viernes, 20 de diciembre de 2013

El agua en los Valles pasiegos (II)


Por lo general, la lluvia en los Valles Pasiegos es fina y constante. No es raro recordar más de un mes sin parar de llover, noche y día. Es un tema curioso, cuando deja de llover 2 ó 3 semanas el pasiego ya se queja de sequía. Esto se explica por lo "pindio" de las cuestas que hace que, mayormente, el agua acabe en el río y por el viento sur, al que se acusa de "secar" la hierba.

Sin embargo, hay veces que cae más agua de la habitual y  entonces, es cuando por los pindios ya no baja un arrollo, parece como si el monte "llorara" y por todas partes el agua trazara caminos blancos y brillantes.


Es entonces, cuando los pequeños arroyos crecen y se confunden con el verde. Los arroyos parecen ríos y los rios reclaman como suyo el sitio donde antes había hierba y árboles.


El exceso de agua intranquiliza porque también se asocia a desgracias. El pasiego mira las fincas y las vacas y vigila hacia arriba, midiendo como crece la caída del agua por las cuestas. Una señal de aviso es cuando esas caídas blancas y brillantes de hacen marrones y oscuras.

Es una tierra de contrastes, de blanco y negro. En verano los ríos bajan escasos y raro es que no haya, en algún momento, problemas de a abastecimiento de agua. 

Para ver esos contrastes, nada como ver fotos de puentes pasiegos en sus momentos más tranquilos.




Y también verlos en otros momentos más desconocidos, 




Al igual que las biondas del Andaruz con la nieve, alguna carretera también cambia con los inviernos.


Quien le diría a un pasiego que, pudiera llegar un dia, que al mirar arriba, al monte, para ver como baja el agua, podría tener que preocuparse por la presencia de millones de litros de aguas negras y tóxicas embalsadas en el alto de esos mismos pindios.













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