Paseo
marítimo de Almenara (Castellón), seriamente afectado por el temporal / EFE
Publicado en El Mundo
Por Amado Herrero
25 de enero de 2017
Un
informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente señala las regiones del sur
como "puntos críticos del cambio climático"
En
España se estima que las pérdidas económicas relacionadas con el clima en las
últimas tres décadas ascienden a casi 1.000 millones al año
Europa ha entrado en una era de
fenómenos meteorológicos extremos. Así lo ha anunciado un informe presentado
este miércoles por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en el que se
afirma que las olas de calor, inundaciones, sequías y tormentas serán cada vez
más frecuentes e intensas en todo el continente como resultado del cambio
climático. Además, el documento señala que las variaciones en el clima global
ya han comenzado a tener un impacto negativo en la salud, la naturaleza y la
economía comunitarias.
Los expertos advierten que el
sur del continente será un "punto crítico", una de las zonas que
sufrirá con más intensidad las consecuencias del cambio climático. "Los
datos sobre el clima aparecidos en estos últimos años enfatizan lo urgente que
es mitigar y adaptarse al cambio climático", explica Hans-Martin Füssel,
coordinador de la investigación.
Las regiones meridionales ya
están registrando un mayor aumento en las temperaturas máximas y menores
niveles de precipitaciones, así como una disminución del caudal de los ríos. La
combinación de estos factores incrementa sensiblemente la aparición de sequías
-el informe apunta al norte de España como zona de riesgo- lo que se traducirá
en daños en los cultivos, deterioro de la biodiversidad y un mayor riesgo de
incendios forestales.
Los responsables del estudio
instan a los gobiernos e instituciones comunitarias a adoptar políticas y
estrategias más efectivas y flexibles para adaptarse a esta nueva realidad.
Señalan que el éxito de estas medidas será crucial para atenuar el impacto del
cambio climático en la salud de los ciudadanos europeos, así como en la
economía del continente. "Una gestión adaptada implica planes que se
ajusten a estas circunstancias cambiantes", explica André Jol, responsable
del grupo de vulnerabilidad y adaptación de la AEMA, "y que tenga en
cuenta la incertidumbre sobre el futuro y se actualice constantemente con nueva
información basada en la monitorización y evaluación".
Efectos
en la salud y la economía
Entre esos efectos se
encuentran las olas de calor y los cambios en la distribución de enfermedades
infecciosas. En países del entorno mediterráneo como España, Grecia y Chipre se
espera un incremento en la mortalidad relacionada con altas temperaturas. La
propagación de insectos, como garrapatas y otros portadores de enfermedades
(como el mosquito tigre asiático) incrementará el riesgo de contraer patologías
como la encefalitis transmitida, el virus del Nilo occidental, o el dengue. Por
otro lado, se espera que aumente el número de inundaciones que a lo largo de la
última década ya han provocado millones de lesiones, muertes y enfermedades en
toda Europa.
Los efectos del cambio
climático también pasarán factura a los bolsillos de los europeos y a las arcas
comunitarias. De acuerdo con los datos que maneja la AEMA, los fenómenos
extremos relacionados con el clima han costado más 400.000 millones euros en
Europa desde 1980. En España la cifra se eleva a casi 1.000 millones al año y
las previsiones dicen que los daños en la región mediterránea son los que más
van aumentan en la próxima década. Las estimaciones para 2050 hablan también de
incrementos en la demanda de agua y en el consumo energético, especialmente en
verano.
El informe también recuerda que
los efectos del cambio climático fuera de las fronteras comunitarias tendrán
consecuencias en su interior, debido a los fenómenos migratorios, a la
inestabilidad geopolítica y las amenazas a la seguridad. "Ahora somos más
conscientes de la vulnerabilidad de Europa respecto acontecimientos relacionados
con el clima fuera de Europa", concluye Füssel.
Impacto
en la biodiversidad
El informe detalla que
numerosas especies de animales y plantas están experimentando cambios en sus
ciclos vitales y en sus patrones migratorios. En España, algunos insectos como
la abeja melífera (Apis mellifera) están adelantando cada año su aparición, un
fenómeno relacionado con primaveras cada vez más cálidas. En la cordillera
pirenaica, las hayas (Fagus sylvatica) aparecen hoy a altitudes 70 metros
superiores de lo que ocurría en 1940. Además, los cambios en los ecosistemas
están ayudando a algunas especies invasoras a consolidarse en nuevos hábitats.
El incremento del nivel del mar
convierte a las zonas costeras y las llanuras aluviales en "puntos
críticos", al aumentar el riesgo de inundaciones. Especies marinas,
incluidas poblaciones claves para el sector pesquero, también están migrando
cada vez más al norte y la acidificación de los océanos amenaza con crear
"áreas muertas" frente a los litorales europeos….
Para acceder a la noticia COMPLETA,
No hay comentarios:
Publicar un comentario