Publicado en El País/
artículo de opinión
Por Ernesto Ekaicer
La
tapadera
Diputados cobrando sueldo de empresas. El enriquecimiento injustificado es
un delito en otros países. En España, no.
“Todo el mundo lo sabe, nada ha sido sencillo,
creo
que no hay casi nada que no nos haya pasado, aunque no sé si retirar esta
afirmación porque cualquier cosa puede suceder en el futuro”, declaró Mariano
Rajoy en Alicante el pasado domingo, sin hacer referencia al innombrable,
Rodrigo Rato. Por tanto, a la luz de los
pagos a Federico Trillo y a Vicente Martínez Pujalte, ha acertado: tiene
que retirar su afirmación.
Ambos tienen una coartada
similar. Han declarado al Congreso tener un bufete y una sociedad,
respectivamente. Con esto creen haber cumplido con sus obligaciones. No han
engañado a nadie. Pero no es tan sencillo. Porque a través de su bufete y
sociedad no declaran al Congreso cada uno de sus clientes. Y los asesoramientos
verbales son una forma de presentar su contratación a sueldo de las empresas.
Vivimos en un sistema económico que tiene nombre: capitalismo. ¿Para qué va a
pagar una empresa a un diputado o a un senador? ¿Para escuchar sus inteligentes
y agudos consejos? ¿Rentabiliza de esa manera una empresa el dinero que paga?
Los señores diputados cobraban
sueldos equivalentes a un trabajo asalariado estable a tiempo completo
presentado bajo el disfraz de asesorías. Federico Trillo ha coordinado estos
años la defensa de los imputados
en la trama Gürtel, ha
presentado en defensa de los ahora acusados, querellas por prevaricación contra
jueces y ha mancillado el nombre de las dos fiscales que a duras penas se
abrieron camino en la ciénaga de Gürtel: Miriam Segura y Concha Sabadell. Ellas
no estaban en la trama contra el PP, como sugirió Rajoy en su día, sino que
investigaban la trama del PP. Vicente Martínez-Pujalte ha sido el bufón
solidario y comprensivo con una gran parte de imputados y partícipes a título
lucrativo del PP. ¿Por qué no iba a serlo si él mismo se comportaba de la
manera que ahora sabemos, si él mismo tenía una conducta que era la repera
patatera, que diría el señor Menéndez? Diputados cobrando sueldo de empresas.
No tiene justificación alguna. El enriquecimiento injustificado es un delito en
otros países. En España, no. En nuestro ordenamiento, siempre ha sido visto
como una figura penal reñida con la presunción de inocencia. Porque se invierte
en este delito la carga de la prueba. Es el imputado/acusado el que tiene que
probar la justificación de su enriquecimiento. Pero hemos cruzado hace mucho ya
el Rubicón. Y es hora de que esta figura se incorpore más pronto que tarde a
nuestro Código Penal. María Dolores de Cospedal ha
repetido un acto fallido al asociar PP y saqueo. Su subconsciente no ha
podido tener más sentido de la oportunidad.
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