Publicado en Oil Price
Por Michael McDonald
10 de febrero de 2017
El problema actual con la red
eléctrica no es la falta de electricidad, sino más bien la falta de ella en
determinados momentos. Los Estados Unidos se han desplazado progresivamente
hacia la adición de energía renovable a la red, pero la energía solar y eólica
son más bien intermitentes. Lo peor de todo, parte de esta energía se
desperdicia por completo debido a nuestra red no es capaz de almacenarlo
adecuadamente. Tesla, junto con otras empresas, ha comenzado a resolver este
problema acuciante.
Tres nuevas plantas de
almacenamiento están en las obras y son diferentes a todo lo visto anteriormente.
Las plantas serán completamente dependientes del almacenamiento con iones de
litio. La alimentación con baterías de litio ha visto reducciones rápidas de
los precios en el pasado gracias a varios de años de gran demanda de coches
eléctricos. Tesla también está desarrollando una gigafactory en Nevada para producir en masa estas baterías, algunas
de las cuales serán utilizados en la planta de almacenamiento. AES Corp . y AltaGasLtd . son las otras dos compañías que están creando plantas de baterías en
California. La planta AltaGas se activó el 27 de enero. AES tiene otra planta de
baterías en Arizona programada para entrar en funcionamiento en los próximos meses,
así como un proyecto internacional en la India.
Estas plantas reducirán el
número de apagones debidos a la escasez de energía en horas punta y evitarán la
pérdida de energía generada que no se utiliza. Cuando se trata de las energías
renovables no hay prácticamente ninguna emisión de dióxido de carbono o de riesgo de derrames con daños al medio ambiente. La electricidad generada a
partir de fuentes renovables se almacenará de manera adecuada y refuerza la
idea de que nuestra red de energía puede realmente ser más ecológica.
Esto no es un buen augurio para
los productores de combustibles fósiles. Las instalaciones de combustión que
utilizan combustibles fósiles ven esto como una amenaza a su imponente
industria. Con el 67 por ciento de nuestra red que actualmente dependen de la energía no renovable, podría haber una parte considerable de cuota de mercado
en juego. La presión para reducir el cambio climático tiene a gobiernos que
apuestan por estas baterías. El presidente Trump, sin embargo, ha prometido
traer el carbón y la producción de crudo a un nuevo nivel de actividad. Los
economistas no están seguros de cómo su política puede llegar a no quedar en nada,
pero todo esto garantiza a los productores de petróleo un poco de tiempo dulce
antes de que esta adaptación sea inevitable…
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