Mientras
se tramitan los primeros permisos de exploración de hidrocarburos con la
técnica de la fractura hidráulica o fracking
en la provincia de Burgos, el diario el País asociaba a distintos cargos de la Junta de Castilla y León con una supuesta trama corrupta para temas energéticos y cuyos participantes habrían aprovechado la implantación de parques eólicos en la Comunidad para obtener un enriquecimiento ilícito.
Mientras
tanto, el Ministerio de Industria ultima los permisos de cierre para tres
centrales de ciclo combinado: en Foix (Endesa), Castellón (Iberdrola) y
Tarragona (E.ON). Las tres plantas ya han recibido el visto bueno de la
Comisión Nacional de Mercados y Competencia así, como de Red Eléctrica y ya
queda esperar a la aprobación definitiva.
De
momento, por motivos tanto estratégicos como de otra naturaleza, Red eléctrica
no ha autorizado el cierre de la central de Arcos de la Frontera (Iberdrola) ni
la de Huelva (Endesa).
Asimismo,
el gobierno ha decidió parar la tramitación del Real decreto de hibernación que
habría permitido dejar “dormidas”, sin utilización, las centrales de gas en
espera de atender futuras demandas de producción de electricidad. En este caso,
hubiera supuesto que los consumidores pagaran un canon a las compañías
propietarias por disponer de las centrales en caso de necesidad, aún sin utilizarlas.
Con el
cierre definitivo, el Ministerio de Industria reconoce de forma clara el exceso
de oferta de centrales de gas en España para la producción de electricidad y que
deriva de una planificación demasiado optimista y claramente errónea. En la
actualidad, las centrales de gas de ciclo combinado tienen una participación
de un 9% en la generación total de electricidad por un 20% de la eólica y otro
20% de la nuclear. Los datos recientes más optimistas de la demanda de
centrales de gas se han situado en 29.000 MW, frente a una oferta de 100.000 MW
instalados.
El
principal uso del gas está en la generación de electricidad. Otros usos, en los hogares, se asocia principalmente a la calefacción. Sin embargo, por
condiciones climáticas, España no presenta las necesidades de otros países
europeos, donde en buena parte de la geografía nacional es frecuente la construcción
de viviendas sin sistemas de calefacción, algo impensable en la mayoría de los
países de la UE.
Mientras
tanto, El Ministerio de Industria ha enviado ya a la Comisión Nacional de
Mercados y Competencia el borrador de un nuevo Real Decreto que permitirá la
instalación de 500 MW de nuevos parques eólicos y la instalación de nuevas
plantas de biomasa por 200 MW. Ambas instalaciones supondrían un monto de 1200
mill € en los próximos años.
Para leer más, buscar en prensa española.
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