Según recogen diferentes medios
escritos, Rusia habría hecho un esfuerzo por proteger los intereses de sus
compañías energéticas estatales de la competencia de compañías productoras de
los EEUU. Para conseguir este fin habría orquestado una campaña de desprestigio
de la nueva técnica extractiva, la fractura hidráulica o el fracking,
destacando sus efectos ambientales adversos.
Así, la Oficina del Director de
Inteligencia Nacional de EEUU señala a RT América, Rusia Today, de ser “un
brazo de operación de propaganda en el exterior del Kremlin, y estar diseñado y
financiado para servir a los intereses financieros y geopolíticos del gobierno
ruso” en un informe publicado el viernes.
Según ese informe las
operaciones globales de RT habrían recibido $ 190 millones en financiación
gubernamental anual.
Desde este blog hemos seguido
durante tres años las principales noticias sobre el fracking a nivel internacional y el supuesto protagonismo de Rusia
en una campaña de desprestigio no es una noticia nueva, siendo cierto que RT ha
venido publicando noticias asociadas a la técnica extractiva y principalmente
relacionadas con sus efectos adversos.
Pero también es cierto que el
origen de estas noticias se encuentra en publicaciones científicas, revisadas por pares, de profesores e investigadores de universidades norteamericanas -EEUU
y Canadá han sido los países precursores de la expansión de la técnica-.
Estos estudios científicos son
los responsables de poner encima de la mesa los episodios de contaminación del
agua y del aire, los terremotos por la inyección de aguas residuales en EEUU y
los terremotos asociados directamente al fracking en Canadá, debido a su particular
geología, la problemática de los residuos con componentes tóxicos y radiactivos,
las fallas de construcción de los pozos, los problemas de salud en las personas
que habitan cerca de los enclaves de perforación, las emisiones de metano a la
atmósfera o los problemas de contaminación ambiental entre otros.
RT ha recogido cada uno de
estos estudios, al igual que otros medios e incluso este blog. Es necesario recordar
que el origen de la mala fama del fracking está en el mensaje y no en el mensajero.
Si Obama y los Servicios de Inteligencia
de EEUU quieren encontrar al responsable del desprestigio del fracking no
tienen que cruzar grandes océanos, lo tienen en casa, y se llama conocimiento científico. Por cierto, muy
difícil de censurar.
Por lo demás, es cierto que el
fracking ha jugado un papel geoestratégico, el abaratamiento del gas y del petróleo
ha mermado fondos, cuanto menos temporalmente, a algunos países productores
como Rusia, Arabia Saudí o Venezuela, entre otros.
Tendríamos que recordar el
conflicto de Ucrania, el esfuerzo de la Secretaria de Estado de EEUU, Hillary
Clinton, por introducir el fracking en Europa, la repatriación de parte del fondo
soberano de Arabia Saudí y la introducción de nuevos impuestos por el bajo
precio del petróleo como estímulo de desinversión en otros objetivos, la casi
bancarrota de un estado gamberro como
Venezuela, el cambio de la Ley de Hidrocarburos en México o la difícil
sustitución del gas ruso en Europa por el gas licuado de EEUU.
En este momento EEUU vive su
tiempo con intensidad y pasión debido principalmente a los resultados
electorales y con la imagen manifiesta de un enemigo exterior.
Sin negar ni afirmar su
existencia sería deseable que no fuera impedimento para la reflexión interna.
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