de fracking en el desarrollo fetal.
El desarrollo del gas natural implica la presencia de contaminantes como el benceno, tolueno o xilenos y asociados a las distintas etapas de obtención. Al contrario que la extracción clásica del gas en bolsas que se presenta localizada, el fracking necesita de una ocupación superficial mucho mayor y es frecuente la presencia cercana de pozos a viviendas y poblaciones.
Para realizar el estudio se hizo un seguimiento de los nacidos entre 1996 y 2009 en zonas rurales de estado de Colorado. El estudio examinó los datos de casi 125.000 nacimientos.
En el estudio se asocia la presencia de cardiopatías congénitas y defectos del tubo neural en los bebés con el hecho de que la madre residiera en un radio de 16 Km respecto a zonas con densidad de pozos de perforación.
Este estudio viene a coincidir con estudios anteriores en sospechar de la contaminación aérea del fracking con disfunción en el feto, resaltando la necesidad de nuevos estudios que permitan aumentar la claridad en el tema. Se sospecha que los teratógenos o mutágenos podrian atravesar la placenta, aumentando la posibilidad de exposición fetal a contaminantes provenientes de la explotación de gas.
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