La utilización de un asta de vaca como instrumento sonoro ha estado siempre presente en la historia de la humanidad. Este uso ha sido tan frecuente que sería inacabable mencionar los pueblos y los tiempos donde fue utilizado. En nuestros días, ha derivado incluso en un instrumento musical folklórico.
En los Valles Pasiegos se utilizó desde antiguo. En muchas ocasiones, el pasiego necesitaba de llegar a alguna cabaña y hacer permanencias breves, de días o semanas, sin que implicara una "muda" asociada al desplazamiento de toda la familia con animales y enseres. La permanencia en solitario entrañaba riegos por la particularidad del terreno ya que no eran infrecuentes las caídas y la fractura de algún brazo o pierna.
Así, todos los días con el amanecer y la caída del sol el pasiego hacia sonar su cuerno. Su sonido era contestado por otros cuernos vecinos y confirmaba que todo estaba bien y en calma. La orografía de los valles y la capacidad de transmitir el sonido permitían, en muchas ocasiones, que se oyera desde el fondo del valle y por tanto por la familia. Cada cuerno tenía su sonido particular que facilitaba su reconocimiento.
Por eso, cuando el pasiego se lesionaba o se sentía en peligro lo primero que buscaba era.... hacer sonar el cuerno.
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