Los
pilotos no dudaron en arriesgar con las aproximaciones para las descargas en los
focos del fuego
Hacia la tarde de ayer,
viernes, quedó controlado un incendio que ha quemado más de 500 hectáreas de
matorral y monte bajo y que ha sido reconocido como el más importante en Cantabria en
los últimos diez años.
Las labores de extinción que
implicaron efectivos en tierra y medios aéreos, así como voluntarios de las
zonas afectadas se vieron complicadas por la orografía en el intento de proteger
el monte Hijeldo de gran riqueza vegetal y que incluye una importante fauna. El
Hijeldo es uno de los montes más representativos de Cantabria y es reconocido
como una reserva ecológica.
La cercanía del pantano del
Ebro permitió que los aviones cargaran agua con rapidez y llegaron a establecer
una cadencia de carga de 8 minutos, mientras que los medios terrestres luchaban
con condiciones orográficas adversas.
Durante la extinción los
equipos cántabros se vieron reforzados con personal de los servicios de
emergencias de Castilla y León y aeronaves del ministerio.
Aunque el fuego se da por
controlado se mantiene vigilancia ante cambios de temperatura o en la dirección
del viento.
Para leer sobre el tema,
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