Además de la impresionante
transformación del paisaje, hasta ahora no conocida, el fracking está afectando
a la salud a los residentes del sur de Texas, según The Earthworks, organización de carácter ambiental. Así, ha
presentado la última de una serie de publicaciones que exponen los riesgos para
la salud de las técnicas de fractura hidraúlica aplicadas al gas y petróleo.
A diferencia de otras
publicaciones, este informe titulado, “Reckless Endangerment While Fracking the
Eagle Ford Shale” documenta los químicos influyentes en la contaminación
aérea y su relación con las dolencias descritas en personas que viven en zonas
cercanas a los pozos de extracción.
Es de recordar que el rápido
agotamiento de los pozos de fracking, justifican otros nuevos para mantener la
producción. Así, en Texas, en el campo de Eagle Ford y en el mes de abril se
autorizaron 9.459 pozos nuevos. En Dakota del norte, para mantener la
producción estable, se abren 90 pozos nuevos cada mes.
Sin embargo, este documento
también proporciona un análisis crítico sobre las supervisiones
gubernamentales. Para este estudio, Earthworks consiguió documentos
oficiales y medidas de aire independientes, realizadas con cámaras de infrarrojo
y hablaron con las familias afectadas. En los documentos conseguidos se
describía las afectaciones a través de una familia residente en una zona
cercana al fracking.
La familia está viviendo a
menos de 2 Km de 18 pozos de fracking y otros 37 pozos están a poco más de 3
Km. Una densidad habitual en esta zona.
Myra Cerny, su esposo Mike y
su hijo Cameron, de 15 años, sufren una gran cantidad de síntomas. Todos
experimentan dolor de huesos, erupciones en la piel, migrañas acompañadas de
problemas respiratorios y bronquitis crónica. Cameron sufre frecuentemente de
hemorragias nasales, dolor de articulaciones y otros problemas considerados
raros en adolescentes. Las fuertes migrañas de Mike justificaron que el médico ordenara
realizar varias tomografías computerizadas. Todos han recibido prescripciones
de antibióticos, analgésicos e inhaladores.
Las reiteradas denuncias de la
familia habían provocado, anteriormente, que la Comisión de Texas sobre la Calidad Ambiental,
iniciara una investigación. Se habían encontrado decenas de hidrocarburos
liberados en el aire, incluyendo compuestos que pueden afectar al cerebro, al sistema
nervioso y relacionados con malformaciones fetales.
De acuerdo a la ley actual, reformada
por la Administración Bush, las empresas de fracking pueden liberar legalmente cientos de toneladas de
contaminantes atmosféricos peligrosos cada año.
Según Earthworks, los ciudadanos están viendo su salud perjudicada, los
reguladores estatales de Texas huyen de sus propios datos y los perforadores
insisten en que no hay ninguna amenaza para la salud pública.
Para leer el informe,
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