jueves, 9 de enero de 2014

El fracking perjudica a los recien nacidos



Con el principio de 2014 también empiezan a ver la luz nuevos estudios científicos. Sin duda, este año será un año prolífico en publicaciones de este tipo y con el fracking como protagonista.

El pasado viernes, en la reunión anual de la American Economic Association en los EEUU se hicieron públicos los datos de un nuevo estudio que relacionaría el fracking, en los campos de extracción de Pennsylvania, con la afectación en bebés recién nacidos. 

El equipo investigador compuesto por Janet Currie de la Universidad de Princeton, Katherine Meckel de la Universidad de Columbia, y John Deutch y Michael Greenstone, del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts - estudiaron en el estado de Pennsylvania los nacimientos registrados entre 2004-2011 para evaluar la salud de los niños nacidos en un radio de 2,5 kilómetros y alrededor de los enclaves de fractura hidráulica para gas natural. Encontraron que la proximidad al fracking aumentó la probabilidad de nacer con bajo peso de más de la mitad de los encuestados, de alrededor de 5,6 por ciento a más del 9 por ciento. Las posibilidades de una baja puntuación en la prueba de Apgar, un test internacional para evaluar la salud de los niños recién nacidos, se duplicaron, a más del 5 por ciento.

Aunque el estudio indica claramente que el fracking perjudica la salud infantil, se necesita profundizar en las causas. Así, no se ha encontrado una asociación clara del perjuicio con la contaminación del agua. No se encontraron diferencias significativas entre madres que bebieron agua de la red pública y agua de pozos. Los investigadores se decantan por el aire como vía de contaminación. 

Este estudio todavía no ha sido publicado y por tanto no ha sido sometido a la revisión por pares. Sin embargo, considerando que este proceso necesita de meses, se comprende la decisión de hacerlo publico en el entorno de esta reunión y en un momento en que las autoridades estatales y federales están inmersos en un polémico proceso de regulación del fracking. Así, el estado de New York con esta práctica parada y prohibida, está en espera de informes de la EPA sobre la afectación del fracking en el agua y en la salud de las personas. Hasta el momento,la mayoría de los estudios provienen de patrocinios de la industria o de entidades críticas con la misma pero los estudios independientes empiezan a mostrar aspectos inquietantes de la técnica. 

Muchos de los estudios independientes se ven dificultados por la escasa información sobre los químicos empleados en el fracking y la dificultad de acceder a los registros sanitarios asociados con los datos de residencia.

En declaraciones posteriores Janet Currie,comentó,

"Este estudio no indica si merece la pena o no realizar fracking y teniendo en cuenta su importancia en la economía general, podría tener sentido compensar económicamente a las personas de las zonas afectadas para que puedan cambiar de residencia y alejarse a un sitio más seguro."

"Sin embargo, la evidencia de que nuestra energía barata podría estar haciendo un daño irreversible a los niños debería ser una razón para pararlo."







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