Publicado en El
Economista
EFE com
23 de agosto de 2015
Ayuntamientos
del Norte de Burgos, donde más avanzados están los proyectos para realizar
sondeos para buscar gas mediante fractura hidráulica, intentarán retrasar estos
proyectos con la esperanza de que un cambio de gobierno en noviembre suponga la
prohibición del uso de esta técnica en España.
Las
empresas ya han presentado los estudios de impacto ambiental para pedir la
autorización de varios sondeos en el Norte de Burgos mediante esta técnica de
fractura hidráulica o 'fracking', que consiste en la inyección de agua y
productos químicos a gran profundidad para fragmentar la roca de pizarra y
liberar pequeñas bolsas de gas y petróleo, que de esta manera se puede
extraer.
El
vicealcalde de Villarcayo, José Casado, ha recordado que la práctica totalidad
de ayuntamientos de la zona se han declarado libres de 'fracking', pero la ley
no les permite prohibir el uso de esta técnica en sus territorios.
Sin
embargo, los ayuntamientos tienen competencias para la concesión de ciertas
licencias y permisos, como las de obras, uso de suelo público e incluso paso de
ciertos vehículos pesados.
En
declaraciones a Efe, Casado ha explicado que la intención de los ayuntamientos
de la zona afectada es endurecer al máximo su normativa ambiental y retrasar o
no conceder todos los permisos que puedan.
De
forma paralela, retomarán en septiembre las movilizaciones contra el uso de la
fractura hidráulica en la zona.
De
hecho, ya han pedido a la Subdelegación del Gobierno en Burgos el permiso para
formar el 12 de septiembre una cadena humana que una las dos localidades más
importantes del entorno donde se pretenden instalar los sondeos de 'fracking';
Villarcayo y Medina de Pomar, separadas unos 7 kilómetros.
Para
Casado, los proyectos de 'fracking' no son solo una molestia o un riesgo, sino
una auténtica amenaza para la zona.
Considera
que el uso de esta técnica perjudicaría al turismo y los cultivos de huertas y
frutales, que son las principales fuentes de riqueza del norte de Burgos,
basada en el medio natural.
El
vicealcalde de Villarcayo se queja de que las empresas dicen que quieren hablar
con los habitantes de la zona pero no lo están haciendo.
Cree
que son empresas con estructuras muy complejas y difíciles de seguir, a las que
no se podrá pedir responsabilidades si el uso del 'fracking' provoca daños en
la zona décadas después.
En
este sentido, ha precisado que son empresas con escaso capital social y un
accionariado complejo relacionado con capital procedente de Holanda, Estados
Unidos o Canadá, por lo que "sería casi imposible saber a quién reclamar
si aparecen daños ambientales en el futuro por el uso de esta técnica.
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