SDP Noticias (México)
“No
veo lugar para el fracking en Nueva York”, declaró Bill de Blasio a los
reporteros después de su discurso ante la Conferencia de Alcaldes de Estados
Unidos en Washington, D.C. en enero pasado: “Simplemente, la ciencia no es lo
suficientemente segura. La tecnología no es suficientemente segura. Y hay
demasiado peligro para nuestros suministros de agua, para nuestro medio
ambiente en general” (Huffintongpost.com, 01-24-14).
Su
firme oposición a la fracturación hidráulica lo coloca contra Michael
Bloomberg, su predecesor, quien ha apoyado con fuerte los métodos del fracking
(irónicamente, el multibillonario está ahora empeñado en una campaña para
promover la revisión de armas para impedir que criminales y personas con
“enfermedades mentales” las obtengan, pero apoya una industria que ha mostrado
su daño potencial; claro).
Y,
particularmente, De Blasio se opone al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo,
quien ha postergado el pronunciamiento para finalizar las nuevas regulaciones
del fracking para el estado. De Blasio lo ha alentado a sostener la prohibición
del fracking hasta que “podamos en realidad probar que es seguro y no creo que
ese día llegue pronto”.
Cuando
William de Blasio era todavía un potencial candidato a alcalde, se unió a la
oposición al fracking apoyando abiertamente a la Organización de Neoyorquinos
Contra el Fracking y demandó una moratoria de dos años para ampliar los
estudios en práctica tan controvertida (TheEpochTimes.com, 04-11-13). El
alto riesgo y el peligro de esta tecnología moderna es la principal
preocupación de la organización, pues la fracturación implica la extracción de
“gas natural del subsuelo por medio del bombeo de agua, arena y químicos una
milla o más por debajo de la superficie de la tierra”.
En
la protesta de abril de 2013 de la NYAFO (“Gobernador Cuomo, si no puede
proteger el agua de Nueva York, no puede llegar a presidente”, estableció
irónicamente la organización), De Blasio dijo que no sabía mucho acerca
del fracking cuando éste devino en 2008 un asunto importante, pero su hija (una
hija muy consciente), le urgió a ver Gasland, un documental de Josh
Fox que muestra algunos de los principales problemas del método.
“No puedes ver Gasland sin quedar profundamente afectado… Un falso movimiento en el fracking, un paso demasiado lejos y habrás perdido demasiado. Envenenas la tierra de tal manera en que podríamos estar impedidos de recuperarla”.
“No puedes ver Gasland sin quedar profundamente afectado… Un falso movimiento en el fracking, un paso demasiado lejos y habrás perdido demasiado. Envenenas la tierra de tal manera en que podríamos estar impedidos de recuperarla”.
Recientemente,
hemos visto el daño ocasionado por el fracking a una familia de Texas que, en
el primer caso de su tipo, ha sido recompensada por un jurado de Dallas que
obligó a Aruba Petroleum Co. a pagarle tres millones de dólares (Russia
Today, 04-23-14; la misma familia perdió contra de Halliburton Co., por
cierto, una compañía bien-o-mal establecida en México, y la prensa mexicana no
habló mucho del asunto). La familia obtuvo el dinero, pero los daños pudieran
ser irreversibles.
Mientras
tanto, en México, Peña Nieto, con su “reforma energética” impuesta-por-los-diputados-y-senadores,
ha aprobado que a las compañías internacionales les sea permitido extraer “gas
natural” (gas de esquisto), usando “tecnologías modernas”, que necesariamente
significa el peligroso método del fracking. Como podemos leer en la respuesta a
una de las diez preguntas del ganador del premio Oscar, Alfonso Cuarón, que
muestra su preocupación acerca del futuro de la “reforma” y sus efectos entre
la población mexicana, “las empresas privadas podrán producir gas natural en
México, por sí solas o asociadas con Pemex… existirán múltiples productores de
gas natural en México, compitiendo entre sí…”
En
otras palabras, sin una auténtica preocupación acerca del futuro posible daño a
la población, la naturaleza, los animales y las aguas, el uso del método del
fracking podría ser aplicado en México por compañías firmemente rechazadas o
que no han sido aprobadas en Nueva York o que han sido castigadas en Texas
debido a los peligrosos daños al usar esta técnica (rumores dicen que
Halliburton está usando ya el fracking en México; la explosión en Tabasco el
pasado noviembre pudiera ser una consecuencia, al menos es su responsabilidad).
Es
claro que la sociedad debiera apoyar a políticos como el actual alcalde de
Nueva York, que se preocupan por el bienestar de la humanidad y la naturaleza.
La ambición y la falta de escrúpulos de quienes no les importa nada sino ellos
mismos y sus altos intereses políticos y económicos, es la ruta al maldito
fracking. #PobreMexico
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