"A veces, las
grandes compañías se esfuerzan en
mostrarnos una cara agradable mientras
que parecen ocultar una cara más accidentada".
Ben Magec-Ecologistas en Acción hace público a
través de su web un informe en el que se revelan los datos de siete expedientes
abiertos contra Repsol en América Latina por vulneración de los derechos
humanos, daño ambiental y empobrecimiento de las comunidades locales de los
países afectados por las explotaciones petrolíferas y gasísticas. Este informe
ha sido redactado por el técnico de Cooperación Internacional J.C. Díaz.
En este informe se relatan casos de
contaminación de acuíferos y de suelos, pérdida de biodiversidad, y en general
de vulneración de la normativa medioambiental y de los derechos humanos que
está causando el empobrecimiento y el desplazamiento de pueblos en Bolivia,
Perú, Argentina, Colombia y Ecuador, aunque aún hay muchos expedientes más
abiertos en América latina y en muchos otros países por todo el Planeta.
La Federación ecologista también denuncia que
el gobierno español, en lugar de intervenir contra estas atrocidades, está vinculando
la marca de empresas nacionales (transnacionales) de éxito como Repsol a las de la “marca España”
para salvar el desprestigio internacional que están suponiendo tanto la crisis
como los casos de corrupción que afloran cada día. Por supuesto, Repsol está
utilizando esta misma solución como una estrategia de marketing. Según la
organización ecologista: “nos quieren vender que confiar en Repsol es apoyar a
España. Defender los intereses de Repsol es defender los intereses de España.
Es lo que ocurrió cuando Argentina privatizó YPF: el Gobierno de España y los
medios de comunicación a su servicio iniciaron una ofensiva ideológica que
pretendía vender éste como un gesto hostil hacia España, no como una medida
política y económica favorable a los intereses de las argentinas y los
argentinos”.
Por último, señalan que “esta empresa sigue en Canarias la misma línea de actuación que en Sudamérica, basada en la
mentira sobre los efectos económicos y ambientales de su actividad, y cómo no,
en la corrupción política, condición imprescindible para garantizar el éxito en
sus gestiones”.
Fuente: Ecologistas en acción.
Dinero, dinero y dinero. A costa de los que sea. Sin ningún pudor
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