China se ha embarcado en el mayor impulso a las energías renovables que el mundo haya conocido antes.
El objetivo es doblar el número de turbinas eólicas en un plazo de 6 años. De una capacidad actual instalada de 75 gigavatios (GW), el objetivo es lograr unos asombrosos 200 GW en 2020. Para dar idea de la magnitud, los países de la Unión Europea en conjunto dan poco más de 90 GW de capacidad con las turbinas eólicas presentes.
China ha destinado siete áreas de país para este desarrollo eólico. Así, en la provincia de Xinjiang las turbinas se cuentan a miles. El ritmo de fabricación se puede definir como frenético. Si hace unos años la empresa Goldwind era capaz de fabricar un aerogenerador en dos días, ahora en un solo día es posible disponer de dos.
China todavía tiene pendiente actualizar las conexiones a la red eléctrica. Este frenético empuje parece ir por delante de la adecuación para el transporte y distribución de la energía eléctrica generada.
Si hasta ahora el viento jugaba un papel discreto detrás del carbón y de la hidroeléctrica en la producción de electricidad, este "empuje" podría abaratar la fabricación de turbinas con implicaciones no sólo en China sino en el resto del mundo.
Para leer más,
No hay comentarios:
Publicar un comentario